Javier Limón sobre el consejero de Sanidad: "Ha matado a nuestro perro y a mi mujer casi la matan"
Javier Limón, el marido de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada y ya curada del ébola, ha comparecido en rueda de prensa para agradecer el trato recibido en el hospital Carlos III, y ha anunciado que emprenderá acciones legales porque, entiende, se ha atentado contra el honor de su esposa y por la "ejecución" de su perro Excálibur. "Queremos que se depuren responsabilidades, y hablo de Javier Rodríguez", ha explicado Limón, al que ha acusado de "matar" a su perro y de "casi" a su mujer.
El caso del contagio de Teresa Romero, como lo ha descrito, ha sido "una historia plagada de errores, desaciertos y falta de control político", y con un protagonista, el ébola, de cuya existencia no nos hemos preocupado más que cuando ha llegado a Europa.
Limón, que fue dado de alta este lunes por la mañana, ha dicho: "Ahora llega un momento nuevo, un momento de exigir responsabilidades y limpiar la imagen de Tere", que como ha explicado "no ha sido nunca culpable" de su contagio. Según ha subrayado, ella se presentó voluntaria para tratar al misionero infectado, Manuel García Viejo, incluso aunque eso supuso "poner en riesgo su vida".
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid hizo varias declaraciones en los días posteriores al ingreso de Romero que dejaron perplejos e indignados a propios y extraños. Primero acusó a Romero de mentir y la culpó de su contagio, según dijo, porque se tocó la cara con un guante, lo que para Limón es "una falta de respeto personal y profesional". Después Rodríguez quiso matizar, pero volvió a insistir en culpabilizarla. Ante la avalancha de críticas y demandas de dimisión, envió una carta a Romero y Limón para disculparse.
La misiva del político llegó demasiado tarde y no funcionó. "El consejero de Sanidad intentó visitarme y claro, no quise aceptar su visita", ha explicado también el marido de la auxiliar de enfermería. Para Limón, la Comunidad de Madrid es persona non grata: "Ha matado a nuestro perro y a mi mujer casi la matan", ha dicho indignado.
EXCÁLIBUR, "EJECUTADO"
Limón está muy dolido por la muerte de Excálibur. "Nuestro querido perro Excálibur, al que considerábamos personalmente como el hijo que nunca tuvimos", ha dicho sobre él. Ha recordado pequeños detalles de su vida cotidiana, a la que se ha referido como: "Todo aquello que me han arrebatado y que nunca más volveremos a sentir".
Limón ha criticado que el perro fuese "ejecutado" sin darle la oportunidad de impedirlo. Ha señalado, además, que en EEUU el perro de la enfermera también contagiada no ha sufrido la misma suerte, sino al contrario, le han puesto en cuarentena a la espera de que pueda volver a reunirse con su dueña.
"Hemos perdido una oportunidad científica de ver el ébola en los animales", ha recordado también en relación a los científicos que pedían no sacrificar el perro para estudiar el virus, en caso de que estuviese infectado, en animales domésticos. A su perro en cambio decidieron matarlo "sin ni siquiera comprobar si estaba infectado".
AGRADECIMIENTOS Y UNA PETICIÓN
Limón ha dado un repaso a todas aquellas personas que en el Hospital Carlos III le han cuidado a él y a su esposa, y les ha agradecido "su abnegación, profesionalidad", y que hayan puesto en riesgo su propia vida, desde los doctores y personal de enfermería que han llevado su caso, hasta los trabajadores de la limpieza y celadores. "Creo, y es justo decirlo, en la Sanidad. La Sanidad hecha por personas", ha dicho, y ha señalado que "sin sus inmensas dosis de cariño no habría sido posible salvar su vida".
El marido de Teresa Romero ha agradecido también las muestras de apoyo que le han llegado por teléfono, por carta y por las redes sociales, el cariño de sus familiares, la ayuda de sus vecinos, y sobre todo, de la hermana Paciencia, cuya transfusión de sangre ha contribuido en la recuperación de la paciente: "Tere está deseando salir para darle las gracias personalmente, para darle un abrazo y decirle lo importante que ha sido".
Ahora lo importante, ha señalado, es que su mujer salga del hospital y se recupere. "Queremos volver a nuestra vida tranquila, a la que teníamos antes". Para eso, ha pedido que les dejen descansar y que respeten su intimidad y la "tranquilidad del vecindario".