Andalucía vuelve a ser socialista, hunde al PP y deja paso a Podemos y Ciudadanos
Hace tres años, el PSOE dejaba de ser la fuerza más votada en Andalucía en plena crisis económica y asfixiado por el caso de los ERE. Pero, in extremis y por sorpresa, conseguía mantener la Junta de Andalucía gracias a un pacto con Izquierda Unida y frenaba así al PP liderado por Javier Arenas -que se había paseado por la campaña como ganador con mayoría absoluta-.
El entonces líder socialista, José Antonio Griñán, comparecía aquel 25 de marzo arropado por los suyos. A su derecha se situaba una treinteañera desconocida para el gran público. A ella le encargó que fraguara en el hotel Abba Triana un acuerdo con IU para que el Palacio de San Telmo siguiera pintado de rojo. ¿Su nombre? Susana Díaz.
Nadie imaginaba lo que cambiaría la política andaluza desde entonces. Este domingo, 22 de marzo, Díaz ha conseguido ya como ‘número uno’ que el PSOE vuelva a ser el partido mayoritario en la comunidad -aunque mantiene los 47 diputados-. La secretaria general de los socialistas andaluces se enfrentará a partir del lunes a un escenario que nunca se había vivido en el Parlamento autonómico: 5 partidos.
La España del bipartidismo está dando paso a una más ‘italianizada’, con mayor fragmentación. Además del PSOE y un hundido PP (33 parlamentarios), en el Hospital de las Cinco Llagas se sentarán los emergentes Podemos (15) y Ciudadanos (9) y la alicaída Izquierda Unida (5).
El tan criticado bipartidismo ha bajado en apenas tres años del 80% al 62%, lo que demuestra la amenaza que suponen tanto los de Pablo Iglesias como Albert Rivera. Pero, no obstante, no está tan muerto como presagiaban las elecciones europeas, cuando por primera vez los dos grandes partidos no alcanzaron el 50% de los sufragios.
Se abre un nuevo escenario en el que serán necesarios los pactos para poder sacar adelante las leyes en un asamblea con 109 diputados. El PSOE ha logrado una mayoría amplia, pero se ha quedado a ocho de la absoluta. A lo largo de la campaña, Díaz ha asegurado que no piensa pactar ni con el PP ni con Podemos. Entonces, tendría que tener la vista puesta en Ciudadanos e Izquierda Unida. Con los últimos -socios de Gobierno hasta hace un mes- no le salen las cuentas y los ‘narajas’ ya avisaron de que no pactarían con el PSOE si no eran la fuerza más votada.
Todo apunta entonces a que Díaz intentará gobernar con la técnica de la ‘geometría variable’, bautizada así en la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero y consistente en buscar apoyos para cada una de las leyes y sin casarse con nadie. Cuando rompió con IU en enero, Díaz hizo la metáfora de que era un matrimonio en el que uno le iba a pedir el divorcio dentro de un tiempo. Pues parece que ahora será una cuestión de solteros que buscarán pareja para cada baile.
DÍAZ LLEVA AL PSOE A LA VICTORIA
Con toda la guardia pretoriana, Díaz ha salido exultante esta noche a celebrar que los andaluces han dicho “claro” que el PSOE es el ganador de las elecciones. “Una victoria histórica e indiscutible” ha dicho. Y algo de histórica tiene, por lo menos para los socialistas, ya que es la primera mujer del partido que gana unos comicios autonómicos. Ninguna había conseguido una victoria a tan alto nivel.
La apuesta de adelantar las elecciones tenía muchos riesgos para el PSOE. Era una de las dos únicas comunidades que gobierna, el gran referente institucional socialista. Una derrota podía ser la puntilla para el partido. Pero ha conseguido mantener los escaños y, sobre todo, arrancar este trepidante año electoral -faltan las autonómicas, municipales, catalanas y generales- con una victoria en las urnas. Hacía mucho tiempo que no podían presumir en toda España de un resultado tan sólido.
Además, los socialistas han logrado frenar la sensación de que Podemos se podía convertir en partido de gobierno. Asimismo, han conseguido teñir de rojo casi todo el mapa autonómico al imponerse en siete provincias. Tan solo se les ha resistido Almería, el gran feudo de los populares en la comunidad. Y para socialistas, Jaén y Huelva, con apoyo superior al 40%.
Esta victoria tiene muchos ecos en todo el país, aunque muchos digan que los resultados no son extrapolables. En Ferraz, la dirección del PSOE cree que puede suponer el inicio del cambio de ciclo con un PP hundido en la comunidad más poblada. Pero también tiene una lectura interna en el partido. Díaz sale reforzada con esta victoria. Ella se ha encargado de repetir que su prioridad es Andalucía, pero si las autonómicas y municipales no salen bien, ella será el referente al que recurrirán algunos sectores para dar la batalla a Pedro Sánchez. Esta guerra quedará en el subsuelo hasta que se celebren los próximos comicios.
EL TITANIC DEL PP
Las cifras han provocado escalofríos en Génova. Los populares se han despeñado con su nuevo candidato, Juanma Moreno, una apuesta personal del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En tres años se han dejado por el camino 17 escaños, pasando de los 50 actuales a 33 a partir de mañana.
Los andaluces han castigado duramente al partido del Gobierno y medio millón de ellos le han retirado su voto. El principal beneficiado es Ciudadanos, que ha dado una de las sorpresas de la noche al conseguir más de 360.000 votos. Pero las cuentas también evidencian que no todos los defraudados de los populares se han ido con los de Albert Rivera, sino que se han marchado también en miles a partidos de izquierdas.
Los populares ya sabían por las encuestas que las opciones de ganar no eran muchas, pero no esperaban este batacazo. No obstante, poca autocrítica se ha escuchado por parte de los populares. Moreno se ha aferrado a que ha hecho una “buena campaña” y se ha mostrado convencido de que “más pronto que tarde” llegará el cambio en Andalucía . ¿Dimisión por el fiasco? Nada de nada. No ha tirado la toalla y ha dicho que va a seguir “trabajando” para que cambien las cosas en Andalucía.
Rajoy ha seguido con la plana mayor del partido los resultados en la sede en Madrid. Tal ha sido el golpe que ha tenido que dar la cara ante los periodistas un dirigente de segunda fila: el portavoz del comité de campaña, Pablo Casado. Los populares se aferran a la esperanza de que mejoren sus resultados en Andalucía en las municipales de mayo, donde suelen ser más fuertes gracias al voto urbano.
EL DEBUT CON GARRA DE PODEMOS
Cuando Díaz convocó las elecciones, Podemos no tenía ni líder en enero. Los de Pablo Iglesias tuvieron que acelerar sus procesos internos y elegir rápidamente a su ‘número uno’. Teresa Rodríguez dejó el Europarlamento y se ha convertido este domingo en la portavoz del tercer partido andaluz.
Por el camino se han llevado por delante a Izquierda Unida, partido con el que ya se presentó Rodríguez con 18 años al Parlamento andaluz. Le ha arrebatado la histórica tercera posición que mantenía siempre la federación de izquierdas.
Casi 600.000 votos han ido a los morados, que han logrado representación por todas las provincias andaluzas. En este primer asalto han demostrado su fuerza principalmente en tres provincias: Cádiz (3), Sevilla (3) y Málaga (3). Y un dato muy significativo es el de que han logrado ganar en Cádiz capital, urbe dominada por el PP desde 1995. Tiembla Teófila Martínez.
Un debut con mucha garra, pero no han logrado materializar su deseo de ser una fuerza mayoritaria para gobernar. Rodríguez ha puesto en valor que el bipartidismo ha perdido 17 escaños, mientras que Podemos ha conseguido 15 desde cero. “Podemos es el protagonista de ese cambio”, ha remachado.
CIUDADANOS, EL INVITADO AL QUE NADIE ESPERABA
Hace un mes nadie los esperaba en el Parlamento andaluz… y Ciudadanos se ha llevado 9 escaños. Se ha convertido en un plumazo en el cuarto partido y ha superado a la histórica y potente federación andaluza de Izquierda Unida.
Es la primera vez que consiguen entrar en una institución fuera de Cataluña, donde nació el partido en 2006 frente a la deriva nacionalista. La ‘tercera vía’ impulsada por Albert Rivera ha comenzado en Andalucía un camino para estar presentes en toda España a partir de las elecciones regionales de mayo. Las elecciones generales serán su objetivo final.
Y las cosas de la vida le han convertido en la pareja que necesitaría Díaz si quisiera un pacto formal en la Junta. No obstante, el candidato de C’s, Juan Marín, ya dijo que no pactaría con los socialistas si su partido no era el más votado. “Nada de cambiar consejerías ni sillones por un pacto de gobierno de sumisión a nada", ha señalado esta noche electoral.
LA PRIMAVERA ANDALUZA MARCHITA A IU
Una buena campaña puede no encontrar luego votos. Eso le ha pasado a Izquierda Unida, cuyo líder, Antonio Maíllo, se ha llevado buenas palabras de todos durante los quince días de campaña. ¿El resultado? Solo 5 diputados y algo más de 270.000 sufragios (en 2012 lograron 438.372).
IU confiaba en que darían la sorpresa y que las encuestas estaban cocinadas. Les pasó en 2012, cuando consiguieron el doble de escaños de lo que decían los sondeos. Los de IU se han olvidado esta noche de la moqueta de las consejerías, donde impulsaron algunas de las leyes más aplaudidas del anterior Gobierno como el decreto antidesahucios. Díaz les acusó de forzar la máquina cuando anunciaron un referéndum sobre su continuidad, un proceso que se veía en clave interna como un acto para mostrar su lado más izquierdistas frente a la irrupción de Podemos. Nunca ha existido química entre la presidenta y Antonio Maíllo, pero ya no importa. IU ha quedado fuera de juego.
Tanto Maíllo como Alberto Garzón, candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, han reconocido el mal resultado. Ahora se tienen que enfrentar al dilema sobre el futuro de la federación con casi 30 años de historia, que ha visto como aquellos ‘chicos’ que crecieron bajo sus faldas le han robado su parte de la tarta. Y muchos se preguntan cómo van a afrontar este ciclón a nivel nacional tras marchitarse en una comunidad donde se suponía que eran más fuertes. Eso sí, si hay una formación que sabe de altibajos, esa es IU.
Andalucía ya ha hablado. Y, como dice su himno, la bandera blanca y verde vuelve tras siglos de guerra, a decir paz y esperanza.