Revientan a un perro con fuegos artificiales y les condenan a pagar 76 euros y barrer las calles
Asco. Rabia. Indignación. Es la reacción de miles de internautas ante un vídeo grabado en Honduras, donde se ve a un perro siendo reventado con explosivos después de que una panda de enfermos le ataran fuegos artificiales al cuerpo.
Según informa el DailyMail, el horrible vídeo ha visto la luz esta semana. En él se ve cómo después de un intento fallido, los jóvenes logran el propósito de prender la mecha de los cohetes atados al cuerpo del pobre animal, de unos seis años de edad, indefenso y visiblemente débil y desnutrido.
Tras la explosión, solo se oyen las crueles carcajadas de los jóvenes.
Según el diario hondureño La Prensa, el incidente se produjo en la localidad de El Negrito, en la provincia de Yoro el pasado 1 de enero.
Los participantes, entre los que hay menores de edad y adultos, ya han sido identificados y acudieron a declarar. Uno de los participantes en los hechos es miembro de las Fuerzas Armadas de Honduras.
Según informan los medios locales, los hechos están calificados como falta, por lo que solo se enfrentarán a pagar una multa de entre 76 y 112 euros y tendrán que cumplir 40 horas de trabajos comunitarios, que en este caso consistirán en barrer las calles.
El terrible suceso ha despertado la indignación de los hondureños. Cientos de personas protestaron frente al Congreso este martes, pidiendo cárcel para los asesinos de animales.
Una mujer abraza a su perro tras la masacre de Aurora en 2012 en Colorado, donde se produjo un tiroteo en el estreno de la película El Caballero Oscuro.
Una joven de 17 años se abraza a su perro después del accidente nuclear de Fukushima
El abrazo del perezoso. - Lucy en Phoenix, Arizona (Shared by The Humane Society of the U.S.) (Image via Flickr)
Orgullosa de su mascota tras haber participado en una competición en la República Checa. (Photo by Harold Cunningham/Getty Images)
Douglas, una vaca rescatada por Animal Place, ama recibir abrazos. (Image via Flickr)
El gato Vincent visita a su dueña, que se rompió la cadera, en el hospital. (Image via Imgur)
Un chimpancé de 26 años llamado Pipo se abraza a su veterinario en el zoo de Managua. (Photo credit ELMER MARTINEZ/AFP/Getty Images)
Una enfermera abraza a Pisco, una llama de 13 años, que forma parte de un programa de terapia para ayudar a pacientes enfermos terminales. (Photo by John Moore/Getty Images)
