De los penes voladores al confetti ninja, siete formas de incomodar a un político
Mario Draghi ha visto interrumpida su intervención por una activista que le ha cubierto de confetti, lanzando papeles y gritando "¡fin a la dictadura del BCE!". Pero más allá de la mujer ninja lanza confetti, hay muchas otras figuras públicas que han sufrido situaciones similares.
En el caso de los americanos, resulta muy popular la opción de lanzarles un zapato, como les ha ocurrido a George Bush y a Hillary Clinton. Para Obama optan por una opción más cultural, arrojándole un libro. Los españoles suelen recurrir más al insulto y gesto soez, que se lo digan a Cristóbal Montoro, al que un manifestante hizo un corte de manga mientras le daba un golpe a su coche.
Pero el premio a la interrupción más original se lo llevan los rusos, que indignaron a Gari Kaspárov con un escuadrón de penes voladores, mientras pronunciaba un discurso en Moscú en 2008. Los aparatos, manejados por control remoto, tuvieron que ser golpeados por los responsables de seguridad.