Hacia un país sin niños: En 2023 habrá un millón menos de menores de 10 años, según Unicef
España envejece. De seguir la tendencia demográfica actual, en 2023 habrá casi un millón menos de niños menores de 10 años, según alerta Unicef en su informe La infancia en España 2014.
En el estudio presentado este martes, la ONG dibuja dos escenarios del futuro en los que los niños son los más perjudicados. Uno, un país con cada vez menos hijos. Otro, una sociedad cada vez más desigual.
En 2013 los nacimientos cayeron por quinto año consecutivo, con tan sólo 425.390 nuevos niños, un 6,4% menos que un año antes y un descenso que desde 2008 ya supera el 18%, según los últimos datos del INE publicados este miércoles.
De mantenerse esta tónica, España perdería 2,6 millones de personas en los próximos 10 años. En 2023 habría casi un millón menos de niños y niñas menores de 10 años (un 20,4% menos). En los próximos 40 años nacerían en España 14,6 millones de niños, un 24% menos que en las últimas cuatro décadas, según las proyecciones de la ONG.
El informe señala que el envejecimiento de la población puede derivar en un problema social y económico de gran magnitud y poner en peligro la sostenibilidad del estado de bienestar y los sistemas de pensiones y de salud.
Aunque los motivos del descenso poblacional son diversos (con un gran peso del cambio en los flujos migratorios), el informe señala que el alto coste de tener un hijo en tiempos de crisis condiciona la tasa de natalidad.
Para evitarlo, la ONG pide "políticas que pongan en valor a los niños y a sus familias" que puedan incrementar la natalidad en forma de ayudas públicas directas, inversión en educación de 0 a 3 años y de mejoras en la conciliación entre trabajo y familia.
MÁS DESIGUALDAD EN LOS HOGARES CON NIÑOS
El estudio advierte también de que la crisis aumenta cada vez más la desigualdad social, una desigualdad que se ceba con los más pequeños y con los hogares donde hay más niños.
Según una investigación promovida por Unicef, el número de hogares con niños en los que todos los adultos están sin trabajo ha crecido un 290% desde 2007.
Los análisis de los indicadores de pobreza revelan que está más extendida y es más severa en la infancia que en el resto de la población, un problema que se ha puesto en evidencia con la crisis.
La brecha entre los hogares con niños y sin niños casi se ha triplicado en los últimos años, pasando de una diferencia de 3,2 puntos porcentuales a 11,5 entre 2004 y 2012.
Unicef insiste en que la políticas públicas son claves para explicar estas diferencias. España es el segundo país de la UE, tras Grecia, que menos capacidad tiene la intervención del Estado para reducir la pobreza.
MENOS INVERSIÓN EN INFANCIA
Paralelamente al crecimiento de la desigualdad, se ha roto la tendencia en el crecimiento de la inversión en infancia, volviendo a valores inferiores a los de hace siete años.
La inversión pública en políticas sociales de infancia y familia está a mucha distancia de la inversión media de la UE (1,4% del PIB frente a un 2,2% de la UE28 o 2,3% de la UE15). A pesar de los esfuerzos realizados entre 2001 y 2008 en el incremento de esta inversión, su eficacia sigue siendo muy limitada y, además, ésta se ha reducido significativamente en los últimos años tanto en términos absolutos como relativos (1.462 millones menos desde 2009).
Sobre el esfuerzo presupuestario de las administraciones, la dotación para infancia ha caído en términos reales un 6,8% desde 2007, pero el impacto de la crisis ha sido mucho más evidente desde el comienzo de las medidas de austeridad, con una reducción total desde 2010 de 6.370 millones de euros (un 14,6% menos) y de 772 euros por niño.
Unicef señala que los escenarios planteados son reversibles gracias sobre todo al impulso de políticas públicas relacionadas con la infancia.
Por eso reclama un gran pacto de Estado "en el que participen los agentes sociales en un sentido amplio: los niños y las niñas, las familias, las empresas, los sindicatos, las administraciones públicas, las organizaciones sociales y los partidos políticos" para luchar contra la pobreza infantil y apostar por una educación de "calidad e inclusiva".