Robin Williams sufría Parkinson
Robin Williams no había vuelto a tener problemas con el alcohol ni con las drogas, sino que sufría depresión y tenía Parkinson, según ha explicado su mujer, Susan Schneider, en un comunicado, en el que asegura que el actor "no estaba preparado aún para hacerlo público".
"Su sobriedad estaba intacta. Era un valiente que ha luchado contra sus propias batallas de depresión, ansiedad y los primeros estadios del Parkinson, que aún no estaba listo para hacer público", ha explicado Schneider en un comunicado enviado a los medios de comunicación.
"Robin pasó mucho tiempo de su vida ayudando a los demás. (...) Quería hacernos reír y que tuviéramos menos miedo", prosigue la viuda de Williams, quien ha agradecido las numerosas muestras de cariño desde la muerte de su marido.
"Su gran legado, además de sus tres hijos, son la alegría y la felicidad que ofreció a los demás, particularmente a aquellos que libraban batallas personales", añade.
"Esperamos que tras la trágica muerte de Robin, otros puedan encontrar la fuerza para encontrar el apoyo y el cuidado que necesitan para tratar cualquiera que sea la batalla que estén encarando y que les haga tener menos miedo", ha explicado Schneider.
El actor, de 63 años, fue hallado ahorcado en su vivienda de California el pasado lunes 11 de agosto. Williams había reconocido tener problemas con el alcohol y las drogas, lo que le llevó a ingresar varias veces en centros de rehabilitación.