La Eurocámara pospone también el debate sobre el TTIP tras aplazar la votación
Ni votación, ni debate. El pleno de la Eurocámara ha decidido posponer también el debate sobre las recomendaciones de los eurodiputados al tratado comercial con EEUU, conocido como TTIP, por 183 votos a favor, 181 en contra y 37 abstenciones.
El voto sobre las propias recomendaciones a la negociación del TTIP, que tenía que tener lugar hoy martes tras el debate, ya fue pospuesto este martes por el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, en aplicación del artículo 175 del Parlamento Europeo.
La normativa prevé que si se introducen más de 50 enmiendas el presidente del PE puede decidir devolver el texto a la comisión parlamentaria (en este caso de Comercio Internacional) para seguir buscando otro con mayor consenso entre los grupos.
La decisión ha sido duramente contestada por la Izquierda Unitaria (GUE/NGL) y los Verdes que consideran que la gran coalición formada por los populares y socialistas han pospuesto el voto porque no iba a salir adelante por suficientes votos.
Previo al voto sobre el aplazamiento del debate, tuvo lugar un encendido debate pese a la hora (06.00 GMT), sobre la decisión de posponer el voto, muy criticada por algunos eurodiputados como la líder de la GUE/NGL, Gabi Zimmer.
"Los ciudadanos no entienden que no se vote. Los dos grandes grupos escondiéndose tras los párrafos del reglamento y dejando al Parlamento Europeo sin voto", señaló. "Los ciudadanos nos eligieron para expresarnos sea cual sea la mayoría en cada votación", añadió.
Uno de los puntos más polémicos para los eurodiputados y que ha provocado divisiones dentro incluso de los grandes grupos es el establecimiento de un sistema de arbitraje para la solución de controversias inversor-Estado (ISDS).
La división interna entre el grupo socialdemócrata había puesto en peligro que la resolución fuera aprobada, confirmaron a Efe fuentes de ese grupo, el segundo más importante en número de escaños.
La Izquierda Unitaria (GUE/NGL) y los Verdes se han mostrado abiertamente en contra del TTIP porque consideran que puede mermar los umbrales de derechos laborales y medioambientales, entre otros asuntos, en la Unión Europea (UE).
Los populares, socialistas y liberales europeos, principalmente, defienden las posibilidades de crecimiento y empleo del TTIP, que Bruselas negocia con Washington.