¿Por qué se nos nota el sueño en los ojos?
Llámale “sueño” o, directamente, “legañas”. Uses el nombre que uses, sabes de lo que estamos hablando, de esa mucosidad cristalizada de un color blanquecino o amarillento que se forma en tus ojos tras unas horas de sueño.
Esta secreción está compuesta en realidad por un conjunto de sustancias muy diversas, entre otras, células muertas, mucosidad y hasta desechos (entre los que se incluyen bacterias, la grasa de los párpados y polvo), que se acumula en torno a los párpados cuando los tenemos un rato cerrados, explica el doctor Ivan Schwab, profesor de oftalmología en la Davis School of Medicine de la Universidad de California y miembro de la Academia Americana de Oftalmología.
Nuestros párpados se cierran como una cremallera, desde la zona de las mejillas hacia la nariz. Cuando lo hacen, empujan las lágrimas hacia los ojos, recogiendo todas esas sustancias en su camino. Por último, este compuesto se acumula en el borde de los ojos o en el párpado inferior, o incluso ligeramente en el párpado superior. “Sería como una especie de exfoliante, que elimina piel muerta y cualquier residuo superficial innecesario”, explica Schwab al HuffPost.
¿Es higiénico? Schwab dice que no es estéril, pues ninguna parte de tu cuerpo lo es, ni siquiera los ojos. Dicho esto, si te quitas las legañas con las manos (lo cual no es del todo recomendable, según Schwab, que nos aconseja emplear un paño húmedo y templado), no sería mala idea lavarse las manos después.
Normalmente, las legañas tienen un tono similar al de la crema, aunque puede oscurecerse si llevas maquillaje. Las infecciones bacterianas o virales también pueden aumentar la producción de legañas, o darle un color más amarillento o verdoso (llegados a este punto, deberías consultarlo con tu médico).
Si estas secreciones son bastante secas puede ser causa de un ambiente demasiado seco, explica Schwab. Por otra parte, tus ojos también pueden generar más cantidad de legañas si tienes más mocos de lo normal. En este caso, las alergias tienen mucho que ver.
“El ojo produce mucosidad como respuesta a los alérgenos en el aire”, asegura el doctor. “Cuando los alérgenos como el polen llegan a los ojos, provocan una secreción de mucosa que rodea al polen y lo lleva hacia el borde del ojo”.
Además, las personas que utilizan lentes de contacto pueden acusar una mayor secreción ocular debido a que, técnicamente, sus ojos están todo el día expuestos a un cuerpo extraño. Si la lentilla no se encaja demasiado bien a tu ojo, o si ha acumulado algún desecho (como polen), los ojos generarán mucha mucosidad. No obstante, aunque la lente de contacto se encaje perfectamente a tu ojo, seguirás experimentando un ligero exceso de mucosidad en tus ojos.
Si varía la cantidad de legañas que produce tu cuerpo, quizás se trata de una infección ocular u otro problema relacionado. Sin embargo, si la producción excesiva de legañas es crónica, puede indicar algo más, como una irritación por el polvo o alergia. Si tienes muchas legañas en las pestañas, hasta el punto de que los ojos se te quedan pegados por la mañana, podría ser un signo de blefaritis, que consiste en una ligera inflamación de los párpados.
Traducción de Marina Velasco Serrano