El Congreso insta al Gobierno a fomentar el ajedrez en la escuela
El Congreso ha dado el primer paso para que el ajedrez sea considerado una disciplina deportiva y se fomente en las escuelas.
La Comisión de Educación de la cámara Baja ha aprobado por unanimidad una proposición no de ley presentada por el PSOE en la que se reclama al Gobierno que implante el programa Ajedrez en la escuela en el sistema educativo español, de acuerdo con las recomendaciones del Parlamento Europeo, y que se promocione como deporte, fomentando su práctica.
En España ya hay varios centros educativos que incluyen el ajedrez como una materia obligatoria, optativa o extraescolar. Según explicaba el diario El País en el año 2012, "el índice de satisfacción entre alumnos, padres y profesores es superior al 80%". En dicho artículo, se destacaban los colegios Luis Vives de Elche (público) y El Altillo de Jerez de la Frontera (privado), donde el ajedrez es obligatorio. También el colegio privado Mirabal de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde el ajedrez se lleva impartiendo desde 1995 y "es práctica común para todos los alumnos que no eligen música y para casi todos los que no acuden a las clases de religión".
El diputado socialista Pablo Martín considera que, a pesar de estas experiencias locales, a esta práctica le hace falta un impulso estatal para que se pueda avanzar en la introducción, siempre con respeto a las competencias de las comunidades autónomas y a la autonomía de los centros, para la implantación del ajedrez.
"¿Por qué el ajedrez y no otras? No sólo por las capacidades pedagógicas sino que para su práctica no hace falta desembolso económico sino una tabla y unas piezas, o el software donde haya ordenador. Se habla de una actividad cuyo coste es muy baja y además, la práctica no sólo se puede llevar a cabo en un aula sino que además en otros espacios públicos como parques o bibliotecas", ha argumentado.
A su juicio, el ajedrez es una actividad democrática que fomenta la cohesión social y la igualdad de oportunidades porque no hace falta tener ninguna capacidad económica para poder desempeñarla, sino que sólo hace falta el intelecto y es un ejercicio que no produce discriminaciones de ningún tipo porque las blancas y las negras tienen igual capacidad y oportunidad.