Unicef alerta del riesgo de tráfico de niños tras el terremoto en Nepal
La oficina de Unicef en Katmandú ha alertado del riesgo de que se produzca un incremento del tráfico de niños en Nepal tras el terremoto. Además, existe el riesgo de que problemas que ya existían en este país, como la desnutrición, se terminen agravando.
La jefa de Protección Infantil de Unicef en Nepal, Virginia Pérez, indicó en una entrevista con Efe que, según algunas de las primeras evaluaciones, en el distrito de Gorkha (norte) un 80% de las escuelas están destruidas y manifestó que están trabajando activamente para prevenir enfermedades.
Ya antes del terremoto del pasado día 25, que ha dejado más de 7.000 muertos, Nepal tenía unos índices de explotación infantil, de tráfico de menores y de abuso y violencia "muy altos", dijo la especialista.
Unicef está preocupado por el movimiento ilegal de niños "en medio del caos" asociado a cualquier emergencia, por lo que están trabajando con la Policía y las autoridades fronterizas.
"Nos preocupa evidentemente que vaya a más y todo eso sumado al trauma que los niños están pasando ahora mismo", agregó.
Destacó que hay informes de los 16 campos de desplazados en Katmandú, no se ha encontrado ningún niño no acompañado, y además se han hecho evaluaciones fuera de la capital para conocer la situación.
"Las noticias que nos llegan no son alarmantes en ese sentido pero tenemos que estar atentos porque sabemos que en todas las emergencias los riesgos son altos", subrayó.
12.000 VÍCTIMAS DE TRÁFICO AL AÑO
Pérez señaló que las cifras que maneja el organismo de la ONU son de 2001, cuando los números situaban en 12.000 los niños que eran víctimas de tráfico de personas al año.
"No sabemos hasta que punto esas cifras están actualizadas", agregó, al recordar que Nepal y la India tienen una frontera permeable que se puede atravesar sencillamente y sin documentos.
Explicó que el riesgo está en los "niños que se quedan sin cuidado" y en que, sin nadie a su cargo, se muevan "de un lado para otro", se separen de los padres y acaben en la India o en cualquier otro país.
"Aparte de lo que ya sabe todo el mundo: que hace falta un techo, que hace falta agua, que hace falta comida que es la respuesta más inmediata, desde Unicef lo que nos preocupa es que los problemas que ya existían antes ahora se agraven", indicó.
Entre ellos, citó la malnutrición y el temor a que "con la escasez de alimentos o la falta de acceso a alimentos tememos que empeore", dijo.
También destacó el retraso en el regreso a la escuela y que la falta de saneamiento pueda causar enfermedades, para lo que están mandando paquetes de higiene e informando a las comunidades.
"El trabajo infantil era otra problemática, ahora van a hacer falta muchas más manos para reconstruir las casas de los familiares", concluyó.