David Cameron, primer ministro conservador británico, se encamina a la reelección
El primer ministro británico, David Cameron, gran admirador del neoliberalismo de Margaret Thatcher, se encamina a la reelección tras las elecciones del jueves, en cuya campaña prometió consolidar la recuperación económica y beneficiar a las familias.
En las últimas semanas, Cameron recurrió a políticas de la Dama de Hierro (1979-90), con medidas como ayudas para la compra de viviendas, y defendió a capa y espada su plan económico de recorte del gasto público para ganarse los votos de los británicos.
Nacido en Londres el 9 de octubre de 1966, procede de una familia aristocrática y sus antepasados estaban emparentados con el rey Guillermo IV (1765-1837) de Inglaterra, aunque sus raíces paternas proceden del condado escocés de Aberdeenshire.
Tras pasar por el colegio de secundaria de Eton, a las afueras de Londres, Cameron estudió Filosofía, Política y Economía en el Brasenose College de la Universidad inglesa de Oxford, donde destacó por su capacidad para la oratoria y su defensa del conservadurismo.
Fue miembro del elitista Club Bullingdon de Oxford, famoso por las borracheras de los estudiantes y por los daños materiales que provocaban fruto de una fuerte embriaguez.
Después de graduarse en Oxford, su padre le consiguió un trabajo como administrativo en una empresa de Hong Kong, donde estuvo apenas tres meses antes de volver a Londres para entrar en política.
Ya de regreso en Londres, David Cameron se casó en 1996 con Samantha Sheffield, de origen aristocrático, con la que tuvo cuatro hijos, Iván (2002-2006), Nancy (2004), Arthur (2006) y Florence (2010), pero su hijo mayor sufría parálisis cerebral y epilepsia grave, lo que finalmente le provocó la muerte en 2006.
Cameron fue asesor especial del exministro británico de Economía Norman Lamont, bajo el mandato de John Major, antes de hacer su primer intento por llegar a la Cámara de los Comunes en 1997 por la circunscripción inglesa de Stafford, pero su aspiración quedó frustrada por la aplastante victoria de los laboristas.
Tuvo que esperar a los comicios generales de 2001 para entrar en el Parlamento, al ganar el escaño por la circunscripción de Witney, en el condado inglés de Oxfordshire.
A partir de entonces, su carrera fue meteórica y, tras la victoria de los laboristas en las generales de 2005, fue elegido líder del partido en sustitución de Michael Howard.
Después de más de diez años de gobiernos laboristas, y sumido el Reino Unido en una profunda recesión, Cameron llegó al poder en mayo de 2010, pero tuvo que aliarse con los liberaldemócratas porque no obtuvo los escaños suficientes para gobernar en solitario.
Al entrar en Downing Street, el líder tory inició una política de profundos recortes en el sector público para superar la recesión y aplicó una política más euroescéptica, al prometer la convocatoria de un referéndum sobre la pertenencia o salida del Reino Unido de la Unión Europea si los tories ganaban las elecciones de hoy.
Cameron ha prometido convocar el plebiscito antes de que termine 2017, aunque primero buscará reformas en la UE, especialmente en áreas como la inmigración y la justicia.
También se ha comprometido a mantener la financiación del Servicio Nacional de Salud y a controlar la inmigración con la aplicación de duras medidas para dificultar el ingreso de ciudadanos comunitarios.
Pero entre sus medidas también figuró la de conceder al exministro principal escocés, Alex Salmond, del Partido Nacionalista Escocés, la posibilidad de convocar un plebiscito sobre la independencia de Escocia.
El 15 de octubre de 2012 acordó con Salmond la celebración de este histórico referéndum y permitió que la palabra 'independencia' figurase en la pregunta de la consulta.
Esa decisión, vista por muchos analistas como un auténtico error de cálculo, al ser tomada en momentos en que no se percibía una gran pasión por la independencia en Escocia, acabó por salirle bien.
El 18 de septiembre de 2014, los escoceses rechazaron en una consulta la independencia de Escocia que, de haber prosperado, hubiera supuesto el fin del Acta de Unión de 1707, por la que esa región está unida a Inglaterra.
Ese referéndum dio, sin embargo, alas a los nacionalistas escoceses, que en estas elecciones han cosechado un resultado histórico al pasar de los seis escaños que tenían en el Parlamento de Londres a acaparar la gran mayoría de los 59 asignados a esa región.