El chiste del papa: "¿Usted sabe cómo se suicida un argentino?"
El papa Francisco cumple este viernes dos años de pontificado y está pletórico. De buen humor. Prueba de ello es que bromeó sobre la idiosincrasia de los argentinos y hasta contó un chiste sobre el gran "ego" que se les atribuye, en una entrevista con la cadena de televisión mexicana Televisa.
En la entrevista, que la cadena ha divido en dos partes, Francisco habla de una amplia variedad de temas, incluido sus gustos y "penitencias" y de algunas de sus afirmaciones más polémicas.
En un momento, la corresponsal de Televisa en el Vaticano, Valentina Alazraki, le pregunta sobre su particular forma de contestar de forma personal a algunas de las cartas de sus fieles. Francisco empieza entonces su explicación diciendo que lo que iba a decir podría traerle "un problema personal" en su país.
"Simplemente cuento lo que me ha pasado", agrega, para hablar luego de cuál fue la reacción en su país a su nombramiento. "Los argentinos, cuando vieron un papá argentino, se olvidaron de todos los que estaban a favor o en contra del papa argentino; los argentinos, que no somos humildes y que somos muy engreídos...", empieza a decir.
Es entonces cuando, para sorpresa de la entrevistadora, el papa le pregunta: "¿Usted sabe como se suicida un argentino?, se sube arriba de su ego y de allí se tira abajo". El pontífice recuerda que cuando vivía en Buenos Aires era "muy callejero", pues "iba, venía por las parroquias".
SU PONTIFICADO SERÁ "BREVE"
Por otro lado, el papa ha asegurado que tiene la sensación de que su pontificado va a ser "breve", de "cuatro o cinco años" y ha apuntado que él es "de la idea de lo que hizo Benedicto XVI", que renunció.
"Yo tengo la sensación que mi Pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. No sé, o dos, tres. Bueno dos ya pasaron. Es como una sensación un poco vaga. No sé qué es. Pero tengo la sensación que el Señor me pone para una cosa breve, no más", afirma en una entrevista con Televisa, recogida por Europa Press.
En todo caso, afirma que a él no le gusta poner una edad límite, como los 80 años por ejemplo, pero recuerda que Benedicto XVI "abrió una puerta" y "no hay que considerarlo como una excepción sino una Institución".
El papa también confiesa que, aunque "no" le "disgusta" ser papa, lo único que querría es poder salir un día sin que nadie le conociera, e irse "a una pizzería a comer una pizza".
LE CUESTA "UN POQUITO" ACOSTUMBRASE A SU VIDA
Indica que le cuesta "un poquito" acostumbrarse a su actual vida en el Vaticano, aunque ya se ha habituado porque ha encontrado otras maneras de "callejear", como el teléfono. Revela justamente que su "gran penitencia" son "los viajes", pues no le gustan.
"Yo soy muy pegado al hábitat, es una neurosis. Una vez leí un libro muy lindo que se llama: 'Alégrese de ser neurótico'. Entonces, uno tiene que descubrir las neurosis que tiene, cebarle mate todos los días, tratarla bien, para que no le haga daño ¿no?", explica.
Confiesa, asimismo, que ir a Roma antes de ser papa no le gustaba, porque había "algún ambiente de chisme", por lo cual se iba "enseguida".