¿Qué es la depresión? 17 datos para saber reconocerla
La gente suele identificar la depresión con sentimientos de melancolía, tristeza y desánimo. A menudo la definen como una “fase” de la que se sale sin más. Sin embargo, vivir y tratar la depresión no tiene nada que ver normalmente con lo que la gente ve u oye; más bien, la rutina de las personas con depresión se basa en ir al médico y en tratar de controlar el ánimo, e incluso a veces, también los pensamientos suicidas.
En España, el consumo de antidepresivos se ha duplicado en 10 años, según la OCDE y los médicos de familia perciben de un aumento de casos con la crisis. “Por desgracia, muchas personas no entienden bien lo que es la depresión porque les confunde lo que ven en la tele o en las películas, o lo que han oído de otras personas”, afirma el doctor Prakash Masand, psiquiatra y presidente del proyecto Global Medical Education con sede en Nueva York.
Masand añade que esto podría deberse a que la gente no está muy segura de los síntomas de la depresión. Los síntomas más comunes abarcan desde sentimientos de culpa, tristeza e inutilidad, hasta cambios de peso o apetito y alteraciones del sueño o insomnio. Entre los síntomas también se incluyen una falta de interés por el sexo, continuos dolores de cabeza o falta de motivación.
Sin embargo, esto no significa que las personas que sienten alguno de estos síntomas tengan necesariamente depresión. Un autodiagnóstico puede ser inapropiado, y Masand siempre aconseja que los pacientes acudan a un profesional para un chequeo más detallado. La depresión se asocia a otros síndromes como el trastorno bipolar (enfermedad maníaco-depresiva), la depresión postparto y la psicosis, pero la depresión clínica es la más común, según la Public Health Agency de Canadá.
La información engañosa y las conjeturas falsas pueden acabar haciendo de la depresión un estigma. Para desmentir estos mitos y presentar datos reales, aquí tienes 17 cosas que probablemente no sabías sobre esta enfermedad mental.
No solo consiste en estar triste.
La depresión no solo se basa en un sentimiento continuo de tristeza, explica el doctor Prakash Masand. Los síntomas de la depresión pueden incluir cambios en la actividad psicomotriz (funciones cognitivas y movimientos físicos), problemas de sueño, pérdida de interés por actividades agradables, sentimiento de culpabilidad y desesperanza, falta de energía, problemas de concentración, cambios en el apetito, e incluso pensamientos e intentos suicidas.
¿Quién la padece?
Una de cada seis personas sufrirá depresión a lo largo de su vida, dice Masand. Y añade: “En todo el mundo, hay 121 millones de personas con casos de depresión grave. Dos de cada tres individuos con depresión no reciben tratamiento adecuado”.
La cuestión del suicidio.
Las personas con depresión son cinco veces más proclives a cometer suicidio, dice Masand. En Canadá, un informe de 2009 reveló que la depresión era la enfermedad más común entre las personas que cometían suicidio, pues aproximadamente el 60% de ellas la sufrían. Ese mismo año hubo 3.890 suicidios en Canadá.
No quiere decir que no puedas vivir tu vida.
Estar diagnosticado de depresión no tiene por qué impedir que vivas tu día a día; lo mejor es que busques ayuda profesional. Seguro que la mayoría de la gente no sabe que muchos famosos, entre ellos Brad Pitt, Oprah Winfrey, Billy Joel y J.K. Rowling, han luchado contra la depresión.
Puede ser caro.
En Canadá, un informe de 2012 reveló que los trabajadores con depresión que piden excedencias para ir al médico o al psicólogo en horas de trabajo pueden llegar a costar a la empresa hasta 13.000 euros.
Las mamás primerizas pueden sufrirla.
Masand explica que una de cada diez madres primerizas experimentará depresión postparto. “Esto no supone en absoluto un defecto en el carácter o un signo de debilidad. Los síntomas de depresión postparto pueden estar presentes en muchas mujeres”. Las madres que sientan los síntomas deberían acudir al médico sin dudarlo.
Las mujeres tienen más probabilidades de padecer depresión.
Masand reconoce que las mujeres tienen el doble de posibilidades de desarrollar depresión y, aunque se puede sufrir a cualquier edad, la edad media para la depresión es de 32 años.
Tienes más probabilidades de sufrir un ataque al corazón.
Los pacientes con depresión son más proclives a sufrir ataques al corazón y derrames cerebrales, asegura Masand. Los investigadores apuntan que algunos síntomas de la depresión pueden dañar en general tu salud física y mental, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y puede empeorar sus síntomas.
No solo afecta a adultos.
Uno de cada diez adolescentes habrá sufrido un trastorno depresivo antes de cumplir los 18, afirma Masand. “En comparación con los adultos, los niños con depresión suelen enrabietarse más, presentar síntomas somáticos, aislamiento social y cambios de humor”.
No “se va” de repente.
Según el doctor Masand, aunque sigas un tratamiento o tomes antidepresivos, no es tan fácil superar los síntomas en pocas semanas. “Los medicamentos necesitan un tiempo para empezar a funcionar, normalmente entre 10 y 12 semanas”, dice. También añade que la terapia cognitivo-conductual y la psicoterapia interpersonal son una buena opción frente a la depresión.
La depresión y el trastorno bipolar no son lo mismo.
A veces, la gente no recibe un buen diagnóstico o confunde ambas enfermedades al hablar de ellas. De acuerdo con Masand, los profesionales de la salud también deberían examinar el historial de un paciente y comprobar si ha sufrido hipomanía o episodios maníacos, ambos relacionados con el trastorno bipolar.
A veces, el trastorno afectivo estacional es algo más que eso.
A muchos pacientes con trastorno afectivo estacional, también llamado “depresión invernal”, se les diagnostica por error trastorno bipolar, asegura Masand. De nuevo, se debería examinar mejor su historial médico y comprobar el estado de ánimo y los signos de hipomanía de estos pacientes. A menudo, muchos profesionales (y pacientes) se limitan a esperar a que cambie el tiempo para que se pase este bajón de ánimo.
El ejercicio y el yoga pueden ayudar.
Masand afirma que hay estudios que demuestran que el ejercicio y el yoga pueden ser de gran ayuda para los pacientes con depresión. “Cuando haces ejercicio, liberas endorfinas, una sustancia química que funciona como neurotransmisor y produce una sensación de bienestar en el cuerpo”. Entre los beneficios del deporte, se incluyen una mejora en las horas de sueño, en la autoestima y la confianza, y una reducción del estrés, la depresión y la ansiedad.
¿Cómo se diagnostica?
No hay ningún análisis o escáner cerebral con el que se pueda diagnosticar la depresión, asegura Masand. En cambio, los médicos preguntan a los pacientes sobre su historial familiar, buscan síntomas y, al mismo tiempo, descartan otras posibles enfermedades para poder llegar a diagnosticar la depresión.
Causas ocultas.
Masand afirma que muchos fármacos, como los esteroides o la isotretinoína, podrían tener una relación con la depresión. Si últimamente has estado tomando un medicamento nuevo y experimentas los síntomas de la depresión, habla con tu médico o farmacéutico sobre los posibles efectos secundarios.
La relación entre los antidepresivos y los pensamientos suicidas.
Los antidepresivos no suelen incrementar los pensamientos suicidas, afirma Masand, pero algunos estudios han revelado su correlación con un aumento del riesgo en algunos pacientes. En particular, los niños, los adolescentes y los jóvenes menores de 24 años tienden a mostrar un riesgo superior de desarrollar pensamientos suicidas. En este caso, todos los menores de 24 deberían recibir cuidados adicionales frente a cualquier comportamiento suicida.
La resiliencia puede ser buena
Las personas resilientes tienen menos probabilidades de desarrollar depresión. “Todavía no se entienden bien los motivos reales, pero las personas con mayor resiliencia suelen creer más en sí mismas, no dejan que las adversidades les sobrepasen y tienen más confianza en sí mismas”, de acuerdo con el doctor Masand, que añade que este comportamiento también se puede enseñar en las terapias.
Artículo originalmente publicado en HuffPost Canada / Traducción de Marina Velasco Serrano