El contable de Nóos pacta con la Fiscalía y confiesa los delitos de corrupción
Giro crucial en el proceso judicial. El contable del Instituto Nóos, Marco Antonio Tejeiro, ha confesado a la Fiscalía Anticorrupción los delitos que se le imputan, y ha reconocido que Iñaki Urdangarin y Diego Torres emplearon esa entidad para cometer diversos delitos de corrupción.
El antiguo contable ha alcanzado un acuerdo con el fiscal Pedro Horrach -el primero de todo el proceso- en el que admite que por orden de Urdangarin y Torres, su cuñado, facturó servicios a costes muy superiores a los reales, desvió fondos a través del entramado empresarial de los socios para ocultarlos al fisco y realizó contratos ficticios.
Horrach ha acudido a mediodía al despacho del juez instructor del caso, José Castro, para informarle de la confesión de Tejeiro en lo que ha sido el primer encuentro entre ambos tras su enfrentamiento público por la imputación de la infanta Cristina.
Ambos han coincidido en que la entrevista, que se ha prolongado unos 15 minutos, ha sido "cordial".
Tejeiro ha confesado que Aizoon, propiedad al 50% de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, tenía como finalidad desviarse a su favor los fondos que de forma ilícita percibió el Instituto Nóos de las Administraciones públicas.
En el documento, Tejeiro revela cómo Aizoon carecía de infraestructura personal y de medios para acometer su actividad social, y asegura no constarle que la sociedad tuviera empleados con dedicación exclusiva.
Tras su confesión, el juez del caso Nóos, José Castro, se plantea ahora volver a tomar declaración a Tejeiro.
5,9 MILLONES DE EUROS DE LAS ARCAS PÚBLICAS
El imputado, quien ha optado por dar a conocer estos hechos de cara a una futura reducción de pena, relata cómo el giro de facturas falsas entre las empresas del entramado por el que Urdangarin y su exsocio Diego Torres se habrían apoderado de hasta 5,9 millones de euros públicos.
Suponía una práctica habitual dentro del conglomerado y, en el caso de Aizoon, subraya que las facturas libradas por ésta contra el Instituto Nóos y Nóos Consultoría Estratégica constituían una vía para que el dinero de origen presuntamente ilícito acabara en las cuentas de la sociedad de los Duques.
En su escrito, Tejeiro, hermano de la mujer de Torres, Ana María Tejeiro, subraya cómo las empresas que conformaban el entramado -Instituto Nóos, Nóos Consultoría Estratégica, Intuit, Shiriaimasu y Aizoon- eran entidades vinculadas entre ellas que operaban realmente en el mercado como si fueran una sola, todo ello bajo la dirección de Urdangarin y Torres, quienes ostentaban el control absoluto del grupo.
LOS NEGOCIOS EN BALEARES Y LA COMUNIDAD VALENCIANA
Es más, confiesa que la actividad principal del conglomerado se centró principalmente en lograr la adjudicación para organizar las tres ediciones del denominado Valencia Summit y las dos del Illes Balears Forum, cuyo coste real, afirma, fue notablemente inferior a los fondos que el Instituto Nóos percibió de la Comunidad de Valencia y de Baleares.
En total, la entidad cobró por organizar estos eventos 5,9 millones de euros, a pesar de que su verdadero coste fue de 1,6 millones, según datos de la Agencia Tributaria.
El encausado recalca que el dinero que cobró Nóos acabó siendo repartido entre Torres y Urdangarin mediante el giro de facturas falsas de las sociedades que ambos controlaban. Unas facturas que, precisa, no respondían a servicios realmente prestados.
FINES LUCRATIVOS
Tejeiro señala, de hecho, que el Instituto, pese a que se promocionase como una asociación sin ánimo de lucro, funcionaba en realidad como una mercantil con fines lucrativos.
El contable hace alusión asimismo a la estructura fiduciaria investigada en la causa para desviar fondos al extranjero, y en este sentido, apunta a que la finalidad de ésta era evadir el dinero obtenido de las administraciones públicas y ocultar a sus verdaderos beneficiarios así como lograr tributar menos que en España.
Según recuerda en su escrito, llegó a asistir por indicación de Torres a una reunión en la que se le expuso la creación de esta estructura, mostrando su desconocimiento acerca de si Urdangarin participó en ella.
Con esta confesión, el proceso ha dado un vuelco en su fase final. El escrito ha sido presentado en una jornada, según informa Efe, en la que había circulado la posibilidad de que el fiscal iba a dejar el caso. El propio Horrach lo ha desmentido,