La ANC, la organización de 90.000 catalanes que saca a millones a la calle
“Estoy absolutamente convencida de que vamos a ser independientes”. Esta es la idea que tiene en la cabeza Carme Forcadell, la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y el rostro más visible del movimiento ciudadano en Cataluña que pide un Estado propio y que presiona a la Generalitat para que el próximo 9 de noviembre saque las urnas a la calle.
Nunca una organización independentista había alcanzado tanto protagonismo en la vida catalana. La ANC ha sido la principal organizadora, junto a otras asociaciones como Omnium, de las multitudinarias manifestaciones celebradas en la Diada desde 2012.
“Es verdad que hemos tenido muchísimo éxito, pero hemos sembrado en un terreno que estaba muy abonado”, reflexiona Forcadell en conversación con El Huffington Post en unos días de máxima tensión política en Cataluña tras la suspensión cautelar de la consulta del 9-N por parte del Tribunal Constitucional.
La Assemblea es heredera directa del movimiento de consultas populares que tuvo lugar en más de 500 municipios en la comunidad entre 2009 y 2011. “No ha surgido de la nada, hacía mucho tiempo que estábamos trabajando”, reconoce.
MÁS DE 90.000 INTEGRANTES
La ANC tiene claro su objetivo: la independencia de la “nación catalana” por medios democráticos y pacíficos. En torno a esta idea, explica Forcadell, forman parte de la Assemblea más de 90.000 personas.
De esta cifra, “un poco más” de 40.000 son socios que pagan una cuota. Como mínimo ingresan cuatro euros al mes para la organización. “Es muy barata porque no queremos que el tema económico sea un freno”, subraya la presidenta, que agrega: “si alguien quiere pagar al mes 50 o 100 euros, fantástico”. Incluso hacen descuentos para familias, jubilados y estudiantes.
Además, consiguen ingresos a través de su tienda online, donde los simpatizantes de la independencia pueden adquirir una banderola por 4 euros para el balcón, una toalla para la playa por 7 euros o una caja de seis botellas de cava por 59,70 euros.
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El resto de integrantes entran dentro de las categorías de simpatizantes (reciben información, van a actos…) y colaboradores. Forcadell comenta que hay quien tiene una imprenta y solo les cobra el papel e, incluso, se presentan diseñadores que se ofrecen gratuitamente para colaborar con todo el tema creativo.
Lo que no se plantean son subvenciones públicas: “ni tenemos ni queremos ni las hemos pedido nunca”. La ANC, prosigue Forcadell, tiene esta política porque quiere “mantener la independencia” respecto a los partidos y los poderes públicos y, en segundo lugar, porque no considera “ético" solicitar ayudas públicas en una época de crisis.
Así llegan los ingresos, pero también hay nubarrones. Forcadell defiende firmemente la gestión económica de la ANC. Según explica, “después de todas las informaciones que han salido en los diarios de Madrid”, Hacienda les ha pedido un requerimiento “como a muchas asociaciones y entidades catalanas”. En este sentido, aclara: “no tenemos ningún problema porque hemos pagado el impuesto de sociedades y el IVA. Estamos al día fiscalmente y contablemente. No nos preocupa nada”.
Hacienda les ha reclamado toda la información fiscal desde 2011, año en el que se impulsó esta asociación que cuenta ya con casi 600 asambleas municipales en toda Cataluña.
¿QUÉ PAPEL VA A JUGAR?
Tras la firma del decreto de la consulta el pasado sábado, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, salió a la plaza de Sant Jaume y les pidió ayuda a todos los congregados. Allí estaba Forcadell, que, sin embargo, subraya que no tiene contacto directo con el jefe del Ejecutivo y que la última vez que habló con él fue cuando la recibió tras la manifestación de la Diada.
En cambio, sí reconoce que hablan “regularmente” con los partidos que apoyan la consulta. Antes de presidir la Assemblea, Forcadell fue concejala por ERC en el ayuntamiento de Sabadell entre 2003 y 2007 y formó parte de la Executiva Nacional del partido entre 2001 y 2004.
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Concentración en Barcelona tras la suspensión cautelar de la consulta
Ahora, comenta, la organización continúa con la campaña de cara al 9-N a pesar de la suspensión temporal. “Estamos obedeciendo en estos momentos la legalidad catalana, al Parlament y al president”, agrega, a la vez que defiende que el referéndum es la mejor manera de resolver el “conflicto político”. En su mente tiene dos cifras, el 80% de la sociedad catalana quiere votar y el 90% estaría de acuerdo con el resultado.
Se muestra ogullosa de que están llevando a cabo una “campaña diferente” a la que suelen hacer los partidos. Se trata de una gran “escuchada”. Van de casa en casa haciendo una encuesta sobre cómo le gustaría a la gente un nuevo país y les plantean preguntas sociales o medioambientales, entre otros temas.
“No estamos hablando ni planteando el tema de la desobediencia”, aclara, pero también advierte de que no se ha llegado “a eso” y si se llega a ese punto, “se hablará”.
“EN UN DÍA NO TE HACES INDEPENDENTISTA”
En su época universitaria Forcadell forjó su pensamiento independentista. Esta licenciada en Filosofía y Ciencias de la Información en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) comenta que no es que “un día te hagas independentista”, sino que se da un “cúmulo de circunstancias y actuaciones” del Estado español que te llevan a ello. Para ella, “en este momento el independentismo en Cataluña es una cuestión de justicia social, no es un tema de sentimientos”.
“Hay mucha gente en Cataluña que habla español, que se siente español, que sigue al Real Madrid, pero quiere la independencia porque estamos discriminados política, económica y lingüísticamente. Nos sentimos que no nos respetan, que estamos injustamente tratados, esto hace que la mayoría de los ciudadanos quieran la independencia”, apostilla.
Forcadell es una líder para muchos independentistas, pero también recibe a la par críticas por forzar el proceso y calentar la calle. Lo que ella pide al “PP y al PSOE es que no fracturen a la sociedad ellos impidiendo que se vote”.
De manera sincera y con la mano en el corazón, ¿votará Cataluña el 9 de noviembre? “Ahora en estos momentos creo que sí. Si me pregunta la semana que viene o dentro de quince días, no sé lo que le diré”.