Aguirre reacciona a la detención de Francisco Granados con un sonoro "¿cómo?"
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, no ha podido ocultar su sorpresa tras enterarse de la detención del que fuera su número dos, Francisco Granados, de quien ha destacado que "ya había perdido" su confianza.
Aguirre ha reaccionado con un sonoro "¿cómo?" cuando esta mañana sus colaboradores le han informado de la detención de Granados, han informado fuentes populares a Europa Press.
Según informa el diario ABC citando a fuentes populares, el equipo de Aguirre está "alucinando en colores" con la situación.
La detención del ex secretario general del PP Madrid, Francisco Granados, se ha producido en el marco de la macrooperación Púnica contra la corrupción municipal, que se ha saldado con 51 detenidos en Madrid, Valencia, León y Murcia.
Ya han sido detenidos los alcaldes de los municipios madrileños de Collado Villalba, Casarrubuelos, Serranillaos del Valle, Torrejón de Velasco, Parla y Valdemoro. De estos, cuatro son del PP, uno del PSOE y otro de la formación independiente UDMA.
(CONSULTA AQUÍ LOS DETENIDOS EN LA OPERACIÓN)
LA FIGURA DE GRANADOS
Francisco Granados Lerena, uno de los 'hombres fuertes' de Esperanza Aguirre en su etapa como presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, abandonó la política después de 15 años el pasado mes de febrero, precisamente salpicado por una cuenta bancaria en Suiza que ha llevado a su detención.
Granados lleva desde entonces siete meses apartado de la política tras abandonar en febrero tanto sus escaños en la Asamblea de Madrid como en el Senado como sus cargos en el PP de Madrid, cansado, según dijo, de que su partido lo apartara cada vez más.
Fue el 19 de febrero pasado cuando Francisco Granados reconoció que tuvo una cuenta a su nombre en Suiza entre los años 1996 y 2000 y anunció que al día siguiente renunciaría a sus actas de senador y diputado autonómico y abandonaría definitivamente la política después de 15 años para trabajar en la empresa privada, de donde salió en el año 2000
Aseguró que se marchaba cansado, descontento con la situación en la que estaba en el PP "desde hace tiempo" y "apenado" por la polémica en la que se había visto envuelto.