14 fotografías que reflejan la esencia de la Feria de Abril de Sevilla
Desde el pescaíto y el alumbrao del lunes hasta los fuegos artificiales de este domingo, Sevilla vive su semana grande: la Feria de Abril. Las 1.050 casetas del Real acogen estos días a miles de sevillanos y turistas dispuestos a bailar, a beber y, sobre todo, a pasárselo en grande.
Aunque hay muchos mitos que desmontar —no, no todas las mujeres van vestidas de flamenca y no, no sólo se escuchan sevillanas—, la Feria deja abundantes estampas tradicionales de coches de caballos, lunares, peinetas y farolillos. Esta son algunas de las imágenes más espectaculares de lo que se está viviendo estos días en la capital andaluza:

Feria de Abril 2015

Durante semanas, las sevillanas preparan su traje para estos días. Un truco para reconocer a las de pura cepa: se colocan la flor en la parte alta de la cabeza, en ningún caso sobre la oreja. Sería un fake.

No es obligatorio vestirse de manera tradicional, pero sí se suele ir bastante arreglado. Pese a que el suelo de la Feria es de arena, los tacones parecen imprescindibles.

Aunque también se escucha —y se baila— otra música, las sevillanas son la reinas de la Feria. ¡Para eso estamos en Sevilla! Hay quien va a clases los meses anteriores para poder darlo todo. Los que no hayan podido hacerlo, siempre tienen ...

El calor aprieta —la temperatura supera fácilmente los 20 grados— y nada mejor que esta bebida o la manzanilla para refrescarse.

El sol suele pegar fuerte sobre el Real de la Feria, así que más vale ser precavido.

Sólo se puede decir una cosa: ¡olé!

La tradición manda que las casetas se cubran con lonas a franjas rojas y blancas o verdes y blancas. Algunos no se resisten a quedarse sin ver lo que cada una esconde tras esas franjas.

Si el traje de flamenca no tiene un bolsillo para guardar el móvil, se tira de imaginación.

Desde bien pequeños los sevillanos llevan la Feria en las venas.

El vestido, los tacones, el maquillaje, los pendientes... y la barra de labios. Ningún detalle se descuida, pese a las muchas horas que se pasa en el Real de la Feria.

No importa lo que depare el cielo, la Feria es sólo una vez al año y cuando llega, se aprovecha al máximo.

De cuando en cuando viene bien tomarse algún respiro. ¡La Feria es agotadora!

La fiesta continúa al caer el sol. Los contrastes entonces se hacen más evidentes. El atardecer ilumina los coloridos trajes de sevillanas y ensombrece los oscuros trajes de ellos.


