Moda y arquitectura: una historia de amor en Tokio

Moda y arquitectura: una historia de amor en Tokio

Con la reciente llegada de la nueva creación del estudio suizo Herzog & De Meuron al distrito de Aoyama, la ciudad de Tokio prolonga el romance entre las grandes maisons de la moda y los arquitectos estrella. Pasear por Ginza y su entorno es como pasar las hojas de un catálogo de patrones textiles, al observar las fachadas de los edificios de Dior, Prada, Louis Vuitton y Armani, que presumen de fastuosas sedes en la capital japonesa.

Miu Miu (Herzog & De Meuron)

Para crear la boutique de la segunda línea de Prada, inaugurada en marzo de 2015, los arquitectos de Herzog & De Meuron optaron por la intimidad de una fachada opaca de metal y una propuesta más discreta, adaptada al tranquilo entorno poco comercial de esa zona de Aoyama. De hecho solo cuando se está muy cerca del edificio uno se da cuenta de que es una tienda de dos pisos.

Prada (Herzog & De Meuron)

La que es una de las obras más conocidas del estudio optó en su día por la transparencia (o algo parecido a ella) a través de los cristales cóncavos y convexos en forma de rombo que forman toda la fachada. El filtro vidrioso no facilita la visión total del interior y, en su lugar, genera una interesante ilusión óptica.

Chanel (Peter Marino)

Quizá siguiendo el culto al neón de la capital japonesa, la sede de Chanel encargada al arquitecto Peter Marino, conocido por su permanente total look de cuero negro, incorpora 700.000 luces LED a lo largo de una cortina de diez plantas de altura que permite proyectar cualquier cosa sobre su extensa fachada. Principalmente el logo de la casa de moda.

Hermès (Renzo Piano)

La embajada de la firma francesa en Tokio creada por el italiano Renzo Piano se inspira en las clásicas lámparas de papel asiáticas. En la fachada de este edificio de quince plantas el cristal es también el protagonista con los miles de bloques apilados que lo recubren. Al reto estético de llamar la atención en una ciudad como Tokio se sumaba el de hacer un edificio a prueba de terremotos, por lo que se adaptaron las técnicas aplicadas a los templos antiguos de la zona.

Dior (Kumiko Inui)

La juventud de Kumiko Inui sirvió a Dior en 2004 para revolucionar con su sede tokiota. Dos gigantescas fachadas de aluminio blanco (la exterior agujereada para dar visibilidad a la interior) forman un curioso patrón que durante la noche impresiona todavía más con su iluminación de fibra óptica.

Armani (Fuksas)

Pétalos cayendo sobre bambú es la sugerente propuesta para la torre de Armani en Ginza. Como la presentación de este edificio de Fuksas debía ejemplificar la concepción de las prendas del modisto y su búsqueda de materiales resistentes. El propio Armani colaboró de forma muy estrecha con el estudio italiano, tanto en su fachada exterior como en su diseño de interiores.

Louis Vuitton (Jun Aoki)

Japón es uno de los mercados punteros de Vuitton y su tienda de Ginza es su epicentro. La fachada diseñada por Jun Aoki & Associates es pura arquitectura moderna local. Es otra de la propuestas quespn más vistosos durante la noche. El juego de luz interior entre las conchas rectangualres de aluminio hacen referencia segun sus creadores a los patrones del art decó.

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