Lubitz fue tratado por tendencias suicidas antes de conseguir su licencia de piloto
La fiscalía de Dusseldorf, que está investigando a Andreas Lubitz, el copiloto del avión de Germanwings que se estrelló el pasado martes en los Alpes franceses, ha afirmado que éste recibió hace varios años "atención psicoterapeútica por tendencias suicidas" durante un periodo prolongado. Este tratamiento fue antes de obtener su permiso como piloto.
"Posteriormente hubo más visitas médicas con prescripción de baja, sin que en ella se constataran tendencias suicidas o agresivas", ha subrayado en un comunicado firmado por el fiscal Ralf Herrenbrück, en el que señala que de la documentación confiscada no se desprende que el copiloto, Andreas Lubitz, tuviera "ninguna enfermedad física".
Tras hablar con varias personas de su entorno personal y laboral, la fiscalía ha defendido que sustenta su investigación solo en "hechos". Por eso, ha descartado "especular" sobre cuáles fueron los motivos que llevaron a Andreas Lubitz a, presuntamente, estrellar de forma intencionada el Airbus A320 con 150 personas a bordo.
El viernes pasado, la fiscalía había revelado que Lubitz tenía un parte de baja roto en su vivienda que le eximía de ir a trabajar el día de la tragedia, si bien no especificó qué enfermedad le aquejaba. Durante el fin de semana, varios medios han publicado informaciones sobre los problemas psicológicos del copiloto e incluso problemas de visión que podrían en peligro su futuro como piloto.
SIN MENSAJES O ANUNCIOS
Según ha explicado la Fiscalía, siguen sin encontrarse pruebas que pudieran haber anunciado lo sucedido o un mensaje en que Lubitz asuma la autoría de la tragedia.
Las investigaciones llevadas a cabo en el entorno familiar y personal del copiloto y en su lugar de trabajo tampoco han arrojado "indicios consistentes que ayuden a explicar los posibles motivos" de su actuación.
El comunicado completa las informaciones facilitadas el pasado viernes por la Fiscalía de Düsseldorf, que avanzó entonces que entre los documentos incautados en las viviendas del copiloto había "bajas médicas, actuales e incluso vigentes para el día de los hechos, hechas pedazos", ocultadas a su empresa.
No obstante, sigue sin precisar la enfermedad que podía padecer el copiloto, limitándose a constatar que fue tratado hace años por sus "tendencias suicidas".
La semana pasada, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, informó de que Lubitz había interrumpido su formación durante meses, hace seis años.