Manuela Carmena, candidata de Ahora Madrid: "Yo soy de izquierdas, sin ninguna duda"
Manuela Carmena (Madrid, 1944), candidata a la alcaldía de la capital con Ahora Madrid, la amalgama de partidos políticos -Podemos, Equo y exintegrantes de IU-, sociedad civil y ciudadanos independientes, cree que tiene posibilidades de ganar, y promete que será una regidora muy diferente: "Estoy segura de que todo el mundo se extrañará de tener una alcaldesa como yo", dice. Carmena, que se define como una persona de izquierdas y defiende una "autoridad sin privilegios", asegura que no usará un coche oficial y se moverá en metro, como hasta ahora, reservará un espacio de su tiempo diario para recibir a los ciudadanos, y fomentará el diálogo y la participación en la gestión del Ayuntamiento. Y seguirá sin militar en ningún partido, incluido Podemos, aunque sea su candidata oficialista.
Después de una vida dedicada al derecho, primero como abogada laboralista y después como jueza, Carmena se jubiló en 2010 "para hacer otras cosas". Desde entonces no ha parado. La magistrada recibe a El Huffington Post en su tienda social, un local de la calle Manuela Malasaña donde vende ropa de bebé que se produce en talleres de reinserción y cárceles. Cuenta que después de rechazar repetidamente la invitación a ser candidata porque consideraba que era el momento de los jóvenes, un día en Valencia, a donde fue a presentar La piedra de la paciencia, una película sobre mujeres en Afganistán , se sintió obligada a asumir el liderazgo. "Nos vamos a cenar y me cuentan que en Valencia va a salir de nuevo la señora Rita Barberá. Es que si las mujeres que no somos como ellas nos quedamos en casa...".
Le asocian con el PSOE porque todavía es patrona de la Fundación Alternativas y ha trabajado con Patxi López. Pero usted insiste en que es independiente.
Yo nunca he estado con nadie. Estuve en el Partido Comunista, por supuesto, en la época de la dictadura. Cuando decidí hacer las oposiciones no solo dejé el partido porque tenía que dejarlo, sino porque era el fin de un ciclo de mi vida, el de la lucha antifranquista. Una vez que pasó eso, yo me he sentido siempre una persona de izquierdas, que para mí quiere decir que uno de mis objetivos prioritarios es conseguir mayor igualdad y mayor justicia para todo el mundo. Y a partir de ahí no he estado nunca en ningún partido ni estoy interesada en estarlo, porque me siento muy distanciada del modelo de partido político que tenemos y de la situación en la que están ahora.
"Nos acercamos hacia un modelo nuevo que tiene que ver con construir socialmente la decencia"
Esto que se dice ahora de “no somos ni de izquierda ni de derechas”, ¿qué le parece?
Quien lo dice es porque será así. Yo soy de izquierdas, sin ninguna duda. Nos acercamos hacia un modelo nuevo que tiene mucho que ver con algo distinto, con construir socialmente la decencia. Para mí ser decente es que no puedas soportar la injusticia de que un niño no pueda desayunar, que a una persona la torturen, o el nivel de desigualdad que tenemos ahora. Me contaba una señora que trabaja de nueve a siete de la tarde y gana 500 euros. Son situaciones tan brutales que yo creo que si eres decente, no lo puedes soportar.
¿Qué tal lleva el trote de la campaña?
La campaña tiene algo de liturgia, y a mí normalmente las liturgias me provocan bastante desasosiego. Yo he insistido mucho en que no quiero ir a mítines. Uno dice una cosa. Los demás aplauden, se emocionan. La política tiene que ser algo más sencillo y a la vez más serio, porque los ciudadanos estamos debatiendo para ver cómo la ciudad puede ser mejor. A mí me espanta que haya personas que ahora mismo están cobrando, después de una tramitación de más de un año, tres euros al mes por la renta mínima. Esas cosas son tan absolutamente escandalosas que no veo serio el folclore. Lo único serio es estudiar mucho, y estar continuamente controlando si lo que vamos haciendo está bien o no, escuchando a todo el mundo, construyendo un mapa para conocer muy bien la ciudad.
Pero hay algunas cosas que me parecen bastante interesantes, y una es el diálogo constante que tú tienes con tu ciudad. Yo hago ahora lo mismo que hacía antes. Voy en el metro, hago mi compra, estoy en mi tienda, voy a mis conferencias. La gente me conoce, me saluda y me plantea cosas. Te das cuenta de lo interesante que es la perspectiva individual de cada una de las personas que vivimos en esta ciudad y cómo cada una tiene una idea clara de lo que debería ser el Ayuntamiento. Y luego te enteras de muchas cosas.
"La política tiene que ser algo más sencillo y a la vez más serio"
¿Qué cosas?
Una persona, por ejemplo, me contó cómo, a cambio de conseguir algo que necesitaba del Ayuntamiento, le habían pedido unos cheques regalo de El Corte Inglés. Me pareció sorprendente, pero me encantó enterarme de que eso pasa. Y me confirma que cuando quieres de verdad que haya participación, y tienes la puerta abierta para todo, es mucho más fácil acabar con la corrupción. Yo siempre digo que cuando se quiere acabar con la corrupción se acaba, que no es complicado. Lo que pasa es que hay que querer.
En lugar de dar mítines van a reunirse con los vecinos en los 21 distritos de la ciudad. ¿Han empezado ya?
Empezamos este sábado en Aluche. Y luego, además, voy a recibir en la sede cuando empiece la campaña electoral a todo el que quiera. Vamos a intentar contestar a todas las llamadas telefónicas, y a través de las redes. Hacer más información, no folclore.
Para cambiar la política, después de la campaña, ¿por dónde empezaría?
Fundamentalmente definiendo a una autoridad con el mismo rasero que el resto de ciudadanos. Una autoridad sin privilegios. Y que la existencia misma de la autoridad solo se justifique en el acierto de las medidas que se lleven a cabo. Esas son dos pautas claras. Para mí la política es organizar, dirigir la actividad de la gestión de lo público. Eso no es fácil y hay que dedicarle muchas horas y mucho acierto. Por eso me desagrada tanto esa sensación de chiste fácil, las ironías que se traen unos parlamentarios con otros. Estas cuestiones que para mí son bobadas. El sillón de plástico hinchable en la calle, el interrumpir a un señor pescadero que está tranquilamente vendiendo sus sardinas. ¿Pero esto qué es? Si aquí lo que hay que hacer es decir: "Señores, tenemos estos problemas. Vamos a ver cómo los mejoramos".
¿Qué le pareció que Pablo Iglesias le regalase al rey la serie Juego de Tronos?
A mí no me gusta que haya cruces de regalos entre los ciudadanos y las autoridades. Pero comprendo que si Pablo Iglesias tenía mucho interés en que el rey viese esa serie, a lo mejor le resultaba más difícil decirle: “Majestad, no se pierda usted los episodios…”.
Pero entra quizás en el folclore…
Sí, no me gusta demasiado. Sobre todo por el hecho del regalo. Porque muy poca gente sabe que no se debe hacer un regalo a una autoridad en relación a su posición. No creo que sea el caso, pero es muy complicado. Mejor que no haya regalos de ningún tipo.
"Podemos se ha orientado a ser un partido como los otros"
Sobre Podemos ha dicho que el “ir muy deprisa puede llevar a cometer errores”. ¿Cree que han cometido ya alguno?
Yo quizás sea un poco crítica en cuanto que la configuración de los partidos me genera muchas dudas. Podemos se ha orientado a ser un partido como los otros, con las pautas organizativas habituales, aunque tenga vocación de ser más plural y más asambleario. Y eso me parece que lo deberían repensar un poco más. Me parece que ha habido errores a veces de actitud. Las críticas injustas duelen mucho, pero forman parte de la libertad de expresión. Es muy importante que tú sepas que esas críticas no son solamente legítimas, sino que son necesarias, porque si no al final las autoridades acaban envaneciéndose, envolviéndose en su propio ego cada vez más, y todo esto es muy preocupante.
Habla también de los “riesgos” de estar en un partido. ¿Qué riesgos son esos?
El riesgo que tiene equivocarse es no darte cuenta de que te equivocas. Estás construyendo sobre terreno falso, y en algún momento tendrás que pagar las consecuencias. A mí eso me preocupa mucho, como siempre me ha preocupado el tema de los fines y los medios. Nunca he pensado que se pueda hacer algo bien con medios que no sean los adecuados.
¿Cree que el fenómeno Podemos se puede desinflar o se está desinflando?
Si no hubiera sido por el 15-M, y por la elaboración que Podemos ha hecho de una cosa tan difusa como el 15-M, no estaríamos donde estamos ahora. Hay que tenerles un agradecimiento extraordinario y pensar que han hecho lo más importante, es decir, abrir las puertas, las reflexiones. Pero es verdad que hay que hacer otro gran esfuerzo. Elaborar las alternativas para que esos problemas se solucionen es tan importante como el planteamiento. Ojalá lo puedan hacer y no se produzca desinfle alguno.
¿Cómo se gestiona la confluencia de Ahora Madrid, con gente muy diversa pero además con convicciones fuertes?
Yo creo que hay algo positivo, y es la masa que nos une: el programa. Y después, fundamentalmente, que la actividad nos crea sinergias. En lo que a mí se refiere, si me toca liderar ese equipo, haré lo imposible para que se generen esas sinergias. Sabiendo además que yo soy muy provisional por edad y por planteamiento personal. No intento más que hacer de puente y lo que voy a procurar es que queden las dos orillas ancladas de una manera fija. Pero el objetivo del puente es que pase el río por debajo y las personas por arriba. Quiero ayudar a hacer esa argamasa, pero la tiene que hacer esencialmente la candidatura, la gente joven.
¿Hay unas bases sólidas para que dure?
Ojalá. Ojalá seamos capaces de hacerlo. No lo sé. Haré todo lo que esté en mi mano para poner esa argamasa y dejar el puente bien hecho. Pero yo ya lo he anunciado, que tengo bastante caducidad.
"Yo soy muy provisional por edad y por planteamiento personal"
¿Ha participado en la redacción del programa de Ahora Madrid?
No, yo lo he encontrado ya redactado, pero sí estoy participando ahora mucho en concretarlo. Es un programa muy interesante, hecho por mucha gente, y además define la ideología del grupo. Como no somos un partido, es muy importante que tengamos ese nexo de unión.
¿Qué es lo que más le gusta del documento?
La participación. Todo el enfoque de un Gobierno participado, colaborativo, el presupuesto participado. Es extraordinariamente novedoso y cubre un deseo ciudadano sistemático. Hay que reconocer ese escándalo de que para presentar una ley [los ciudadanos], haya que acudir a las Iniciativas Legislativas Populares, que obligan a reunir tantísimas firmas, y que luego ni siquiera dan lugar de verdad a un debate parlamentario. Es una especie de burla para el ciudadano.
¿A qué tipo de madrileño cree que representa? ¿Quién cree que le va a votar?
Ahí sí que no lo sé. Creo que me va a votar mucha gente joven. Y creo que muchas mujeres. Me parece que tengo mucha sintonía con las mujeres, que hablamos de muchas cosas comunes.
¿Cómo sería la alcaldesa Carmena?
Pues distinta. Creo que se seré una alcaldesa muy diferente. Estoy segura de que todo el mundo se extrañará de tener una alcaldesa como yo. Eso sí lo aseguro.
Pero en lo concreto, ¿cómo sería un día en el Ayuntamiento de la alcaldesa Carmena? Ha dicho que va a renunciar al coche oficial, por ejemplo...
Iré como siempre, en el metro. Tendré que hablar mucho con la gente, y en el metro se habla mucho. Llegaré allí. No habrá ningún tipo de desayuno (no soy partidaria ni de los desayunos ni de los guateques). Me gustaría dedicar siempre una buena parte de mi tiempo a recibir a los ciudadanos. Y después me gustará mucho, todos los días, no quedarme en el despacho, sino ir pasando por distintas instituciones municipales. Diré, "hoy voy a ver las escuelas infantiles". Otras veces iré a la calle del Cobre, donde está uno de los cuarteles de la policía municipal. Y después me reuniré con mi equipo y estaremos viendo los resultados que dan lo que vamos haciendo. Y luego me iré a casa y volveré a hacer lo que hago siempre. Haré la comida. Iré a buscar a mi nieta al colegio. Lo normal.
¿Cómo sería el Madrid de Carmena frente al de Botella?
Tiene que ser un Madrid, de entrada, con muchos menos coches en el centro. Un Madrid que nos conquiste. Me gustaría que los madrileños nos acostumbremos a que andar es un placer, a viajar en transporte público, y que el transporte público sea cada vez mejor. Y eso ayudará a que baje la contaminación. Me interesan mucho los grupos ciclistas que están reivindicando que en Madrid haya carril bici. Me gustaría recuperar o conseguir un ambiente de muchísima libertad, que haya muchísimos espectáculos culturales. Pero a su vez también me gustaría que la vida de Madrid no estuviera solo en el centro, sino también en los barrios. Me parece muy sugestivo plantear una especie de turismo de barrio que a su vez realimenta el barrio. Igualmente, me parece muy bonito convertir el edificio de Cibeles en un jardín de todos, en el que además está el Palacio de las Comunicaciones, que a mí me gusta llamar del Ayuntamiento y de la sociedad civil.
"Cuando un funcionario asume que lo que hace tiene una gran repercusión para el bienestar de la sociedad, se vuelca"
¿Cómo se financiaría ese Madrid?
Hay mucho más dinero del que nos creemos. Estoy comprobando ahora que se han devuelto desde el Ayuntamiento partidas muy importantes de gastos sociales. Yo me he quedado sorprendida. El año pasado se han devuelto al presupuesto 34 millones, por ejemplo, de asistencia domiciliaria. ¿Cómo es eso posible? Como no se han gastado, han ido directamente a disminuir la deuda, además de las amortizaciones que ya estaban previstas. Es falso que no se pueden hacer cosas porque hay que pagar deuda. Se puede y si es necesario, hay que tener la fortaleza de renegociar la deuda. Y estoy convencida, además, de que los funcionarios pueden ser imparables. He trabajado toda mi vida con ellos y he visto que cuando un funcionario asume que lo que hace tiene una gran repercusión para el bienestar de la sociedad, se vuelca.
Todos los candidatos exhiben sus propuestas de bajar o subir impuestos (bueno, más bien de bajarlos), pero a usted sin embargo le molesta un poco que se le pregunte.
Sí, porque yo creo que habrá que bajar algunos y subir otros. Me encantaría documentarnos muy bien y que hiciéramos tasas e impuestos más inteligentes, no solo encaminados a conseguir dinero sino a conseguir que el objetivo que está detrás del impuesto se cumpla. Vamos a acabar con la contaminación, cuidar el medio ambiente, etc. Vale. Todos sabemos que hay demasiadas basuras. Pues, ¿por qué no vamos a primar a aquellas personas que tiran menos? A la inversa, ¿qué sucede con las personas que tienen edificios o solares que los dejan inactivos para esperar que haya una subida de los precios para conseguir unas rentas por la mera tenencia de los inmuebles? No parece muy legítimo, porque eso está privando el uso de personas que pueden necesitar esos bienes. Pues a lo mejor hay que crear una tasa que penalice un proceso puramente especulativo. Pero a lo mejor hay que plantear también que el IBI sea más desigual y sea más alto en unos sitios que en otros. Ya sé que todo lo que tiene que ver con índices y con baremos puede generar estructuras injustas, pero lo importante es tener mucha agilidad y estar revisándolas constantemente.
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¿Cuál sería su primera medida como alcaldesa?
Estudiar un plan de emergencia, encaminado a la insuficiencia alimentaria, de energía, de luz, agua, etc. Es muy triste, pero estamos en un momento de emergencia nacional en esos aspectos. Pero también, muy pronto, una de las cosas que me gustaría que no se olvidara es hacer un Observatorio contra la Corrupción en el que se empiece a estudiar todo el fenómeno, que esté abierto a todo tipo de informaciones por parte de los ciudadanos. Pero no necesariamente para remitirlo al Fiscal, que en su caso habrá que hacerlo también, sino para averiguar por qué se produce la corrupción, que para mí es lo más importante. Quizás por haber sido magistrada tantos años, lo que realmente me interesa es saber por qué se produce algo, cuando ese algo es malo. Para mí el castigo tiene un recorrido muy corto, porque no tiene más fin que hacer daño y pensar que ese daño va a cambiar las conductas. Y la realidad nos dice que el principio de que la que letra con sangre entra no es verdad. Eso nos obliga a ser muchísimo más inteligentes y estudiosos de por qué se producen los fenómenos que hacen daño a la sociedad y cómo cambiar las conductas para que no se vuelvan a producir.
Una de sus prioridades es la desigualdad. ¿Qué tiene en mente en ese sentido?
Lo primero que tengo en mente es que la desigualdad no es inevitable. Hemos vivido en una sociedad que plantea que lo mismo que hay altos y bajos, pues tiene que haber personas que tengan oportunidades y otras que no tengan ninguna. Y eso va en contra de la concepción del ser humano. Lo que hay que plantear es por qué se produce y cómo remediarla. Un principio muy importante para la igualdad de oportunidades es establecer que en lo que se refiere a las competencias del Ayuntamiento [en educación], las escuelas infantiles, con precios asequibles para cualquier persona, sean las mejores. Eso es una inyección para evitar la desigualdad.
"La desigualdad no es inevitable. Eso va en contra de la concepción del ser humano"
Lleva trabajando en el problema de los desahucios desde 1996, como jueza. ¿Ha encontrado la solución?
Falta que en las leyes se reconozca la ilegitimidad de dejar a una persona sin la vivienda. En algún sitio tiene que estar claramente establecido que cuando una persona, por las circunstancias que sea, deba dejar la vivienda que es de otro, que ha perdido su derecho por no haber podido pagar las cuotas, siempre habrá que proporcionarle otra. Ese tiene que ser el enfoque a largo plazo. Mientras eso se produce, que las resoluciones de los jueces del lanzamiento estén coordinadas con decisiones municipales en las que se proporcione una vivienda a esas personas. Ese es el objetivo esencial. Pero eso va a ser un proceso largo, sin duda.
¿Podemos hacer el ejercicio de repasar sus adversarios, sus virtudes y sus defectos?
A mí no me gusta hablar de adversarios, porque creo que hay que tener muchísimo cuidado con el lenguaje. A veces no reflexionamos lo agresivo que puede ser el lenguaje y el daño que pueden hacer las palabras. A mí me gusta más decir "los otros candidatos". Sí, sí, hacemos el repaso.
Esperanza Aguirre (PP).
Es una mujer inteligente, muy bien preparada, que tiene mucha experiencia política, pero se me alcanza que no debe ser candidata para el Ayuntamiento de Madrid. No resulta aceptable que una persona cuyo equipo está o gravemente imputado o en la cárcel, se desvincule de su responsabilidad. Máxime cuando todo ello parece que se debía a redes de corrupción. No era exclusivamente una corrupción aislada. Yo tengo una alta idea de lo que debe ser el liderazgo.
Antonio Miguel Carmona (PSOE).
Al señor Carmona lo conozco de la televisión. Me gusta lo dinámico y lo buen orador que es. Oigo muchas propuestas desvinculadas, pero me falta el enmarque de los que serían sus objetivos políticos. En última instancia, tiene algunas propuestas que me parecen interesantes y con las que me gustaría colaborar también.
Raquel López (IU).
Es la que menos conozco. Ser parte de un todo que se ha desagregado, que ha vivido ese desgarro de una falta de identidad... al partido le resulta difícil aportar una identidad que a mí me permita, por lo menos, conocerla un poco.
Begoña Villacís (Ciudadanos).
La conocí el otro día y me gustó. Es una persona muy joven, con un sentido claro de que la corrupción es inadmisible. Tengo mucha esperanza en que ella en modo alguno esté dispuesta para nada a comprometerse con alternativas de corrupción, y me parece que es una abogada interesante, con la que me podría entender muy bien.
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¿Ha leído sus programas?
He leído trozos de los programas pero no, no los he leído.
Y por lo que ha leído, ¿en qué asuntos y con quién cree que podría llegar a acuerdos?
En materia de desahucios podría llegar a acuerdos con todo el mundo, salvo con el Partido Popular, que en esa medida no dice nada. En otras cosas, evidentemente, en la corrupción, no se puede llegar a acuerdos con una dirección política que, en su manera de gobernar, ha permitido las redes más importantes de corrupción.
"No se puede llegar a acuerdos con una dirección política que ha permitido las redes más importantes de corrupción"
Según las encuestas, es posible que haya que hacer algún tipo de pacto o de acuerdo tras las elecciones. ¿Cómo se van a decidir en Ahora Madrid?
Será necesario un proceso de reflexión dentro de la propia candidatura y habrá que tenerlo muy en cuenta. Pero mi postura será buscar lo que nos une, e intentar unirnos por proyectos y no tanto por reparto de Concejalías.
El miércoles pasado Ana Botella aceptó su petición de reunirse con ella. ¿Qué le va a preguntar?
Estuvo estupendamente, se puso al teléfono de forma inmediata y me dijo que sí, que le parecía interesante que tuviésemos esta reunión. Creemos que el espíritu de la Ley de Transparencia, que el Gobierno que concluye su periodo de Gobierno esté dispuesto a facilitar todo lo que sea necesario para los proyectos electorales que están preparando las alternativas. Esto debería estar incorporado en la Ley Electoral, con lo cual nos evitaríamos esas cosas tan desagradables como que cuando llega un partido al poder dice, "ay, yo creía que esto se podía hacer, pero vista la herencia recibida...".