Los padres de alumnos se rebelan contra la primera 'reválida' de la Lomce
Un examen que llega trayendo cola. Más de 400.000 alumnos de tercero de primaria se someten desde este lunes a un examen nacional, la primera de las evaluaciones externas (rebautizadas como 'reválidas') previstas en la nueva ley educativa Lomce. La prueba ha suscitado el rechazo de muchos padres y, de hecho, en Cataluña la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPAC) recomiendan no llevar a los niños al colegio si se sabe el día exacto del examen o en su caso dejar claro su oposición a la prueba, según informa la Cadena Ser.
En la misma línea, la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) ha propuesto que los padres que lo consideren se dirijan al centro con un modelo de escrito para indicar que "no autorizan" que el alumno participe en la prueba por el "derecho a la educación de los hijos" y, si la dirección se niega, comunicarle que no asistirá ese día a clase por una "decisión familiar" privada.
Educación publicó en diciembre el modelo de examen, en el que se plantea a los niños de 9 años, entre otros temas, que escriban una historia imaginando que aterriza "un extraterrestre en el colegio".
Esta evaluación individualizada a cargo de las administraciones educativas sirve, según el ministerio, para la detección precoz de dificultades en el aprendizaje e incluye la evaluación de competencias lingüística y matemática. Si se dan resultados desfavorables en esta evaluación, se deja en manos del equipo docente el adoptar las medidas ordinarias o extraordinarias más adecuadas para ese alumnado.
¿QUÉ PASA SI SE SUSPENDE?
Educación recomienda que las pruebas se apliquen en al menos dos días, se puedan realizar en soporte papel o en formato digital y que la evaluación de la expresión oral se haga a través de entrevistas individualizadas, en parejas o en pequeños grupos. Posteriormente, se pretende informar a las familias, centros y administración educativa sobre el progreso de los alumnos y permitir el análisis de los resultados.
Pero, como indica la Ser, los padres consideran esa información insuficiente y reclaman información a la administración sobre qué ocurrirá si un alumno no supera la evaluación. "La LOMCE es muy ambigua en su redacción y dice que se tomaran medidas ordinarias y extraordinarias", recuerda Jesús Salido, presidente de la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA). "Lo que no sabemos qué tipo de medidas son esas", añade, " y si pueden suponer incluso la repetición de curso". También les preocupa que la ley permita hacer públicos los resultados.
Los sindicatos también han mostrado su rechazo a esta prueba. UGT ha mostrado su "inquietud" por la situación en que esta prueba deja al profesorado. "Va a tener que supeditar su labor docente al resultado de las mismas, sin poder participar ni en la elaboración ni en la realización de estas pruebas externas, que serán aplicadas y calificadas por personas que no conocen al alumnado, lo que en cierto modo demuestra la desconfianza del Gobierno hacia la labor docente, generando la desmotivación del mismo y socavando su autonomía profesional", avisó el sindicato en un comunicado.
La Lomce (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), además de esta evaluación, plantea otras al final de sexto de Primaria, cuarto de ESO y segundo de Bachillerato (es necesario superar las dos últimas para obtener los títulos correspondientes), diseñadas por la administración central previa consulta a las comunidades.