El arzobispo de Granada se postra ante el altar para pedir perdón por los "escándalos"
Por los suelos para pedir perdón. El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, se ha postrado este domingo ante el altar mayor de la Catedral de la ciudad para pedir perdón por los "escándalos" que han afectado a la Iglesia.
El prelado ha permanecido tumbado durante varios minutos junto a otros religiosos delante de los numerosos fieles que han acudido a la eucaristía de las 12.30 horas.
El gesto de Martínez, que según ha explicado él sólo hace también cada Viernes Santo, se produce a punto de cumplirse una semana desde que se hayan conocido públicamente los presuntos abusos sexuales cometidos por sacerdotes de su Archidiócesis.
"Los males de la Iglesia son los males de cada uno de nosotros", ha aseguro el arzobispo, que ha reiterado su perdón por los "daños" que se hayan podido causar y por los "escándalos" conocidos esta semana.
Hasta ahora, Martínez no había pedido ni siquiera perdón y su archidiócesis se limitó a apartar de sus oficios únicamente a tres de los 10 sacerdotes implicados. Al papa Francisco no le ha agradado en absoluto la postura de la Iglesia española en este caso y hay incluso quien dice que el santo padre podría apartar del puesto a Martínez.
DESACUERDO DE EL VATICANO
El Vaticano subraya que hay siete sacerdotes que están siendo investigados por la justicia por posibles encubridores y que aún siguen en sus puestos. Martínez afirma que no ha tomado ninguna medida sobre estos sacerdotes porque el propio denunciante le pidió que no hiciera nada más para no interferir con la acción de la Justicia.
La presunta víctima es un joven de 24 años que dice haber sufrido abusos desde los 13 o los 14 hasta la mayoría de edad, aunque los abusos pudieron cometerse con más personas.
El joven denunció los hechos el pasado mes de octubre ante la Fiscalía Superior de Andalucía después de recibir la llamada del papa, que le pidió perdón en nombre de la Iglesia. Ante la inacción del obispo de Granada, podría ser el propio papa Francisco el que decida personalmente el futuro y las penas para los sacerdotes supuestamente implicados en el caso.
Eldiario.es asegura que fue la víctima quien tuvo que ponerse en contacto con el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, quien, de entrada, le criticó por haberse dirigido al papa directamente. Según esa misma información, tras prometer una investigación exhaustiva, dos jueces del Tribunal Eclesiástico de Valencia interrogaron tanto a Daniel como a sus padres y, a comienzos de octubre, el arzobispo informó a la víctima de que sólo daba crédito a las acusaciones contra tres sacerdotes.