El jefe de las Fuerzas Armadas de EEUU abre la puerta al envío de tropas a Irak
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, ha abierto la puerta a que las tropas norteamericanas combatan al Estado Islámico en Irak, en contra de lo anunciado por el presidente, Barack Obama.
Dempsey, que ha comparecido ante la Comisión de Servicios Armados del Senado, ha apuntado a la posibilidad de poner en el campo de batalla a los asesores militares que Estados Unidos ha enviado a Irak para ayudar a las fuerzas locales.
"En la actual coyuntura, nuestros asesores están para ayudar a los iraquíes a desarrollar una estrategia para la ofensiva (sobre el Estado Islámico) y las acciones para llevarla a cabo", ha dicho, al inicio de su intervención.
"Pero, para ser claro, si llegamos a un punto en el que creemos que nuestros asesores deben acompañar a las tropas iraquíes en ataques específicos contra objetivos del Estado Islámico, recomendaré al presidente que lo ordene", ha añadido.
Estas declaraciones contradicen totalmente a las realizadas por Obama desde que pusiera en marcha su campaña contra el Estado Islámico, el pasado mes de agosto. El presidente ha ordenado bombardear las posiciones yihadistas en Irak y, ahora, en Siria, pero siempre ha sostenido que "no habrá tropas sobre el terreno".
La propia Casa Blanca desmintió al general tras sus declaraciones, que "dejan claro que se refería a una situación hipotética en la que podría haber una situación futura en la que él podría hacer una recomendación táctica al presidente en lo relativo al uso de tropas terrestres", señaló Josh Earnest, portavoz de Obama.
Dicha contradicción se ha hecho aún más evidente en esta comparecencia ante la Comisión de Servicios Armados del Senado porque el secretario de Defensa, Chuck Hagel, que estaba al lado de Dempsey, ha afirmado: "Como ya ha dicho el presidente, las fuerzas estadounidenses no tendrán una misión de combate".
Otros países, como España, también han anunciado que no participarán con tropas ni sobre el terreno ni de ningún otro modo. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, descartó este martes que la comunidad internacional pida al país que participe activamente en operaciones militares porque no es ahí donde nuestro país resultaría "más útil".
OFENSIVA EN SIRIA
Las audiencias de Dempsey y Hagel se enmarcan en el trámite legislativo que se ha iniciado esta semana para autorizar al Gobierno a entrenar y equipar a la oposición moderada en Siria, como parte de la estrategia de Obama contra el Estado Islámico.
A este respecto, el jefe del Estado Mayor ha explicado que el objetivo de la campaña militar puesta en marcha por Estados Unidos es "destruir" al Estado Islámico en Irak y "perjudicarle" en Siria, según ha informado la cadena CNN.
Así, Dempsey ha aclarado que el país norteamericano no pretende llevar a cabo una campaña de destrucción total en territorio sirio, al considerar que no es necesario, porque ya tiene identificados los objetivos.
"Estamos preparados para atacar los objetivos del Estado Islámico en Siria para debilitar sus capacidades, así que no será una campaña de "choque y terror"", ha dicho, enfatizando que, no obstante, "será persistente y sostenible".
EXTENSIÓN DE LA CAMPAÑA
El presidente anunció la semana pasada, coincidiendo con el 13º aniversario del 11-S, su intención de extender la ofensiva aérea sobre el Estado Islámico desde Irak, donde lleva bombardeando desde el pasado 8 de agosto, a Siria.
Obama ha descartado que para ello vaya a coordinarse con el régimen de Al Assad, a pesar de que éste ya ofreció su colaboración al resto de la comunidad internacional para derrotar al Estado Islámico, que también combate a sus fuerzas en el marco de la guerra civil siria.
La posibilidad de que Estados Unidos bombardee Siria sin autorización de su Gobierno ha llevado al régimen de Al Assad y a Rusia a alertar de que podría constituir una agresión, que podría recibir una respuesta.
De momento, Estados Unidos es el único país que ha llevado a cabo acciones sobre el terreno, a la espera de que se concrete la aportación específica de los 30 países, entre occidentales y árabes, que se han comprometido a combatir al Estado Islámico en Irak y Siria. El general John Allen, que ya estuvo en Afganistán, estará al frente de la coalición internacional.