15 señales de que te estás convirtiendo en tu madre (GIFS)
Está pasando: cada vez te pareces más a tu madre. Dices sus frases, haces sus gestos, tienes sus manías, llevas a cabo todo eso que un día le echaste en cara... Es normal, al fin y al cabo, ella te ha criado y aquí todo se pega (en este caso concreto, la hermosura también). Y para que veas que eso es cierto, aquí tienes unos cuantos ejemplos:
1. Las manías se te han disparado y eres todo lo que te prometiste no ser: una insoportable Mónica Geller de la vida.
2. Controlas el tiempo (el meteorológico, principalmente): sabes perfectamente cuándo necesitas la "rebequita" de "por si acaso" y estás a punto de experimentar lo que es saber si lloverá en función del tu dolor de articulaciones. Por supuesto, todo lo justificas con un "en abril aguas mil"o "hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo", porque el refranero español es casi tan sabio como tu madre.
3. Las nuevas tecnologías empiezan a escapar de tu control: ¡¿Qué narices es ahora eso de Snapchat?!
4. Llevas sus pantalones: mom jeans se hacen llamar, para más inri.
5. Tu tolerancia al alcohol en sangre ha cambiado: ahora vas "piripi" (que no borracha, ojo) con dos copitas de vino blanco o con el vermú de los domingos. Y sufres su resaca al día siguiente.
6. "Pues cuando yo era joven (inserte aquí práctica noventera)"…
7. Cuando llegas a un hotel, lo primero que miras es si hay albornoz. Y lo
usas, claro.
8. Los invitados a tu fiesta de cada viernes son tu manta y tu sofá, porque "yo es que ya no estoy para estos trotes".
9. Tu bolso es una farmacia ambulante: ibuprofenos, kleenex, crema de manos… droga dura, vaya.
10. Has destrozado tantos jerséis desde que te independizaste que no te ha quedado otra que digievolucionar en tu madre y aprender cómo poner la lavadora según el tipo de prenda, color, tejido… Nada como mirar la etiqueta.
11. Ningún invitado se quedará con hambre: "¿Te frío un huevo? Mira que no me cuesta nada, ¿eh?".
12. Buscas piso pensando en el nivel de ruido que habrá en la zona de jueves a domingo: “¿Primero exterior? ¿En La Palma? ¿Te estás riendo de mí o qué?”.
13. Te hierve la sangre cada vez que ves a Justin Bieber con los pantalones por las rodillas. “Un mamarracho, eso es lo que es”.
14. Crees que alguien se ha muerto cada vez que suena el teléfono en tu casa más tarde de las 11 de la noche.
15. Eres esa persona que se queja en los sitios donde le atienden mal (aunque sea vía Twitter, que es la evolución millennial de lo que hace tu madre con la hoja de reclamaciones).