Emma Stone se siente "rara" como musa de Woody Allen

Emma Stone se siente "rara" como musa de Woody Allen

¿Estás preparada para que te consideren la nueva musa de Woody Allen?, preguntamos a Emma Stone hace unos meses, mientras promocionaba Birdman de Alejandro Gonzalez Iñárritu. “!No!”, contestaba repetidamente mientras le invadía una risa nerviosa. “Me trae sin cuidado si la gente me etiqueta de esa forma, pero lo cierto es que me sentiría muy rara”, decía, abrumada por entrar en una lista de intérpretes femeninas coronada por Mia Farrow y Diane Keaton. A pesar del viento con el que ha tenido que batallar, la actriz pelirroja acaba de deslumbrar en la alfombra roja del Festival de Cine de Cannes, donde ha presentado su segunda colaboración consecutiva con el cineasta neoyorquino, Irrational Man. Ya muchos se preguntan cuándo llegará la tercera.

“Ella es la clase de mujer que proyecta inteligencia, capaz de mostrar un amplio registro; puede ser muy divertida cuando es necesario y dramática e intensa en otras ocasiones”, dice de la actriz Woody Allen. La descubrió viendo un clip de una de sus películas en televisión, casi por accidente “una de esas que usas para distraerte”, recuerda el director ante la prensa tras la proyección de su nuevo trabajo. “Pensé que conjugaba belleza y una gran vis cómica, algo muy interesante para trabajar con una actriz. Cuando rodé con ella por vez primera entendí que era incluso más que eso”. Un segundo encuentro entre ambos llegó de inmediato.

En Irrational Man, Joaquin Phoenix interpreta a Abe Lucas, un profesor de filosofía cuyo continuo análisis del comportamiento humano le ha lleva a la apatía y la infelicidad. Cuando se traslada al campus de Newport, se encuentra atrapado entre dos mujeres, una profesora (Parker Posey) que intenta escapar de su matrimonio a toda costa y una alumna (Stone) atraída por la atormentada existencia de su nuevo maestro. A pesar de mantener una relación duradera con su amor de juventud, fantasea con la posibilidad de ser la mujer que salve a Lucas de sus sombras. Él encuentra en la oportunidad más disparatada, que no es precisamente el amor, un nuevo sentido a su vida. Y así es como Allen recurre de nuevo a Dostoievski y a Crimen y castigo para construir una de sus historias.

Aunque perspicaz, el egocentrismo de la estudiante universitaria (tan al estilo del cineasta neoyorquino) le impide ver con claridad al hombre del que dice enamorarse, tras pasar toda la vida cumpliendo las expectativas que una ciudad pequeña espera de ella. Su obsesión es a la vez una válvula de escape y un modo de volver a calibrar su propia brújula existencial y el contrapunto menos cínico en la pareja protagonista. El giro del personaje de Phoenix, que salva a la película de ser completamente olvidable, destruye cualquier parecido con la comedia romántica.

Cuando Allen decidió que protagonizara Magia bajo la luz de la luna (2014), Emma Stone todavía estaba conectada a la saga Spider-Man. En este tiempo su popularidad ha crecido aun más y también su rango interpretativo. Además de participar en la oscarizada Birdman ha debutado en Broadway a lo grande, interpretando a la Sally Bowles de Cabaret. En Cannes, donde ha recibido buenas críticas por su actuación en Irrational Man, se vuelve a preguntar a Stone por la posibilidad de volver a rodar para Allen. “¿No sería maravilloso?, contesta esta vez.

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Licenciada en Periodismo y especialista en Comunicación Institucional y Defensa por la Universidad de Sevilla. Excorresponsal en Jerusalén y exasesora de Prensa en la Secretaría de Estado de Defensa. Autora de 'El viaje andaluz de Robert Capa'. XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla.

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