Las 13 poses más icónicas de la alfombra roja de los Oscar
Infografía de STYLIGHT.es
La mayoría de las actrices se desenvuelven con naturalidad a la hora de desfilar delante de paparazzi de todas las partes del mundo, como si posar para ellos no fuera nada intimidante o estresante. Saben que al final lo más importante, en cuanto al estilo, no es el ni el vestido ni el maquillaje, sino la actitud. "La pose es decisiva en cuanto a cómo será percibido el vestido", afirmaba la estilista Tanya Gill, durante una entrevista a Pret-a-Reporter. Cuando Lupita Nyong’o ganó su primer Oscar, todo el mundo recuerda que lo hizo enfundada en un vestido de Prada azul cielo. Para esa ocasión recreó el gesto de La vuelta real, dado que "es elegante y perfecta para posar al final de la alfombra roja, especialmente si se combina con un vestido de cola. La clave es poner la espalda recta, los pies mirando al frente y girar la cabeza, suavemente, a la vez que se sonríe", comenta Kerstin Weng, Editora de Moda de Stylight.
Alguna actrices conocen el poder que se esconde detrás de un posado icónico, y por ello se han creado la suya propia. Un buen ejemplo y que no puede pasarse por alto es la extravagante pose Angelina. Después de que la pierna de Angelina Jolie se asomara por la apertura de su vestido de terciopelo negro de Atelier Versace durante la ceremonia de los Oscar del 2012, la pose se hizo viral. Con ésta pudo apreciarse el importante rol que juegan los vestidos porque, después de todo, las actrices tienen que lucir y enseñar estos diseños joya. Por eso mismo, cuando Cate Blanchett llevó un Givenchy Alta Costura durante la 83ª entrega de los Oscar, apostó por la pose Cascada, "para que se pudieran apreciar los detalles del vestido y la pedrería que recorría todas las mangas y escote". Se caracteriza porque "deja apreciar los detalles del vestido".
Hay otros posados como los Dos arcos que resulta "idónea para lucir con diseños que contienen mangas elaboradas, ya que con ella se puede apreciar todo el trabajo del diseñador"; hay otras que pueden cambiar tu cuerpo como la Tetera o Punta al lado; para poder enseñar los accesorios tenemos la de Las manos juntas, Emma Watson la recreó en la gala de los Oscar de 2014, donde gracias a ella se pudieron apreciar y ver las joyas y el clutch que llevaba.
Los vestidos elegidos para los eventos de la alfombra roja llegan directamente desde la pasarela, y de ahí las comparativas sobre cómo lo llevó la modelo y los cambios que se le han hecho al mismo vestido para que lo vista la actriz. A los medios les gusta este tipo de comparativas, y después preguntarles a sus lectores quién lo llevaba mejor. Por eso es tan importante la pose: ésta puede marcar la diferencia.
Hay una única pose que no vemos al comienzo de la alfombra roja, pero que se lleva toda la atención, o incluso más: La pose con el Oscar. No hay nada estipulado sobre cómo hay que aparecer con la estatuilla de oro, todos dejan simplemente que sea el galardón quien brille por encima de ellos.