9 Tópicos (y cosas típicas) de la Feria de Abril
¿Se puede entrar en todas las casetas? ¿Todo el mundo va en coche de caballos? ¿Sólo se bebe rebujito? ¿Cómo se apañan para ir al baño con esos trajes de flamenca? Como todas las fiestas populares, la Feria de Abril está rodeada de muchos tópicos que son mentira, y muchos otros que, gusten o no, son ciertos.
Este año la Feria de Abril -aunque se llame "de Abril"- ha empezado en mayo, porque se parte de la idea de mantener dos semanas de separación entre la Semana Santa y la Feria y, además, por la búsqueda de mayor negocio por parte del sector hostelero, para que no se aglomeraran el puente del uno de mayo, las carreras de Jerez y la semana de feria.
Pese a la fiesta que es hoy en día, nació como feria ganadera en 1847. Como sabrás si eres sevillano o has ido algún año, dura desde el lunes por la noche (con el tradicional pescaíto y el alumbrao o encendido de luces) hasta los fuegos artificiales del domingo por la noche. El recinto, conocido como el real de la Feria, está presidido por una portada repleta de luces que cambia cada año y que es el típico lugar para hacerse una selfie.
Aunque con esto ya sabes lo justo sobre sus orígenes, hay algunas cosas que son más importantes para saber qué te puedes esperar de la fiesta:
1. NUNCA uses la palabra disfraz para un traje de flamenca...
Cuando una mujer de Sevilla te dice en feria que se "viste", significa que se pone un traje de flamenca o de gitana. Ni se te ocurra usar el término disfrazarse al respecto, porque no será bien recibido.
Tiene su explicación, y es que tendrías que usar esa expresión para cualquier vestimenta regional como, por ejemplo, los trajes de fallera de Valencia o los de maña de Zaragoza. Además, el de flamenca es la única vestimenta tradicional que evoluciona y cambia con las modas. A diferencia de lo que pueden pensar fuera de Sevilla, ni todas las mujeres van de flamenca ni todos los hombres se visten de corto o de chaqueta. Eso sí, la gente va arregladita.
Las que eligen vestirse de flamencas son dignas de admiración, porque a todo el ritual de colocarse los complementos y al trabajo previo (peinado, maquillaje...) se suma una dificultad inevitable: el problema de ir al baño.
Si pensamos en un traje de fallera o en un vestido de novia, puede que nos encontremos con las mismas: o tus costuras tienen el margen necesario para que puedas subírtelo o prepárate para quitarte el traje entero, para lo que, probablemente, necesitarás la ayuda de una amiga. O de dos, según los rebujitos que lleves dentro. Hacer todo eso intentando que no se descoloque la flor y contando con que los baños de las casetas disponen, normalmente, del espacio justo para albergar un váter y un lavabo... es complicado.
Pero los trajes son preciosos y, si finalmente decides vestirte de flamenca, tienes cuatro posibilidades: alquilarlo, pedirlo prestado, comprártelo o hacértelo a medida. En el último caso, el precio no baja de 250 euros. Es cuestión de sacar la andaluza que llevas dentro:
2. Las altas temperaturas son todo un clásico
Decidas o no ponerte traje, es relevante que tengas en cuenta el calor, un tópico de la feria que suele cumplirse, aunque con matices. Ha llovido en muchas ocasiones y por las noches bajan las temperaturas. Si vas este año prepárate, porque las previsiones sobrepasan los 30 grados todos los días.
3. La norma es rebujito y comida hasta reventar
En cuestión de comida y bebida, cualquier sevillano o visitante de la feria sabe bien de lo que hablamos, porque en esta celebración se pone uno hasta arriba.
El rebujito, a base de manzanilla y Sprite, es la bebida típica. Hay una frase que resume el ciclo habitual por el que pasa un típico feriante:
En cuanto a la comida, hay de todo tipo, desde las habituales raciones de queso y jamón hasta guisos y platos bastante elaborados. No es verdad eso de que en la feria sólo hay tortilla aunque sí, es cierto, la hay. Y todo se comparte:
Hasta cierto punto...
4. Reinventa la forma de medir el tiempo
Portada Feria de Abril 2015 from Luis Caldevilla on Vimeo.
Precisamente, encontrarse para comer es un típico inicio de jornada festiva. Aunque las casetas suelen estar abiertas desde las 13:00, ir sobre las 15:00 o más tarde es lo más habitual. La hora de recogida, sin embargo, depende de cada uno y de lo que el cuerpo sea capaz de aguantar.
En cuanto a los aspectos temporales, en la feria un "ahora nos vemos" o citarse a una hora suele no cumplirse. Si se trata de encontrarse nada más llegar al recinto, puede que tengas éxito. Pero no es lo normal, y olvídate de que sea así porque por el camino puede que veas a gente conocida, puede que te dé tiempo a perderte si no conoces muy bien el recinto y sus calles, así como puedes hallarte de pronto en medio de una aglomeración de gente, no encontrar a quien buscas en la Portada -sitio habitual para quedar- o permanecer en una caseta por la que ibas a pasarte más tiempo del previsto. Esto último no está nada mal...
El reloj en la feria corre rápido para muchos y lento para quienes les aguardan, y nuestro consejo para los más puntuales es, simplemente, que tengan paciencia e intenten esperar a la sombra o dentro de alguna caseta. Siempre hay tiempo para el penúltimo rebujito...
5. Entrena para las carreras de obstáculos entre coches de caballos
Una de las cosas que pueden hacer que se tarde un poco más de lo habitual, además de todo lo anterior, es la existencia de los coches de caballos. Resulta difícil ir con el traje de flamenca y con un grupo de amigos/as o familiares intentando sortear los coches de caballos y a los propios animales (los únicos transportes que pueden circular por el recinto, excepto los vehículos de policía o limpieza y las ambulancias)...
No sabemos quién dijo que todos iban en coche de caballos, pero es...¡mentira!. En la feria va en este transporte quien tiene uno, quien lo alquila o aquel a quien le invita un allegado. Pero no es lo común, ni mucho menos. El paseo de caballos dura cada día de feria hasta las 20:30, momento en el que los animales y los carruajes deben retirarse del recinto.
6. No, no sólo ponen sevillanas
Ese suele ser el momento en que anochece y, con él, la música de la feria se renueva. Lo primero es que en la feria no sólo se ponen las típicas sevillanas (que también), aquí en lenguaje de Whatsapp:
Además de sevillanas modernas, como es el caso este año de "Las sevillanas de los hijos de los famosos" de Los Amigos del Vaso -que hablan de Chabelita, Froilán o Paquirrín, entre otros, y están teniendo mucho éxito- en algunas casetas contratan grupos o djs que ponen esa música actual tan tópica y típica de cualquier discoteca.
7. Hay diferencia entre las casetas públicas y las privadas
Ha llegado el momento de hablar de las casetas. Mucha gente asegura que la feria "sólo es para los sevillanos", afirmación que tiene parte de verdad y parte de mentira. Es cierto que es preferible ser socio de una caseta o tener amigos que lo sean -las dos formas de entrar en una caseta privada-, pero también hay establecimientos públicos. Eso sí, esta es la realidad: de las 1.049 casetas sólo hay 19 sin acceso restringido. Si eres conocido de un conocido y vas con el socio en tu grupo, probablemente entres en cualquier recinto privado. ¡Es el momento de hacer amigos!
El hecho de que la mayoría sean privadas tiene su explicación: los socios pagan una cuota que ronda los 700 euros anuales para poder disfrutar de la caseta. Con ese dinero, la caseta puede pagar las tasas al Ayuntamiento y todos los gastos derivados. ¿Qué tienen dentro? Generalmente, una barra donde sirven los camareros, una cocina a la que solo acceden los trabajadores de la caseta, mesitas, sillas, quizás un tablao y el baño. ¿Y lo que pides en la barra, quién lo paga? El asunto es sencillo: o se apunta en la cuenta del socio -que liquida al final de la noche o una vez terminada la feria- o se paga allí.
8. Las peleas...ni más ni menos que en cualquier fiesta
Como en toda fiesta en la que se bebe mucho (véase San Fermín o cualquier fiesta popular que dure más de un día y contenga alcohol) si vas a la Feria de Abril claro que puedes presenciar una pelea o una discusión subida de tono.
Pero hay que aclarar que no es lo habitual, así como que la policía y el servicio de emergencias refuerzan su presencia en el Real de la Feria.
9. Cualquier forma de bailar está admitida...
Así que nunca digas nunca.
Y, después de todo esto, están los algodones, los churros, las atracciones o 'cacharritos'... En esta galería, más cosas típicas de la feria: