Fernández Vara, al PSOE: "No enredemos"
Llega a la redacción de El Huffington Post tras una intensa jornada en Madrid. Guillermo Fernández Vara ya está en plena precampaña y se juega su futuro político el próximo 24 de mayo, cuando intentará derrotar a José Antonio Monago -que le ganó en los comicios de 2011- y volver a la Presidencia de la Junta de Extremadura.
Durante estos días, Vara intenta rebajar la tensión interna en el partido, donde algunos sectores cuestionan la legitimidad del actual líder, Pedro Sánchez. El secretario general del PSOE de Extremadura, que apoyó a Eduardo Madina en la consulta del pasado año, defiende al actual líder y pide a los que están “en la sala de máquinas” que “no enreden” contra el ‘número uno’ socialista.
Es sincero, habla directo y manda avisos para navegantes. Vara en estado puro.
¿Cómo se encuentra y cómo encara la campaña de las elecciones autonómicas del 24 de mayo?
Me encuentro con unas ganas enormes de convencer a la gente de que es necesario un cambio en Extremadura y ese día va a ser muy importante porque soy consciente de que ha acabado una etapa en España y en la región y empieza otra. Poder participar en estos tiempos de cambio me agrada, sabiendo que es un tiempo complicado en una comunidad con 150.000 desempleados (una tasa del paro del 30%). No va a ser fácil, pero me encuentro con mucho ánimo.
¿Qué expectativas electorales tiene? ¿Maneja alguna encuesta?
La última encuesta que tenemos son las elecciones europeas que fueron apenas hace diez meses y en las que estuvimos cuatro o cinco puntos por encima del PP. En Extremadura tradicionalmente quien ganaba las elecciones autonómicas ganaba las europeas. Seguimos siendo importantes para la vida de la gente.
Su gran rival en las elecciones es el presidente de Extremadura, José Antonio Monago. ¿Cómo lo ve políticamente tras la polémica de los viajes a Canarias?
Siempre he dicho que me producía pudor hablar de eso mientras había tanta gente pasándolo mal. Ha habido algunos entre los míos que me han dicho que debía haber estado más duro, haber aprovechado la situación, pero yo tengo que hablar de lo que tengo que hablar, que es de la gente que lo está pasando mal. Tengo una manera de hacer política, que es pensando cómo arreglar los problemas a la gente y no los nuestros.
Estas elecciones van a ser diferentes por la irrupción de Podemos. ¿Qué piensa sobre este nuevo partido y cómo van a enfrentarse a ellos?
Veo todo esto como un ciclo que se terminó, pero que no es malo. En todas las facetas de la vida los ciclos empiezan, se desarrollan y mueren. De nosotros va a depender si vamos a ser importantes en esta nueva etapa. ¿Qué tenemos que hacer? Cambiar. Lo primero que hizo Alfredo Pérez Rubalcaba tras las elecciones europeas fue asumir que los ciudadanos nos habían dicho que hasta aquí habíamos llegado: o cambiáis o cambiamos. Algunos hemos decidido cambiar nuestras organizaciones, elegimos a un nuevo secretario general, introdujimos el modelo de primarias para elegir candidatos, hemos cambiado gran parte de nuestro proyecto.
Hablaba del cambio del PSOE. En julio se eligió como nuevo líder a Pedro Sánchez. ¿Cómo está seis meses después?
Lo veo como un secretario general que ganó entre la militancia y en el congreso. No podemos olvidar que es el primero de la historia elegido por todos los militantes socialistas. Eso quiere decir que tiene toda la legitimidad del mundo para poder desarrollar su proyecto, que no es el suyo, sino el mío y el de todos. Las primarias no fueron una anécdota, sino un proceso con candidatos que se reunían con los compañeros y les decían lo que querían hacer.
Es una persona consciente del enorme caudal de confianza que tiene. Ahora, lo que ocurre es que es un momento difícil. Es mucho más fácil dirigir un partido cuando tienes también el Gobierno. Pedro está intentado llevar un proyecto hacia adelante y yo le estoy ayudando y apoyando. Si no creemos en el poder de la militancia, cómo vamos a creer en el poder de los ciudadanos con su voto.
¿Tiene que ser Sánchez el candidato a La Moncloa? ¿Lo apoyaría?
En el congreso decidimos que, además de elegir secretario general, iba a haber primarias. Lo decidiremos cuando haya primarias. Ahora, en la cultura de este partido y muchos militantes me entienden perfectamente, cuando el PSOE somete a sus militantes la decisión sobre el secretario general no se está eligiendo a un gestor o al gerente de Ferraz, sino a un líder. Por mucho que algunos se empeñen en que no sea así.
Cuando he visto a Pedro en Extremadura, que va con mucha frecuencia, los ciudadanos no lo ven como el gerente de Ferraz, llega la nueva cara del PSOE. Y eso es de lo que algunos no se han dado cuenta y han puesto en debate el liderazgo de alguien a los tres días. Pues no. Hay mucha gente entre las bases del PSOE que está absolutamente convencida de que apostaron por él porque querían que fuera nuestro líder.
¿Por qué se están dando estos movimientos subterráneos contra Sánchez?
Que lo digan cara a cara. Nadie da el nombre. ¿No será que algunos quieren que el responsable de su fracaso sea Pedro igual que lo fue antes Rubalcaba, igual que fue antes Zapatero? Hay gente que nunca tiene la culpa de nada y que no asume nunca la responsabilidad. ¿Están esperando a que su fracaso de mayo sea culpa de Sánchez? Yo perdí las elecciones y nunca diré que fue culpa de Zapatero. Fue mi culpa. Y si las pierdo en mayo, será mi culpa. Y si las gano, será mérito del partido. No somos todos iguales.
¿Qué le pareció la reunión secreta entre José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón?
Mal. Cuanto más he visto dar explicaciones, menos lo he entendido. Yo este jueves quedé dos horas con mi amigo Rubalcaba, pero como ha sido secretario general del partido al actual se lo he dicho. Y me dice que no se lo tengo que contar, pero yo se lo cuento porque me da la gana, no quiero que nadie interprete nada. Yo quedo con Alfredo porque es una persona a la que quiero, a la que profeso veneración, pero quiero que el secretario general lo sepa. Esa es la cultura que yo he mamado en este partido. Si otros creen que no pasa nada, eso no lo entiende nadie. Se lo digo a José Bono, con todo el cariño del mundo, y a Zapatero, los militantes no lo entienden, están desconcertados. Y nadie se cree las explicaciones.
No obstante, hay que pasar página y no es un tema al que haya que dar tanta importancia.
La primera gran cita electoral este año serán las andaluzas del 22 de marzo. El PSOE se juega mucho en esos comicios.
El PSOE tiene la suerte de tener una candidata en Andalucía -Susana Díaz- que es un cañón, comunicando, con convicciones, con políticas que ha demostrado que ha sido capaz de doblarle el brazo a una crisis sin que lo paguen los más desfavorecidos. En una candidata de un enorme poderío, una palabra muy andaluza. Le tengo mucho cariño. Todo el mundo sabe que va a ganar, por eso el revuelo que ha montado en el PP. Las va a ganar porque es la mejor y tiene una enorme credibilidad. Los andaluces saben que tienen en Susana a una persona que representa como nadie los intereses de Andalucía. Y al PSOE le viene muy bien porque si el ciclo electoral empieza con una victoria allí, es que hemos comenzando venciendo y los demás vendrán detrás.
¿Dará el paso Díaz después de ganar las andaluzas y se presentará a las primarias?
Si lo hiciera, estaría en su derecho. Pero respetemos lo que está diciendo, que se debe a Andalucía y que quiere entregarse a Andalucía. Y si los andaluces la apoyan como sé que la van a apoyar, es un compromiso de tal envergadura que sería muy complicado. Pero me llena de tranquilidad saber que en el PSOE no hay una sola persona, sino dos, cuatro, seis con capacidad para ser el candidato a la Presidencia del Gobierno. La conozco y hará lo que crea que es mejor para Andalucía y España.
El pasado domingo fueron las elecciones en Grecia y el PASOK se hundió. Aunque todo el mundo dice que no se parecen los dos países, ¿qué tiene que aprender el PSOE?
Más que del PASOK, el PSOE tiene que aprender de la realidad que estamos viviendo, donde existe una profunda transformación social, donde hay gente que no se siente históricamente vinculada con nadie y se plantea un nuevo tiempo. Cuando uno piensa a quién votar, se pregunta qué es lo mejor para su país, su familia y para él. Tengamos respuesta para cuando la gente pida que le digas en un minuto por qué te tiene que votar.
¿Y cual sería esa respuesta de un minuto?
Porque fuimos y hemos sido capaces de diferenciarnos por una palabra: igualdad. Hicimos de la igualdad de oportunidades nuestra gran batalla, no queríamos que las diferencias que la cuna impone condicionaran la vida de la gente. Hemos cometido errores, pero España es más libre y más justa porque existieron gobiernos del PSOE.
¿El PSOE está en disposición de ganar las generales?
El PSOE va a pelear, es el único partido que no ha sido fruto de las coyunturas de los últimos 25 años. Es un partido con 136 años de historia, que no ha existido solo para gobernar, sino para representar a la ciudadanía unas veces en el Gobierno y otras en la oposición. Si somos capaces de decirle a los ciudadanos y recordarles lo que era este país hace treinta años, es perfectamente recuperable el camino perdido.
¿No perjudica tanto ruido interno?
Por eso estamos intentando poner un poco de racionalidad a todo esto y decir que nos dediquemos a lo que nos tenemos que dedicar, a discutir sobre los problemas de la gente y a buscarle soluciones.
¿Habla mucho con Pedro Sánchez? Algunos barones se quejan de problemas de comunicación con él.
Hablo muchísimo con Pedro. Tres o cuatro veces a la semana. Unas veces me llama él, otras yo. Hay una relación directa. Ten en cuenta que somos muchos. Desde el partido se está en contacto con las federaciones, el que lo niegue no está diciendo la verdad, miente.
¿Con qué ánimo lo ve?
Yo lo veo bien. He estado hablando con él y lo veo animado y comprometido con encontrar acuerdos ahora como el del terrorismo yihadista. El PSOE es un partido de Gobierno, no es de barricadas, no es un partido de chichinabo, que ha estado en los momentos más difíciles de este país y que ha hecho las grandes transformaciones.
Tenemos seis elecciones por delante: andaluzas, municipales, autonómicas, primarias, catalanas y generales. Por eso es necesario decir a todos lo que están en la sala de máquinas que no miremos por el retrovisor, sino hacia adelante para conquistar los objetivos. No enredemos, que nadie enrede.
¿Descarta que se pueda celebrar un congreso extraordinario en el PSOE?
No se puede descartar nada, pero no creo que vaya a haber razones para ello. Nunca se puede descartar nada, porque es un partido capaz de sorprender y de sorprenderse a sí mismo. Pero yo creo que no, vamos a tener un resultado en muchos sitios no solo para mandar, sino para cambiar.
¿Cuál sería la primera medida que tomaría si llega a la Presidencia de la Junta de Extremadura?
La primera sería un análisis en 24 o 48 horas para aprobar una norma que permita que todas aquellas personas que tienen dificultad para poder tener la temperatura adecuada en casa, es decir los pobres energéticos, tengan acceso a un mínimo de energía en el consumo sin que pueda ser cortado por razón de pago. En segundo lugar, un plan económico y de empleo público-privado a través de mecanismos de incentivación de la demanda.
¿Y qué hará si pierde?
Irme ordenadamente. Al año siguiente hay congreso, no repetiría como secretario general y dejaría la presidencia del grupo parlamentario.