La vicepresidenta de la Generalitat abre la puerta a aplazar la consulta soberanista

La vicepresidenta de la Generalitat abre la puerta a aplazar la consulta soberanista

EFE

¿Se aplazará la consulta catalana del 9 de noviembre? Eso es lo que ha planteado la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, de Unió, quien cree que "si no es en este 9 de noviembre" será "en otro 9 de noviembre".

En declaraciones a Rac1, Ortega ha asegurado que si el Tribunal Constitucional impugna la consulta, ese "impedimento jurídico" no matará "el anhelo de Catalunya de votar", sino que "lo aplaza".

Esto es así porque, según Ortega, ningún partido catalán será capaz de pedirle al actual Govern "actuar al margen de la legalidad" y sacar las urnas a la calle si la convocatoria es recurrida. "Ninguna fuerza política, y estoy convencida, que tenga voluntad de gobierno, que no sea residual ni que tenga voluntad de ser residual puede pedir o querer actuar al margen de la ley".

Sin embargo, Ortega no ha precisado si, como publica este martes El Punt Avui, el plan del Ejecutivo catalán pasa por aprobar la Ley de Consultas el viernes 19 de septiembre para que publique en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) y se convoque la consulta el lunes 22, antes de que el Consejo de Ministros del viernes siguiente tenga tiempo de impugnarlo.

En ese sentido, la vicepresidenta ha matizado que si la voluntad del Gobierno es recurrir la ley, "lo puede hacer inmediatamente, con carácter de urgencia", aunque la decisión del Constitucional se puede alargar.

ENFADO EN ERC, BUENA ACOGIDA EN EL PSC

Las palabras de Ortega han provocado todo un terremoto de reacciones, comenzando por las de Joan Tardá, diputado de ERC en el Congreso, quien ha respondido por Twitter asegurando que, al escuchar las declaraciones piensa que "este gobierno ha decidido suicidarse". "Que la consejera vaya a El Mon A Rac1 con el objetivo de desmovilizar es de una irresponsabilidad a tener en cuenta algún día. Que les quede claro: todo, todo dependerá de la movilización popular, tanto la del 11-S como la del 9-N. Es decir, de la gente".

El también diputado de ERC en Madrid, Alfred Bosch, ha puntualizado que la consulta es inaplazable porque lo contrario sería "un engaño al pueblo". "Ya tenemos uno, ¿para qué queremos otro 9 de noviembre? ¿Qué cambiaría? Quien manda es el pueblo de Cataluña, que ha dejado muy claro su deseo de forma mayoritaria en la calle y en las urnas", ha agregado.

Desde ICV y la CUP también han recriminado a Ortega su idea de aplazar la consulta. Joan Mena, portavoz adjunto de ICV-EUiA en el Parlament, cree que sería tanto como "dar la propiedad del derecho a decidir al Gobierno español y al Tribunal Constitucional". "La única alternativa a la consulta es la consulta", ha afirmado.

Por su parte, David Fernández, diputado y líder de la CUP, ha tildado de "inútil" la idea de retrasar la consulta y, a través de un comunicado, ha asegurado que "se ha acabado el tiempo de las imposiciones" y que "el referéndum es irrenunciable".

Con más agrado ha acogido esta propuesta el PSC, cuya portavoz, Esther Niubó, considera que las palabras de Ortega muestran una "posición sensata" y evidencian que "desde el Govern se está tomando conciencia de que la consulta, planteada en los términos actuales, no se podrá hacer".

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