Ignacio González dice que hay discursos "falaces" y "cínicos" sobre el aforamiento
Algunos discursos sobre el aforamiento de políticos son "falaces" y "cínicos", según Ignacio González (PP). El presidente de la Comunidad respondía de esa forma a preguntas sobre la propuesta del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, de pasar de los actuales 17.621 aforados a 22, entre ellos los presidentes de las comunidades. Para González sería mejor que el ministro, de su propio partido, se ocupase de "lo importante", que según él es la reforma de la Justicia.
En una visita a la localidad de Majadahonda, y tras indicar que no conoce la propuesta de Gallardón más allá de las informaciones de los medios de comunicación, el presidente de la Comunidad de Madrid ha opinado que en el debate sobre los aforados existen discursos "falaces" y "cínicos" que confunden a la opinión pública y no abordan el fondo de los problemas.
González ha recalcado que el aforamiento no significa "impunidad" y tiene una "razón de ser" y que el mayor número de aforados en España no tiene que ver con la clase política, sino que se trata de jueces, fiscales y otros responsables del sistema judicial.
Tras mostrarse abierto a debatir cuántos aforados tiene que haber y hasta dónde debe llegar el aforamiento, ha recalcado que lo que no es legítimo es decir a la opinión pública que los aforados son personas que actúan con impunidad.
"Eso es falso y la prueba es que hay aforados que han sido objeto de procesos judiciales que han terminado con condenas cuando han cometido actitudes ilícitas", ha añadido.
REFORMA DE LA JUSTICIA
Para el presidente de la Comunidad de Madrid, lo que es necesario cambiar es el procedimiento judicial, para no mantener una situación en la que hay casos que tardan "años y años" en resolverse, lo que a su juicio genera un "gran escándalo" en la opinión pública.
"Todo es revisable, pero yo creo que el fondo es este, tratar de que nuestra justicia sea ágil, rápida y eficaz", ha zanjado González.
La rivalidad entre Gallardón, que fue alcalde de Madrid, y González -que fue número dos de Esperanza Aguirre, que chocaba abiertamente con el entonces alcalde- es un clásico. Un Guardia Civil declaró en enero de 2013 en el caso del espionaje de la Comunidad de Madrid que, supuestamente por el interés de González en vigilar a políticos, se le ordenó entre otros seguir a Gallardón.