El fotógrafo Caleb Charland recupera el viejo experimento de la patata y la energía
Cuenta la leyenda que el físico Isaac Newton descansaba bajo un árbol mientras pensaba en los problemas de la Ley de la Gravedad cuando le cayó una manzana sobre la cabeza. Entonces se le encendió una bombilla. De eso va esta historia; de manzanas y bombillas, de la luz y la energía que sale de las frutas.
La serie de imágenes Back to Light del fotógrafo Caleb Charland combina ciencia y arte y muestra lámparas iluminadas con la energía de manzanas, naranjas o limones o bien al aire libre o en una especie de modernos bodegones con calaveras incluidas.
El truco que utiliza Charland es el viejo experimento de la clase de ciencias para encender una batería con una patata. Lo único que hace falta es clavar en un extremo de la fruta un clavo galvanizado (bañado en zinc) y en el otro un cable de cobre. Los ácidos de la fruta o la verdura actúan como catalizadores entre los iones de zinc y los de cobre y causan una reacción química que genera una pequeña corriente de electricidad.
El artista nunca sabe cuántas piezas de fruta va a necesitar para encender una bombilla, ya que cada una contiene una cantidad de energía. Para encender un LED de 3,5 vatios se pueden necesitar diez o veinte manzanas. “Aquí solo funciona la prueba error”, explica.
Una tarde pensaba en una lámpara brillando en medio de un manzano… así se le encendió la bombilla a Charland.