Las chispas de María Valverde en el anuncio de Freixenet eran reales: el 'making of'
Toda película tiene su parte oculta: sus tomas falsas, sus ensayos, sus truquitos. Y un anuncio no deja de ser una película corta, más cuando se trata del anuncio del cava Freixenet, uno de los más esperados del año. El spot de los espumosos, protagonizado este año por David Bisbal y María Valverde y dirigido por Kike Maíllo, también guarda sus secretos, aunque esta vez ha decidido revelar algunos de ellos en un making of. Y, ¿qué se descubre en este nuevo vídeo? Entre otras cosas...
- Que hay buen rollo: al principio del anuncio se ve cómo David Bisbal abraza con cariño a Kike Maíllo; al final del mismo, las bromas y el cariño entre Bisbal y Valverde son evidentes.
- Que todo está muy ensayado: desde el primer momento, todo son ensayos, ensayos y más ensayos. Los protagonistas y las burbujas se pasan horas en el gimnasio. Y los ensayos, con tacones, que no falten.
- Que aunque haya sido rodado en una auténtica cava, hay que ponerlo todo bonito: las bodegas de Freixenet son un decorado perfecto, con su oscuridad, su polvo y sus botellas que acumulan décadas. Es la primera vez que se usan como escenario para el anuncio, y funcionan... retocadas, claro. Las botellas se colocan en el sitio preciso y con la iluminación adecuada, e incluso se construye una especie de cubo dorado donde bailan los actores y las burbujas.
- Que el anuncio se grabó de noche y a finales de octubre: los rodajes nocturnos son habituales, y más cuando se hacen en lugares como la cava, que es un lugar en el que trabajan muchas personas a lo largo del día. Como se ve en la propia claqueta, el anuncio se rodó el 30 de octubre de 2014.
- Que ya hacía bastante frío: en las cavas hay mucha humedad, de ahí que el equipo de rodaje vaya abrigado, y que el cuerpo de baile se tape (mientras puede) las lentejuelas con leggins, chaquetas y sudaderas. En la grabaciónca fuera de la cava, en los exteriores de la bodega, las temperaturas también eran bajas: los forros polares y plumas que lleva el equipo del rodaje lo demuestran.
- Que las chispas de María Valverde son verdad: aunque parecen un efecto de postproducción, en el making of se ve claramente que las chispas que provocan los zapatos de baile son auténticas. Hay un suelo especial, como una chapa, que ayuda a que salten.
- Que hay mucha ropa... pero no hay tanta: parece que las bailarinas y María Valverde se cambian de ropa con cada cambio de época. Pero no: el mítico body de lentejuelas doradas permanece en cada uno de los looks, que luego se acompaña de un pañuelo, una falda de tul, unos botines, una sudadera... que le dan el toque de cada momento.
- Que las botellas no tienen brillo propio... sino que las iluminan. Se ve en el rodaje exterior, cuando las botellas se descubren por detrás y se pueden ver los cables que les dan brillo.
- Que todo tiene que retocarse mil veces, aunque sea en pleno rodaje: todo parece sencillo y natural... pero no. Lleva mucho tiempo de maquillaje, peluquería, retoque de los bodys y las ropas de los actores. Hasta el brillo de la piel de María Valverde tiene que volver a maquillarse con una brocha en algún momento.
- Que en realidad, todo es mucho menos bonito a como lo vemos: porque hasta las frases finales de los protagonistas se escuchan peor. Lo que no consigan la postproducción y los efectos...