Arturo Fernández usó la 'tarjeta black' de Caja Madrid en sus restaurantes porque son suyos y "más baratos"
Arturo Fernández se gastó buena parte de sus cargos a la tarjeta black que tenía de Caja Madrid en sus restaurantes, porque son suyos "y más baratos".
El expresidente de la patronal madrileña CEIM ha defendido este miércoles que la tarjeta que le entregó Caja Madrid para "libre disposición" era "transparente". En octubre de 2014 Fernández devolvió el dinero que había gastado y aseguró que nadie le había advertido de que la tarjeta era opaca.
Fernández ha declarado como imputado por el escándalo de las tarjetas opacas ante el juez Fernando Andreu, que le ha preguntado si "conoce el restaurante Cantoblanco", donde cargó entre febrero de 2010 y enero de 2012 unos 9.400 euros de los 37.326,57 euros totales que gastó con su visa, han informado fuentes jurídicas.
A continuación, el magistrado ha querido saber a qué respondían, a lo que ha contestado que "obviamente es causa de sus relaciones institucionales", que desarrolla en su restaurante, donde tiene abierta una cuenta como en el resto de locales del grupo, de la que después hacía una liquidación.
REDONDEABA LA CUENTA
"¿Por qué en sus restaurantes?", ha preguntado el magistrado, a lo que Fernández ha aclarado que, además de ser de su propiedad, "son más baratos". Además, ha reconocido a Andreu que "redondeaba" la cuenta, pero a la pregunta de por qué todos los movimientos aparecen siempre a las 0.50 horas, ha dicho que lo ignora y que dependía de "la chica que hace la cuenta".
Según su declaración, recibió su visa de Caja Madrid "de libre disposición" de manos del exvicepresidente José Manuel Fernández Norniella, y después dispuso de una de Bankia con las "mismas condiciones" y que siempre pensó que era "transparente".
Fernández ha sido uno de los cuatro imputados para los que hoy la Fiscalía Anticorrupción no ha reclamado fianza civil, en su caso porque ha devuelto íntegramente el importe gastado en la cuenta que el FROB abrió en Bankia con este fin.
No solo Fernández gastó la mayoría de su asignación en los restaurantes de su grupo. Su concuñado y exvicepresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, que cargó más de 82.000 euros a su visa, desembolsó en restaurantes del grupo Cantoblanco y otros propiedad de Fernández, como Edelweiss o Hispano Bar Buffet, más de 45.000 euros, casi siempre en pagos redondos de 1.800 euros, y otras veces de 1.600 o 1.200 euros.