5 razones por las que muchos escoceses votarán por la independencia
El referéndum del próximo jueves sobre la independencia escocesa podría marcar el fin del Reino Unido, un estado soberano de 307 años formado por Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales. Los últimos sondeos apuntan a que los resultados estarán muy ajustados, y a que el sí a la independencia no sólo tendría enormes consecuencias para Escocia, sino para todo el Reino Unido y el resto de Europa.
¿Por qué hay tantos escoceses que piensan votar por la independencia a pesar de que los economistas advierten de los peligros de la fragmentación? El WorldPost ha hecho una compilación de los cinco motivos por los que muchos escoceses quieren separarse de Reino Unido.
Quieren un Gobierno laborista.
Los votantes escoceses siempre se han inclinado por la izquierda y el Partido Laborista normalmente consigue la mayoría de los votos. Los conservadores de centro-derecha, sin embargo, no tienen tanto éxito: en las elecciones generales de 2010, los laboristas obtuvieron 41 de los 59 escaños, y los conservadores sólo uno (los demócratas liberales y el Partido Nacional Escocés ocuparon el resto).
En cambio, Inglaterra tiende a votar al Partido Conservador, que suele estar en el poder. A pesar de votar masivamente por los laboristas, Escocia a menudo se ve gobernada por los conservadores. Si Escocia lograra la independencia, al fin tendría un Gobierno de su elección, tal y como reivindican.
Quieren librarse de una vez del Partido Conservador.
La votación del jueves no sólo va de la independencia. Muchos escoceses tratan de asegurarse, con esta consulta, de que los conservadores no vuelvan a gobernar en Escocia.
Desde la crisis financiera de 2008, el Gobierno británico ha impuesto una serie de políticas austericidas, entre otras, recortes al empleo en el sector público y a las prestaciones sociales. Las familias escocesas con bajos ingresos se han visto gravemente afectadas por estas políticas. Según un informe de UNISON Escocia, el presupuesto de la nación se ha recortado en 6.000 millones de libras (más de 7.500 millones de euros), y se han eliminado 50.000 puestos de trabajo en los servicios públicos.
Consideran la autonomía como un símbolo de orgullo nacional.
Aunque muchos economistas arguyen que a Escocia le interesaría seguir formando parte del Reino Unido, hay un claro impulso emocional hacia el voto por el autogobierno. Como apunta The Economist, "el referéndum no tiene que ver con cálculos de impuestos e ingresos petroleros, sino con la identidad y el poder. La idea de que los escoceses pueden modelar su propio destino, tanto en el referéndum como después, resulta emocionante".
En 1999, Escocia creó su primer Parlamento, dando a la nación un grado de autonomía en materias que iban desde la educación hasta la salud. Sin embargo, esto sólo ha hecho aumentar los deseos nacionalistas de controlar cada aspecto del gobierno de la nación. También ha quedado claro que el referéndum sólo va a producirse esta vez. Si los escoceses dejan pasar la oportunidad de votar por la independencia este jueves, puede que no vuelvan a tener la ocasión hasta dentro de varias generaciones.
Creen que con la autonomía podrán mejorar su economía.
El sector favorable a la independencia argumenta que una Escocia autónoma gestionará mejor su economía, especialmente los impuestos y las reservas petroleras de la costa escocesa. En Escocia también hay una oposición generalizada al uso de armas nucleares, y la campaña por el sí ha prometido suprimir por completo las armas de la nación.
Los sondeos también sugieren que la mayoría de los escoceses quieren seguir formando parte de la Unión Europea. Aunque Reino Unido se vaya de la Unión Europea en los próximos años, una Escocia independiente podría votar por mantenerse como miembro de la UE.
Han tenido un director de campaña excelente.
Alex Salmond, Ministro Principal de Escocia y líder de la campaña del sí ha demostrado ser un político muy eficaz, reuniendo a los escoceses (especialmente a los jóvenes) en torno al sí por la independencia. En un sondeo de agosto en el que participaron 505 votantes, el 71% de ellos dijo apoyar a Salmond, frente al 29% que respaldaba a su contrincante por la campaña del no, Alistair Darling. A un día de la consulta el voto parece ajustado y, sin duda, a ello ha contribuido el liderazgo de Salmond (así como la deslucida campaña del no).
Traducción de Marina Velasco Serrano