El Código Penal castigará con penas de prisión las agresiones sexuales a animales
El 25 de octubre de 2012, una vecina de Torrent (Valencia) llamó a la Policía tras ver cómo el dueño de la perra Estrella penetraba al animal, una cachorra de pastor alemán de apenas seis meses.
Cuando los agentes llamaron a la puerta, el hombre les recibió desnudo y con el pene erecto. Le fue requisado el animal y fue multado con 120 euros. Al día siguiente, el hombre se presentó en la comisaría reclamando que le devolvieran a "su novia".
Este es uno de los ocho casos de agresiones sexuales a animales que el Observatorio Justicia y Defensa Animal recoge en el informe que esta organización presentó en abril de 2013 al entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, así como a los diputados y senadores para que se incluyeran sus propuestas en la tramitación de la reforma del Código Penal, aún en tramitación.
Coincidiendo con la inclusión de enmiendas en la cámara Baja, el Observatorio ha recogido 140.000 firmas a través de la plataforma Change.org para pedir al ministro de Justicia, Rafael Catalá, "que los abusos sexuales contra animales sean un delito".
Una iniciativa que ha surtido su efecto, ya que la Comisión de Justicia del Congreso ha admitido introducir en la reforma del Código Penal que la "explotación sexual" contra animales sea castigada con penas de tres meses a un año de prisión, según informa la Agencia EFE.
En concreto, se castigará a quien "maltrate injustificadamente cualquier animal que no viva en estado salvaje, causándole lesiones que menoscaben gravamente su salud o sometiéndole a explotación sexual".
El diputado de ERC Joan Tarda ha destacado en declaraciones a EFE los acuerdos con los populares puesto que "España no puede ser más un paraíso para los maltratadores de animales o quien practique la zoofilia".
VACÍO LEGAL
"En España estamos en pañales con este tema, no hay regulación", lamenta en declaraciones a El Huffington Post la directora del Observatorio y abogada especialista en Derecho animal, Nuria Menéndez de Llano, quien recuerda que "el único tipo penal es el artículo 337" y que con la reforma del Código Penal "sólo vamos a tener un delito que es genérico y que no entra en matices". "Esa falta de matices hace que haya vacíos legales como este y que no se puedan juzgar este tipo de abusos", asegura.
Esto es así, según la letrada, porque el artículo 337 "sólo penaliza los maltratos a animales que causen lesiones graves o muerte". "Al ser un delito de resultado, es prácticamente imposible demostrar que esas lesiones tengan origen en una penetración, con lo cual queda totalmente impune", se queja Menéndez.
Dentro de una modificación más amplia del artículo 337 del Código Penal, esta es la propuesta que hace el Observatorio en lo relativo a las agresiones sexuales a animales:
Menéndez recuerda que en otros países, como Alemania, Suecia o Dinamarca, se ha prohibido expresamente este tipo de prácticas para poder castigarlas penalmente. Teme la directora del Observatorio que, de no hacerlo, España se convierta "en un foco de atracción de todo este tipo de prácticas".
PROSTITUCIÓN ANIMAL
Porque la zoofilia no es sólo un asunto privado, sino que también hace negocio. "Existe prostitución animal", asegura Menéndez, "porque alquilar a un perro para que se abuse de él es prostituir al animal". De hecho, en su petición de Change.org, esta organización recoge los casos relatados en un reportaje publicado por el diario El Mundo en el que perros son "adiestrados desde pequeños para un único fin: practicar sexo con personas".
La responsable del Observatorio cree que no habrá cambio legislativo si no se modifica la consideración que la ley tiene de los animales. "Nuestro Código Civil es muy antiguo y sigue la tradición del Derecho romano de considerar a los animales como cosas a pesar de que el Derecho de la UE les reconoce como sintientes. Creo que hoy en día no hay nadie en este país que niegue que los animales son seres que merecen todo el respeto y consideración", explica.
La reforma que plantea el Observatorio también incluye penalizar la pornografía animal, que habitualmente se mueve en el terreno privado. "No es delito porque no consta que haya grabaciones, ya que es todo un mundo clandestino. Pero sólo con meterte en los buscadores encuentras un mercadeo terrible", lamenta Menéndez.
Pese a todo, desde la organización se muestran optimistas respecto a la posibilidad de que el Gobierno sea permeable a sus peticiones. "Creemos que son sensibles y cabe la posibilidad de que sí lo incluyan. Nunca hemos estado tan cerca", asegura la directora del Observatorio. "No entenderíamos que no se haga. No sabemos a quién beneficia este vacío legal y no cuesta nada cambiarlo ya que se reforma el Código Penal", añade.
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