Perseidas contra superluna: la batalla estelar de esta noche (FOTOS)
Desde la noche del domingo y hasta mediados de la semana que viene se va a producir una gran batalla en el cielo. Por un lado las perseidas, que no faltan a su cita de mediados de agosto y, por el otro, una luna llena que estará más cerca que en todo el año de la Tierra. Será una auténtica guerra de brillos.
No es frecuente que se den al mismo tiempo dos fenómenos como la lluvia de meteoros que son las perseidas y el momento en que la órbita lunar acerca más al satélite a su planeta, y encima en luna llena. Por eso resulta tan especial la noche de este domingo.
La luna estará en la cúspide de su plenilunio, ofreciendo a los habitantes de la Tierra su cara iluminada por el Sol. Pero, esta noche brillará aún más. Debido a que su órbita alrededor del planeta tiene forma de elipse, donde la Tierra no ocupa una posición central, el satélite nunca está a la misma distancia de nosotros. De hecho tiene un máximo, llamado apogeo, en el que se encuentra a 406.300 kilómetros de la Tierra. El mínimo, denominado perigeo, acerca ambas esferas hasta los 356.700 kilómetros. Esta noche, la Luna estará 50.000 kilómetros más cerca.
El satélite dará la impresión de que está más cerca. A nuestros ojos parecerá hasta un 15% más grande y un tercio más brillante. Por eso la llaman superluna.
Apogeo y perigeo de la luna
Lo malo de ese espectáculo es que oscurecerá la llegada de las perseidas. Ya desde finales de julio, el numero de las mal llamadas estrellas fugaces no ha dejado de crecer. Pero es desde hoy y durante toda la semana cuando la lluvia de estrellas es tan intensa que a alguien se le ocurrió bautizarlas como las lágrimas de San Lorenzo.
En realidad no son estrellas, son más bien escombros, restos de la estela de un cometa, el Swift-Tuttle. Este cuerpo tarda 133 años en completar su órbita alrededor del Sol. En su particular perigeo, el calor solar provoca que Swift-Tuttle suelte un poco de lastre en forma de hielo y roca. Esa estela es la que la Tierra atraviesa cada mediados de agosto.
No se trata de enormes rocas sino de trocitos del cometa del tamaño de un grano de arena que, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre se encienden como si fueran cerillas. A pesar de su pequeño tamaño, van a tanta velocidad que son capaces de crear esas estelas de fuego que vemos a muchos kilómetros. La física tiene establecido que la energía cinética de un cuerpo en movimiento es proporcional a su masa. Aunque cada perseida sólo tenga un milímetro, la física también recuerda que su energía también es proporcional al cuadrado de su velocidad, y ellas van a unos 60 kilómetros por segundo.
En la noche de mayor actividad, la del martes al miércoles, se estima que podrían verse hasta 100 estrellas fugaces a la hora. De hecho, la estela del cometa Swift-Tuttle es la que más estrellas fugaces provoca en todo el año. Para verlas, sólo habrá que levantar la mirada al cielo y dirigirla hacia el norte. Y esperar que el brillo de la Luna no esconda el de las perseidas.
“Este año, sólo habrán pasado dos días desde que la Luna alcanzara su pico nocturno, así que su luz llenará el cielo", explicaba en una nota Alan MacRobert, editor de la web de astronomía Sky & Telescope. “La luz lunar ocultará buena parte de los meteoros más débiles. Pero los más brillantes aún seguirán brillando”, añadía.
Así que puede que este domingo gane la superluna, pero las perseidas lo harán en unos días. Y también ganarán todos los que miren al cielo para contemplar el espectáculo.