Por qué todas las surferas parecen perfectas
¿Por qué las surferas parecen cortadas por el mismo patrón? No, no existe un casting para subirse a la tabla sino que todas comparten los mismos secretos de belleza. ¿Cuáles? Las profesionales de este deporte lo revelan:
EL MELENÓN
El código surfero dice que se llevan las ondas sueltas, pero no necesariamente descuidadas. Stephanie Gilmore confiesa que antes de subir a la tabla se unta la melena (medios y puntas) de aceite capilar. Cuando el mejunje se une a la sal, quedan las ondas perfectas. De paso, el cabello queda protegido de las agresiones del agua marina.
CUERPOS COMO ROCAS
Detrás hay horas y horas de gimnasio. Marina Alabau, oro olímpico en Londres 2012 en windsurf, reconoce que entrena "seis días a la semana, una media de cinco horas al día". Y no, no siempre en mares de ensueño: "Hago tres horas en el agua y dos de físico". Vamos, para entendernos, dos horitas de pesas. Entre sus otras rutinas, natación, bicicleta, pilates y yoga. Pese a lo que pueda parecer, en el surf se trabajan mucho los brazos, imprescindibles para remar hasta la ola y para darse el impulso final para ponerse en pie. Y el core, porque de los abdominales depende mantenerse erguida y firme sobre la tabla.
PROTECCIÓN
Para Stephanie Gilmore lo más sensato es enfundarse un neopreno del cuello a los pies. Si no, resulta imprescindible embadurnarse en protección solar como si no hubiera un mañana.
WATERPROOF
Tampoco suelen bajar a la playa con la cara lavada. Lo habitual es una capa de BB cream o una base resistente al agua con protección solar. Y, por supuesto, máscara waterproof o tinte de pestañas y un lápiz también resistente al agua para rellenar y dar forma a las cejas.
OPERACIÓN LIMPIEZA
Al terminar sobre la tabla (o al volver de la playa, si vas a copiarlas en versión light), lo primero antes de nada es desmaquillarse y limpiar muy bien la piel de toda la capa de protección que tiende a engrasarla. Luego ya la ducha y el quitarse la sal.