Jordi Pujol y Marta Ferrusola, abucheados a su llegada al juzgado para declarar sobre su fortuna en el extranjero
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, y su mujer, Marta Ferrusola, han acudido a declarar este martes ante la juez en la Ciudad de la Justicia de Barcelona, como imputados por delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales, por la ocultación en el extranjero de fondos sin declarar durante más de 30 años.
Pujol y Ferrusola han llegado en coche a los juzgados, donde también están citados a declarar este martes tres hijos de la pareja: Marta, Mireia y Pere. El expresidente catalán, que confesó en julio que había tenido dinero sin regularizar en el extranjero y aseguró que era una donación de su padre, ha declarado durante unas dos horas y cuarto. Su esposa, sin embargo, se ha acogido a su derecho a no declarar.
Al entrar y al salir del juzgado, el matrimonio ha sido abucheado. A la salida, además, algunos ciudadanos les han gritado: "¡Ladrones!", ante lo que Marta Ferrusola se ha dirigido con la mirada a uno de los concentrados y le ha hecho un gesto con la mano diciendo que "no". El expresidente se ha negado a hacer declaraciones a los periodistas, a los que se ha limitado a decir: "Las declaraciones las he hecho ante quien tenía que hacerlas".
La nube de informadores y de algunos ciudadanos ha dificultado el paso del matrimonio, igual que lo ha hecho a su entrada por la puerta principal del juzgado. Media docena de manifestantes les han recibido con bocinas, silbidos y gritos, y pancartas con lemas como "Vagi-se'n a la merda família Pujol Ferrusola" ("Váyanse a la mierda, familia Pujol Ferrusola").
Los Mossos d'Esquadra han desplegado efectivos ante la entrada de la Ciudad de la Justicia por la avenida Carrilet, donde han colocado vallas protectoras para evitar incidentes. Media hora antes de la llegada del matrimonio, han llegado los abogados de Pujol, Cristóbal Martell y Albert Carrillo; y ni el matrimonio ni los letrados han querido hacer declaraciones.