One Direction: las cuatro claves de su éxito (FOTOS, VÍDEOS)
Ya no son la sensación del año, ni el fenómeno adolescente del momento. One Direction se ha convertido en uno de los grupos más importantes de los últimos años gracias a su inconmensurable capacidad de ventas y, sobre todo, de convocatoria. Durante tres noches seguidas han logrado llenar tres estadios de España (Montjuïc en Barcelona el miércoles, el Vicente Calderón en Madrid jueves y viernes), algo que seguramente muy pocos conseguirían.
El éxito de One Direction es global, y no se debe a un único factor. Aunque las bandas de chicos cantantes (las llamadas boys bands) tienden a aparecer cada pocos años y a triunfar en medio mundo, la llegada de Harry Styles y los suyos está marcada por algo que no vivieron los Jackson Five, New Kids on the Block, Take That, N'Sync ni Backstreet Boys: internet y las redes sociales. Los 1D han sabido explotar al máximo su potencial y hacerlo de forma inteligente.
Desde El Huffington Post hemos hablado con Ibai Cereijo, creador de la agencia de márketing y relaciones públicas musicales Woo Media , para tratar de entender mejor por qué estos cinco chicos convierten en oro todo lo que tocan y nos ha explicado que la clave está en su "muy pensada, muy precisa y muy quirúrgica" estrategia de márketing. "Normalmente suele haber detrás una gran fuerza empresarial que sabe lo que hace: discográficas, editoras de música… que tienen grandes estructuras con mánagers, publicistas y expertos en redes sociales, una figura emergente y de enorme éxito en EEUU", explica.
Sin embargo, reconoce: "Tampoco hacen milagros. Todo se basa en un buen producto: nadie compra algo de escasa calidad por mucho que vendan. Y ellos hacen temas pegadizos, son guapos, son simpáticos...". Y luego está la imitación, la aspiración, de que sean una banda de amigos "que se dedican a hacer música, que tiene fama y dinero, que viajan…" Vamos, lo que todo chaval de entre 15 y 20 años quiere: "Es una fantasía de jóvenes, es la imagen del éxito que te imaginas con tus amigos, porque la adolescencia es social y todo es en compañía".
Especialmente, cuatro son las claves fundamentales que han conseguido convertir a One Direction en el fenómeno único (con permiso de Justin Bieber, que les va a la zaga) en el que hoy se han convertido:
1. One Direction son ellos... y son sus fans
"Su marca, su reputación, su naturaleza… no la controlan ellos completamente. Está en manos del público", explica Cereijo. Para él, las redes sociales "empoderan al público y lo convierte en emisor". Gracias a sus cuentas en las redes, estimulan que sea el público el que decida qué hacen, qué tocan, qué prefieren de ello. Incluso abren su mail para que los directioners les escriban. "En vez de imponer su marca, su logo, sus canciones, su estilo… son conscientes de que están en manos de los fans", reflexiona. Además, y por ello mismo, estimulan las imitaciones, e incluso las parodias y las críticas.
2. Saben quién es importante (de verdad) en su terreno
¿Quién es hoy en día la máxima autoridad de música en el mundo? ¿MTV? ¿Billboard? ¿Las listas de ventas? "A alguien de 16 años, la MTV puede recordarle a los dinosaurios, 'es lo que veían mis padres'", cuenta el experto. Sin embargo, ellos saben (y dedican mucho tiempo a hacerlo) encontrar los líderes de opinión en las redes sociales, "que son distintos a los del mundo offline, de los medios de comunicación al uso".
"Resulta que el más influyente en el tema One Direction puede ser un chico adolescente de Wichita con 17.000 seguidores y con una enorme fuerza en el pop adolescente. Ellos encuentran esos liderazgos 2.0. y establecen una relación con ellos". Y con casi 20 millones de seguidores, esos pequeños cabecillas son tocados con la varita mágica de One Direction... y consiguen un éxito inmediato.
(Los retuits a sus fans llegan a miles de personas)
Todo esto se basa en que, como boy band, son un fenómeno eminentemente adolescente, y los chicos de esa edad "tienen sus círculos de opinión y conversación, ocultos normalmente, pero que en las redes sociales quedan grabados".
3. Nadie va a comprarles nada. Y no les importa
"En su estrategia de contenido digital saben que están para entretener, y no para vender", relata Cereijo. "Ya no se puede poner 'Descárgate nuestro último tema' o 'Pincha para conseguir entradas': ese tipo de marketing clásico ahuyenta. Ellos están para conversar, para generar polémica. Si quieren comprar algo lo van a encontrar, los jóvenes manejan Google e Internet mucho mejor que sus propios padres".
(Los componentes de la banda son ingleses e irlandeses. Pero saben que buena parte de su público procede de EEUU... y no dudan en celebrar la fiesta del 4 de julio)
4. Si estás al día, te amarán
Los cinco chicos tienen entre 20 y 22 años y (objetivamente) no están mal. Visten con estilos actuales pero todos distintos, y están perfectamente al día de las últimas modas y cambios. "En su contenido, en lo que cuentan y proponen en sus redes sociales, siempre mencionan y sacan a relucir las tendencias". No importa que se hable de gafas, de cine, de música... ellos son parte de los jóvenes y parte de la conversación. "Se convierten en líderes de opinión: en la música de otros, en contar la última anécdota graciosa, las últimas gafas en Instagram", narra Cereijo. Así forman parte de los rumores, los corrillos y las anécdotas de los fans, que los tienen presentes en sus conversaciones en el día a día. "Y la gente les quiere".
(Si comen helado, todas lo querrán: '¿Has visto que Liam se ha comido un helado?')