Siempre se ha discutido sobre los pros y los contras de conservar la comida en el frigorífico o en el congelador.
Una vez que tengas claro dónde colocar cada alimento, el siguiente paso es saber cuánto dura la comida. Almacenarla es un asunto delicado. En el frigorífico, la comida puede humedecerse y enmohecerse, y en el congelador puede perder todo su sabor o puede quemarse a causa del hielo. Además si dejas los alimentos en la nevera o en el congelador durante mucho tiempo, podría no solo perder la forma, sino también resultar poco seguros.
La web estadounidense FoodSafety.gov ha creado dos tablas muy útiles para saber cuánto aguantan en el frigo y el congelador ciertas cosas. La primera tabla ordena todos los alimentos que solemos guardar en frío, mientras que la segunda es específica para huevos o platos que los contengan. Esta página da ciertas guías para un correcto almacenaje que ayuda a que nada se estropee ni acabe sentándole mal a nadie. También sugieren ciertos límites de tiempo en el congelador, pero solo como una cuestión de calidad ya que, aclaran, "los alimentos congelados son seguros indefinidamente".
Quizá te sorprendan el poco o mucho tiempo que supuestamente aguantan algunas de tus comidas favoritas en la nevera. Siempre es bueno aprender un poco sobre seguridad alimentaria, pero con el verano, las comilonas multitudinarias y las intoxicaciones alimentarias a la vuelta de la esquina es mejor momento todavía para actualizar tus conocimientos. ¿Sabes cuánto aguanta un paquete de salchichas abierto? ¿Y uno cerrado? Si quieres conservar tu ensalada de pasta, ¿mejor en el frigorífico o en el congelador? ¿Y cuánto aguantan? Si vas a hacer comida para muchos, asegúrate de qué les das... y de cómo conservar las sobras.
Pon a prueba tus conocimientos y aprende a conservar la comida correctamente en el frigorífico y el congelador. ¿Cuánto duran estos alimentos? Si tienes más trucos o curiosidades, puedes dejarlos en los comentarios.
¿Cuánto dura la comida en el frigorífico/congelador?
En el frigorífico: una semana.
En el congelador: uno o dos meses.
En el frigorífico: dos semanas.
En el congelador: uno o dos meses.
En el frigorífico: entre 3 y 5 días.
En el congelador: uno o dos meses.
En el frigorífico: un par de semanas.
En el congelador: uno o dos meses.
En el frigorífico: unos siete días.
En el congelador: un mes.
En el frigorífico: un día o dos.
En el congelador: uno o dos meses.
En el frigorífico: un día o dos.
En el congelador: tres o cuatro meses.
En el frigorífico: entre tres y cinco días.
En el congelador: de seis a doce meses.
En el frigorífico: de tres a cinco días.
En el congelador: de cuatro a seis meses.
En el frigorífico: de tres a cinco días.
En el congelador: de cuatro a doce meses.
En el frigorífico: un día o dos.
En el congelador: un año.
En el frigorífico: uno o dos días.
En el congelador: nueve meses.
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: dos o tres meses.
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: de dos a seis meses.
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: de uno a tres meses.
En el frigorífico: tres o cuatro.
En el congelador: uno o dos meses.
En el frigorífico: de tres a cinco semanas.
En el congelador: es mejor no congelar. Lo que puedes hacer es batir las yemas y las claras juntas y luego congelarlas. O congelar las yemas y las claras por separado.
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: hasta doce meses.
En el frigorífico: de dos a cuatro días.
En el congelador: las yemas no se congelan bien.
En el frigorífico: una semana.
En el congelador: no los congeles.
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: una vez horneada, entre uno y dos meses.
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: no conviene congelarlas.
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: después de hornearlas, entre uno y dos meses.
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: después de hornearlas, entre uno y dos meses.
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En el frigorífico: de 3 a 5 días.
En el congelador: mejor no.
En el frigorífico: de tres a cinco semanas.
En el congelador: es mejor no congelar. Lo que puedes hacer es batir las yemas y las claras juntas y luego congelarlas. O congelar las yemas y las claras por separado.