Luis Tudanca (PSOE): "Nuestro error ha sido creer que ganar en Castilla y León era imposible"
Luis Tudanca (Burgos; 1978) es uno de los candidatos del PSOE que, a priori, más difícil lo tiene en las elecciones autonómicas del 24 de mayo. Elegido secretario general de los socialistas castellanos y leoneses en octubre, aspira a gobernar una región dirigida por el PP desde 1987, cuando José María Aznar ganó las elecciones. Allí los 'populares' gozan de amplias mayorías absolutas comicio tras comicio.
Esta vez, las encuestas tienen una doble lectura. El último barómetro del CIS refleja que Castilla y León es la única comunidad en la que el PP mantendría su mayoría absoluta, pero con una importante pérdida de escaños. Según otros sondeos, los 'populares' podrían perder el poder, asediados por algunos casos de corrupción que se han conocido en las últimas semanas. Por tanto, el PSOE podría llegar a liderar un gobierno con acuerdos con otras fuerzas pese a que puede conseguir el peor resultado de su historia en la región.
El candidato socialista llega a la recta final tras lidiar con un clima de división interna, marcada por la ruptura entre los anteriores secretarios autonómicos, Óscar López y Julio Villarrubia, éste último derrotado por el el propio Tudanca en un proceso de primarias. Dice que esa división ya se ha quedado atrás.
Usted nació en 1978. ¿Tiene algún recuerdo de cuando el PSOE gobernaba en Castilla y León o era demasiado joven?
Uf, fíjate. No, no tengo conocimiento. Soy de esa generación que ha vivido bajo la sombra de gobiernos del PP y, como consecuencia de sus políticas, mis amigos, mi familia… mucha gente de esta tierra se ha tenido que marchar. Tengo muchísimos amigos que, si quiero verlos, tengo que ir a Vitoria, a Madrid, a Bilbao y, ahora, fuera de España. Esas son las consecuencias de lo que ha pasado.
El envejecimiento en Castilla y León ha alcanzado su máximo histórico y ya es la tercera comunidad más envejecida de España. ¿Es uno de los grandes problemas de la región?
La despoblación y el exilio juvenil no son las causas, sino las consecuencias de la falta de empleo y del deterioro de los servicios públicos. Lo que en otros sitios es ahora fruto de la crisis económica, aquí lleva pasando muchísimo tiempo. Sólo en esta legislatura hemos perdido 70.000 habitantes y esa ha sido la línea descendente a lo largo de todos estos años.
Desde el PP lo ven muy distinto: subrayan que la Comunidad es líder en el informe PISA, que tiene menos tasa de paro que el resto de España y que la sanidad es una de las mejores valoradas por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública…
Con respecto al paro, la realidad es que hoy hay 13.500 parados más que al inicio de la legislatura. La única razón por la que Castilla y León tradicionalmente tiene una tasa de paro menor que la media es porque la tasa de actividad es muchísimo más baja y porque los parados de Castilla y León están inscritos en las oficinas del INEM de otras comunidades autónomas o de otros países. Esa es la realidad.
¿Y la sanidad?
El otro día, el ministro de Sanidad volvió a poner como ejemplo a Castilla y León. Dos horas después se colapsaba todo el sistema informático de la sanidad y se paralizaban todas las consultas. Por cierto, sistema informático que había sido adjudicado por siete millones de euros a una empresa de un familiar del consejero de Economía, el mismo de la trama eólica, de los casos de corrupción en la agencia de desarrollo… Esa es la realidad por mucho que pretendan esconderla.
¿A qué se debe entonces que el PP gobierne desde 1987 y con mayorías amplias en la región?
Hay que recordar cómo llegó Aznar al gobierno de esta comunidad. Nosotros ganamos las elecciones, Demetrio Madrid fue presidente, y utilizaron un caso judicial de ámbito privado para desprestigiarle. Madrid dimitió por un caso que nada tenía que ver con corrupción. Era un asunto laboral privado del que luego se le absolvió. Aznar utilizó aquello para asaltar el Gobierno de Castilla y León. A partir de ahí se consolidaron y alguna responsabilidad también tenemos nosotros, que no hemos sido capaces de volver a ganar.
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¿Qué ha hecho mal el PSOE en Castilla y León?
No terminar de creernos que ganar aquí era posible, necesario y urgente. Y no hacer una verdadera apuesta por el proyecto político autonómico. Además, no hemos sabido romper la red clientelar que ha ido tejiendo el PP a través de las Diputaciones, de la Junta…
¿Es Castilla y León una región más conservadora que el resto?
No, no, no. Siempre digo que, cuando en otras Comunidades estaba el PSOE en el gobierno, lo estaba en algunos casos con porcentajes del voto del 18% o del 20% y en Castilla y León conseguía porcentajes del 40 o el 41%. Por tanto no, ni muchísimo menos.
Alguna vez ha dicho que ser socialista en Castilla y León tiene mérito. ¿A qué se refiere?
Lo digo en algunas ocasiones para motivarnos. Siempre digo que ser socialista tiene mucho mérito en una tierra donde es muy complicado hacer política porque es muy extensa, muy dispersa, con muchos núcleos de población… Y porque luchar contra esa red clientelar del PP es complejo. Tampoco ayuda mucho el ambiente mediático que hay en esta Comunidad.
¿Qué ambiente es ese?
Difícil. Cuando un solo partido tiene todos los resortes del poder, es difícil. Pero no nos vamos a rendir ni a resignar porque me da lástima cómo se desperdicia el potencial de Castilla y León. Quiero que, por una vez, esté a la vanguardia, tenga voz en España y no nos hagan desaparecer convirtiéndonos en invisibles.
La encuesta del CIS dice que Castilla y León es la única comunidad en la que el PP mantendría la mayoría absoluta. ¿Cómo se encara la campaña con esos datos?
Si las encuestas aciertan tanto como las de Andalucía o las del Reino Unido… Estoy bastante tranquilo. Es la primera vez en 25 años que todas las encuestas, aparte del CIS, dicen que el PP pierde la mayoría absoluta. La ventaja que yo tengo es que no necesito informarme por las encuestas o lo que escucho y leo en los medios de comunicación. Hablo con la gente y veo las ganas de cambio que hay por primera vez en muchísimo tiempo.
La encuesta del CIS se hizo antes de que se publicasen las informaciones sobre la trama eólica, el presunto pago de comisiones de al menos 110 millones de euros para facilitar la instalación de parques eólicos en la comunidad. ¿Cree que le pasará factura al PP?
Debería. El único aval de Juan Vicente Herrera [presidente de la Comunidad] para volver a concurrir en las elecciones era que había logrado dejar a Castilla y León fuera del mapa de la corrupción. Y luego hemos conocido la trama eólica, la solar, que diputados del PP se tomaban cafés a razón de 8.000 euros el café por asesorar a estas empresas… No es que no estuviéramos en el mapa, es que nos salíamos de él. No sé qué me parece más grave, si los posibles casos de corrupción o que ni siquiera se dé la cara. Todos los ‘números dos’ del Gobierno autonómico han estado condenados, encausados o implicados en casos de corrupción. No hablamos de un caso puntual.
Siguiendo con el CIS, el barómetro refleja que más del 50% de los castellanos y leoneses no le conocen a usted. ¿Cómo se supera eso a poco tiempo de las elecciones?
Llevo seis meses de candidato y el propio presidente, que lleva 14 años y tiene todas los medios en su poder, alcanza un 85%, probablemente el más bajo de cualquier presidente de cualquier Comunidad. Hemos tenido candidatos a la presidencia de la Junta que después de muchos años tenían un porcentaje menor. Esta tierra tiene dificultades para darse a conocer, pero eso se combate con mucho trabajo, muchos kilómetros y mucha presencia.
¿Qué objetivo se marca el PSOE en estas elecciones?
Gobernar, no puede ser otro. El PSOE se creó hace 136 años como un instrumento. No se trata de sacar un escaño más, sino de gobernar para mejorar la vida de la gente. Hay un tiempo nuevo en la política y quiero ser presidente para colocar a Castilla y León en ese tiempo que regenere la política, que dignifique las instituciones, que coloque en el Gobierno a gente decente.
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¿Ya se han curado las heridas de aquellas guerras internas dentro del PSOE de Castilla y León de hace unos meses?
Lo hemos resuelto con democracia, que es la mejor manera de resolver las cosas. No es una garantía de éxito al 100%, pero cuando decides las cosas entre todos es más fácil acertar. Yo me siento apoyado, respaldado, ayudado.
Imaginemos que logra gobernar, llega a su despacho… ¿qué es lo primero que haría?
Poner en marcha la reversión del hospital de Burgos, que lo han privatizado. Lo segundo sería convocar a los agentes económicos y sociales para hacer un pacto por la industria, para hacer planes de incentivo, poner en marcha el plan de retorno del talento, para crear empleo.
Para que eso sea realidad, es posible que tuvieran que pactar con otros partidos. ¿Está dispuesto?
Estoy convencido de que, en los próximos años, quien quiera gobernar cualquier institución va a necesitar acuerdos, dialogar. Es lo que parece que quieren decirnos los ciudadanos. Nunca me negaré a hablar con un representante legítimo de los ciudadanos. La política es diálogo y acuerdo y esa es mi forma de entenderlo.
¿Cómo ve a Podemos en la Comunidad?
No lo sé. Ya veremos. Se está dando a conocer su candidato y no mucho de sus propuestas. Pero están haciendo su trabajo, como otros partidos. A mí no me asusta la democracia ni que otros partidos concurran a las elecciones. Que los ciudadanos juzguen.
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Los ciudadanos demandan transparencia. ¿Cuánto cobra usted?
2.200 y pico euros al mes. Yo dejé mi escaño en el Congreso de los Diputados porque tenía que comprometerme con el proyecto autonómico en cuerpo y alma. Y aquí estoy.
¿Qué sueldo fijaría para el presidente de la Junta?
No sé ahora mismo ni cuánto cobra el presidente de la Junta. Los sueldos que se cobran tienen que ser dignos. No se pueden subir, pero quienes se dedican a lo público deben tener un salario digno como lo tienen que tener todos los trabajadores.