El Supremo admite a trámite una demanda de paternidad contra el rey Juan Carlos
La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha admitido a trámite una de las dos demandas de paternidad que se habían presentado contra el rey Juan Carlos.
Se trata de la demanda presentada por la belga Ingrid Sartiau que dice ser hija del rey. No se ha admitido sin embargo la demanda interpuesta por el catalán Alberto Solá Jiménez.
Los magistrados que integran la Sala de lo Civil entienden que concurren los requisitos legales para admitir a trámite su reclamación, aunque esta decisión no supone adelantar resolución alguna sobre el fondo del asunto.
La decisión de hoy implica, eso sí, que se celebrará una vista pública en los próximos meses con toda probabilidad, la cual podrá ser o no a puerta cerrada, e incluir o no el interrogatorio al afectado.
¿PRUEBA DE ADN?
Además, en la propia demanda se incluye una petición de prueba de ADN, prueba que la Sala deberá decidir ahora si acepta o no. El propio rey podría a su vez negarse a que se le practique esa prueba de ADN.
La negativa al test ADN, de producirse, podría tener consecuencias que valoraría la sala junto a otras pruebas en función de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
De momento la primera diligencia que se va a producir es dar traslado a las partes, incluido el rey, a quien se emplazará para que conteste a la demanda en un plazo de veinte días hábiles.
En caso de que se oponga a la demanda, el siguiente paso será la celebración o no de pruebas (en especial la de ADN) y, luego, un juicio ante el pleno de la Sala de lo Civil.
El rey Juan Carlos podría o no estar obligado a estar presente en la vista, porque la demandante podría pedir que acudiera y fuera interrogado.
ENCUENTRO EN MARBELLA
Según informa Vanitatis, Sartiau es natural de Gante y tiene 48 años. Se enteró de que su padre era el rey mientras veía la televisión con su madre. “Este hombre es tu padre, me dijo, cuando aparecían unas imágenes del rey de España en una cadena belga”, explicó a la revista, que recoge que su progenitora habría intimado con el rey tras coincidir con él en una feria en Luxemburgo en 1966.
Según informa Voz Pópuli, la presunta hija del rey Juan Carlos incorporó en la demanda el acta notorial que firmó su madre, Liliane Maria José Ghrislaine Sartiau, de 82 años, en la que declara como fue el encuentro con el monarca.
La mujer declara que en 1965 mantuvo durante tres días encuentros sexuales en un hotel de lujo de Marbella con "un hombre de 31 años gentil, guapo, dulce y con los ojos azules", cuya verdadera identidad ella desconocía, pero que resultó ser Juan Carlos de Borbón.
La belga quedó impactada tras enterarse quien era en realidad su amante y nunca explicó a su hija quien era su padre para no causar "daño" ni "sufrimiento" al rey hasta el año 2012, cuando le reveló la noticia.
"RESPETO" DESDE LA CASA REAL
La Fiscalía se había mostrado contraria a su tramitación al considerar que no se acompañan del principio de prueba que establece el artículo 767.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
El Ministerio Público esgrime este precepto que estipula que "en ningún caso se admitirá la demanda sobre determinación o impugnación de la filiación si con ella no se presenta un principio de prueba de los hechos en que se funde". Considera ilícita una supuesta prueba que fue confrontada por un antiguo perito del CSID y corrobora la identidad del progenitor, según la defensa de Solá.
Un portavoz del Palacio de la Zarzuela se ha limitado a trasladar este "respeto" de la institución como único comentario tras la decisión adoptada por la Sala de lo Civil del Supremo.