Josefa, 75 años y alumna de la universidad popular: "Me mantiene ocupada y con la cabeza activa"
La primera vez que Josefa Fernández atravesó el umbral de una universidad popular, tenía 70 años y pasaba "por un mal momento": acababa de perder a su marido, un recuerdo que aún trae lágrimas a sus ojos. La arrastró su hija, que se apuntó con ella a un curso de pintura sobre tela. Al día siguiente ya fue sola porque se encontró "como pez en el agua".
Lleva acudiendo ya cinco años, cuatro días a la semana. "Sigo aquí porque me gusta el ambiente, la profesora, me siento a gusto. Para mí es muy importante porque me mantiene muy ocupada y mi cabeza está activa", señala esta anciana de 75 años de San Sebastián de los Reyes, donde se encuentra la universidad popular más antigua de España, de 1980.
Gente como Josefa fue la que inspiró a Montserrat Morales a meterse en el proyecto, hace más de 20 años. "Vi lo que significaba para una mujer mayor haber aprendido a leer y escribir en ellas. Era como descubrir el mundo", sostiene en declaraciones a El Huffington Post. Hoy es la coordinadora de la Federación Española de Universidades Populares (FEUP), que engloba a 230 instituciones que ofrecen cursos y talleres gratis o con matrículas simbólicas a "todo aquel que quiera aprender".
Las universidades populares surgieron en Francia a finales del siglo XIX para fomentar la educación sindical, política y social. En España llegó a haber 50 antes de la dictadura. "Pretendían extender la cultura a las clases populares", sostiene Morales, licenciada en Magisterio y doctora en Pedagogía.
"Es el PSOE, a través de sus Ejecutivos municipales, quien pone en marcha de nuevo el proyecto, después de la Transición", sostiene Morales, de 47 años. La coordinadora no duda en calificar el proyecto de "progresista" por sus ejes transversales: "la igualdad de sexo, el desarrollo sostenible, la educación para la paz…".
MUNICIPALISTA Y CASI GRATIS
El fuerte arraigo local es una de sus principales características. "El municipio es el espacio idóneo para conectar con las necesidades e intereses de la población", describe Morales. "Lo ideal sería que en cada pueblo y ciudad hubiera una UP porque no se garantiza el derecho a aprender de los adultos, y la educación es lo que permite afrontar los cambios", opina.
Los itinerarios son muy amplios, desde alfabetización hasta acceso a la universidad para mayores de 25 años, talleres específicos, formación para el empleo… Y los precios son simbólicos. "Los básicos suelen ser gratuitos, y los otros cuestan 20 o 30 euros, nada que ver con el precio de mercado. Si tienes problemas económicos estás exento", detalla Morales.
Las actividades tienen varios niveles de dificultad, pero no se exigen requisitos académicos para acceder a ellas. "Sólo tienen que estar interesados en un curso, aportar información sobre su situación económica… y que haya plazas", explica Morales, que asegura que no siempre es así.
Josefa participa en tres talleres diferentes. Además de pintar sobre tela, hace pintura decorativa y restauración de muebles. "Se trata de que vayas a hacer cosas que te motiven para seguir adelante, sin estar comiéndote la cabeza con tus problemas ", señala. Nunca había tenido oportunidad de saber si le gustaba la pintura. Exponer su obra públicamente como alumna de la UP fue "una experiencia muy bonita, te sientes a gusto con algo a lo que has dedicado mucho tiempo".
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APRENDIZAJE CONTINUO E INTERNACIONAL
La UP de San Sebastián de los Reyes a la que acude Josefa depende por completo de su ayuntamiento, que es lo más común; de sus actividades han surgido asociaciones culturales municipales de todo tipo, desde fotografía hasta yoga. El responsable de su comisión ejecutiva, como de todas las UP, es el concejal de Educación o Cultura de su localidad.
Las elecciones municipales, para ellos, son muy importantes. "Los partidos están representados en nuestros órganos internos en función de su peso en los ayuntamientos. Pero nunca ha desaparecido una universidad popular por un cambio político: todos entienden que son necesarias", considera Morales. La crisis les ha afectado por la "reducción drástica" en educación y cultura". Pero Morales percibe que depende más de la sensibilidad del concejal que de su partido.
Hay 60 países del mundo que tienen universidades populares; dentro de España, están presentes en 12 comunidades autónomas. Su funcionamiento se adapta al municipio. "Nuestro lema es 'el aprendizaje a lo largo de la vida', es un espacio donde conviven todas las generaciones y se prioriza a los colectivos con mayores necesidades", añade la Morales.
Más del 75% del alumnado y profesorado es femenino, sobre todo mujeres mayores de 65 años como Josefa, pero cada vez tienen más jóvenes que vienen del fracaso escolar o del paro. "Te relacionas con gente de todo tipo, aunque más mayor que yo no", ríe Josefa. "Estás con personas más jóvenes, no se te pega nada pero te dan más alegría", opina.
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RECUPERACIÓN DE LOS OFICIOS TRADICIONALES
Las UP tienen unos 5.000 profesionales, entre profesores y personal administrativo. Los docentes no tienen que ser funcionarios. "La recuperación de los oficios tradicionales es algo muy importante para nosotros; tenemos, desde una costurera que enseña a hacer bolillos, hasta a un anciano carpintero", manifiesta la coordinadora.
En principio, las UP no ofrecen títulos oficiales sino certificados de aprovechamiento de las actividades. "Pero en algunas comunidades, como Extremadura o Castilla y León, hay convenios para dar certificados de profesionalidad o preparar el acceso a la universidad", asegura la coordinadora.
La coordinadora destaca el carácter "innovador y creativo" del proyecto, ya que "sirve para la transformación personal y colectiva". También destaca que "es una enseñanza totalmente democrática, participativa, que se centra en las posibilidades de cada estudiante".
EL FUTURO: EDUCACIÓN PARA EMPRENDER E IDIOMAS
Morales se muestra entusiasmada ante la cantidad de iniciativas que están poniento en marcha. El proyecto con más repercusión, en su opinión, es un convenio que acaban de firmar con la Universidad de Cambridge para facilitar el diploma de inglés. "Luego tenemos un proyecto para trabajar con desempleadas mayores de 45 años para facilitar su inserción laboral, analizando el mercado de trabajo local e impartiéndoles nociones de emprendimiento", comenta Morales.
También están preparando plantear las universidades populares como centros de políticas activas de empleo, "porque el sistema establecido para el fomento del empleo ha fallado", según la coordinadora, y ellos partirían del proceso inverso: estudiar los puntos fuertes de los alumnos. "Cada alumno de estas universidades es un triunfo", manifiesta Morales.
Si tienes interés en aprender cualquier cosa, desde idiomas hasta oficios antiguos, busca la universidad popular más cercana y mira lo que te ofrece. A las personas mayores puede cambiarles la vida. "Estoy siempre muy ocupada, pero es que necesito estar activa. Para mí es muy importante", remarca Josefa.