Rajoy se empeña en ser candidato pese al batacazo del 24-M
No salió ayer al balcón de la calle Génova. Fue el único líder nacional que no compareció ante las cámaras después de conocerse los resultados del 24-M. Desde su despacho, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, observaba la pérdida de casi 2,5 millones de votos y de todas las mayorías absolutas que tenía en las comunidades autónomas.
Este lunes ha reunido a la cúpula del partido y a sus barones en el Comité Ejecutivo Nacional para analizar el desplome. Y, para sorpresa de los periodistas, ha convocado su primera rueda de prensa en la sede de partido en tres años. ¿Qué mensaje quería transmitir el jefe del Ejecutivo?
El presidente del Gobierno se ha aferrado a que el PP ha sido el partido más votado en las municipales y ha defendido la idea de que debe gobernar la lista con más papeletas. Ya intentó el pasado verano reformar la ley electoral con la vista puesta en las difíciles alianzas que pueden tener los populares para mantener el poder. La oposición se negó entonces y el presidente no pudo sacar adelante esta polémica norma.
Ahora se ha encontrado de frente con la realidad. Los populares han llegado apenas a un respaldo del 27%, lo que supone perder el inmenso poder territorial que lograron en mayo de 2011. En su cabeza, el presidente sabe que las elecciones locales marcan los ciclos políticos y que el partido se puede descontrolar al haber perdido centenares de puestos. Estos comicios reparten la mayoría de las sillas políticas de España -se votaba el futuro de 13 autonomías y de 8.122 ayuntamientos-.
NINGÚN CAMBIO EN EL PARTIDO NI EN EL GOBIERNO
Pero esa realidad no le lleva a mover ficha. Rajoy sigue convencido de que es el mejor candidato para las elecciones generales que se celebrarán previsiblemente el próximo mes de noviembre. Lo ha querido decir en público, por si había dudas. Los populares vivieron unas extrañas semanas tras la celebración de las andaluzas y antes de la campaña de las municipales en las que las diversas familias se movieron en clave sucesoria.
"¿Sigue pensando que es el mejor candidato del PP de a cara a las elecciones generales? ¿Cree que el Partido Popular piensa como usted?", le han preguntado, a lo que Rajoy ha respondido: "En relación a la primera pregunta, llevo muchos años en este partido, creo conocerlo bien, hemos ganado las elecciones en 2011 y, por lo tanto, en ese asunto estoy muy cómodo y tranquilo. Creo que sí, es la respuesta que doy a las dos preguntas".
Tampoco tiene intención de que haya mudanzas de despachos. El líder popular ha aseverado que no piensa hacer cambios ni en la dirección del partido ni en el Gobierno. “No me parece que el problema venga de cambiar o dejar de cambiar”, ha contestado a los periodistas. Lo ha revelado mientras escuchaba atentamente en primera fila su ‘número dos’ en la formación, María Dolores de Cospedal, que no consiguió este domingo revalidar la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, que podría pasar a manos del PSOE si pacta con Podemos.
La interpretación que da al desastre del 24-M es que se debe al desgaste de gobernar en el momento “más difícil” de la actual historia democrática de España y a fallos a la hora de trasladar su labor. La autocrítica de Rajoy: “Tenemos que ser más próximos, cercanos y comunicar más con los españoles”.
“Hemos sufrido una notable pérdida de votos y no podemos estar satisfechos. Negarlo sería tan absurdo como negar que hemos ganado las elecciones", ha sentenciado el presidente.
PACTOS "ESTABLES Y TRANSPARENTES"
En el nuevo mapa territorial que nació este domingo los pactos serán imprescindibles. De hecho, los populares están obligados a ellos si quieren mantener autonomías como Castilla y León, Madrid, La Rioja o Murcia. El presidente ha marcado las líneas de posibles acuerdos, algo que hasta ahora no habíamos escuchado. Deben ser, en su opinión, “transparentes y estables”, a la vez que sus objetivos serán cumplir con los objetivos de déficit, la recuperación económica y la generación de empleo.
Por ahora, según ha confesado el propio Rajoy, no ha movido ficha y no ha llamado a posibles socios. Todavía, en su opinión, es hora de reflexionar y analizar los datos. A pesar de ellos, sí tiene una cosa clara: el PP ganará las elecciones generales de noviembre. Es tiempo también, ha proseguido, de recuperar la “confianza” de los españoles que les apoyaron hace cuatro años.
No tiene intención de hacer cambios, pero toca gestionar un tiempo que promete convulsiones internas. Este 24-M ha supuesto la salida previsiblemente de gobiernos de referentes del Partido Popular como Rita Barberá, Esperanza Aguirre, Teófila Martínez o José Antonio Monago. Siempre Rajoy es el que resiste.