Cinco consejos para ejercitar tu memoria
Si estás leyendo este artículo será, probablemente, porque tienes menos memoria que un pez y la mayoría de las cosas se te olvidan en un abrir y cerrar de ojos. Pero, como en esta vida casi todo tiene solución (incluso la memoria), queremos que empieces a ejercitarla y puedas recordar todo aquello que tus amigos y familiares te cuentan a diario.
Pero, antes de nada ¿por qué es tan importante la memoria? Principalmente porque se trata de uno de los procesos psicológicos básicos de la mente, mediante el cual el organismo codifica, almacena y recupera información del pasado. Esto hace que la memoria y el aprendizaje estén íntimamente unidos y resulte complicado hablar de ellos por separado.
Si las capacidades relacionadas con la memoria son altas, probablemente exista bastante facilidad para realizar cualquier tipo de aprendizaje. Esto supone que, si entrenamos nuestra memoria, acabaremos apreciando una clara mejoría en nuestro aprendizaje gracias a la facilidad para almacenar nuestros recuerdos.
Te ofrecemos algunos consejos para ejercitarla y empieza a aprender. No te olvides: ¡sigue leyendo!
1. Enfoca tu atención. Con poner toda nuestra atención sin distracciones en una información concreta, aumentamos la capacidad de memoria para retener esa información.
2. Sesiones regulares: la disciplina y la constancia nos facilita el aprendizaje de cualquier información. Es mucho mejor dedicar algo de tiempo todos los días, que intentar memorizar mucha información en un corto periodo de tiempo.
3. Estructura la información: organizar y estructurar el estudio en conceptos, temas, ideas similares o hacer resúmenes ayuda y facilita el recuerdo de la información.
4. Uso de técnicas mnemotécnicas: estas técnicas facilitan el recuerdo de cualquier información mediante el uso de dibujos, canciones, listas de palabras, etc., que dinamizan el aprendizaje y facilitan la asociación y memorización del aprendizaje.
5. Cuéntaselo a alguien: cuando explicamos a alguna persona todo lo que hemos aprendido, estamos verbalizando el aprendizaje realizado y aumentamos la comprensión y el recuerdo de esa información.
6. Relaciona la información: relacionar conceptos, ideas y/o información antigua que ya forman parte de nuestra memoria a materiales de estudio nuevo y desconocido facilitan mucho el recuerdo de la nueva información.
Antes de comentar algunas de las estrategias para mejorar nuestra memoria es importante tener ciertas condiciones previas presentes para facilitar después nuestro trabajo de mejoría:
- Relajación: los ejercicios de relajación diarios durante al menos 15 minutos mejoran la memoria operativa y además reducen los desvíos del pensamiento aumentando la atención y la memoria.
- Chocolate: Sí, comer chocolate de forma moderada en pequeñas proporciones mejora el funcionamiento cognitivo, favorece la neurogénesis y promueve cambios en áreas responsables de la memoria y del aprendizaje.
- Ejercicio físico: hacer ejercicio físico revierte la pérdida de volumen de la estructura cerebral por el envejecimiento. Este volumen es fundamental para la memoria, y el ejercicio aeróbico aumenta el tamaño del hipocampo anterior, relacionado con la memoria espacial.
- Control de las emociones: las situaciones de ansiedad y estrés afectan muy negativamente al rendimiento de tu memoria y además dificultan la concentración.
- Dormir: descansar al día durante al menos 7 horas es necesario, no sólo por el propio descanso de la mente, sino también porque es durante el sueño cuando se decide la información que se va a almacenar y la que se va a ser olvidada.
- Imaginación: utilizar la propia imaginación para la asociación de un significado con una imagen mental, ayuda a la conservación y memorización de ese concepto, puesto que ha sido asociado a un aspecto visual.
Estas son algunas de las formas que existen actualmente para poder mejorar nuestra memoria, no solo mediante técnicas, sino aplicando nuevos hábitos en nuestra vida que nos permitirán aprender más y mejor. ¿Te acordarás?