Olvídate del Apple Watch: lo último es la ropa inteligente
Todavía no se ha puesto a la venta en España y el Apple Watch ya ha dejado de ser lo último de lo último. Quien quiera saber qué es lo próximo en el mundo de la tecnología, que deje de mirarse la muñeca y ponga sus ojos en la ropa. En la ropa inteligente, por supuesto.
Según la consultora Gartner, durante 2015 se venderán en todo el mundo 68,1 millones de aparatos que entrarían dentro de la categoría de wearables para fitness, aparatos que sirven para medir el pulso, las calorías quemadas y la distancia recorrida, entre otros parámetros. Pero si en la actualidad estos aparatos suelen venderse en forma de pulsera, dentro de no mucho tiempo se integrarán en las prendas que llevemos puestas.
Una de las empresas que está protagonizando este cambio de paradigma es Lechal. Esta compañía india ha creado un calzado de deporte programable, al que se le podemos decir cuál va a ser nuestra ruta, y que nos avisa mediante vibración en una zapatilla u otra cuando tengamos que girar a la izquierda o a la derecha. Así no tendremos que estar pendientes del móvil cuando corramos.
Otro ejemplo de ropa smart es el polo inteligente que Ralph Lauren presentó durante la pasada edición del US Open de tenis. El niqui es capaz de medir la tasa cardiaca y el ritmo de la respiración. Unos pequeños sensores registran la información y la envían a través de Bluetooth a un teléfono inteligente, que la interpreta y la muestra en una app.
Pero este tipo de indumentarias no solo se va a dedicar a analizarnos. También nos va a dar feedback. Como la chaqueta para corredores de la marca Glofaster, que contará con señales lumínicas que irán cambiando de color según la velocidad que llevemos y el pulso que tengamos. El objetivo es que sepamos rápidamente cuál es nuestro estado físico y también servirá para que la chaqueta nos anime a exprimirnos un poco más, ya que 'sabrá' que todavía no hemos legado al límite o al objetivo que nos hemos marcado.
Adidas ya comercializa la camiseta miCoach, que lleva incorporada un aparato que mide la tasa cardiaca durante el entrenamiento. Los datos luego pueden ser descargados en una app para móviles de última generación y desde ahí podremos conocer cómo nos ha ido la sesión en el gimnasio.
Estos son los primeros pasos de una categoría de productos que promete ser todo un fenómeno de masas. Si el año pasado se vendieron 10.000 prendas inteligentes, este año Gartner calcula que se venderán 10 millones. Y para el año que viene, las cifras se dispararán hasta los 26 millones en todo el mundo.