España acuerda con otros diez países aplazar la tasa Tobin a 2016
España y otros 10 Estados miembros han acordado aplazar a 2016 la puesta en marcha de la tasa a las transacciones financieras. El pacto hará que se implante por fases, empezando por las acciones y algunos derivados, para evaluar así su impacto económico antes de la fecha asignada.
"La primera fase de la tasa a las transacciones financieras armonizada deberá aplicarse como muy tarde el 1 de enero de 2016", ha anunciado durante el Ecofin el ministro austriaco de Finanzas, Michael Spindelegger. No obstante, el diseño definitivo de la tasa con '"soluciones viables" deberá estar listo a finales de año.
Los países que pretenden implantar la denominada tasa Tobin han acordado "empezar gravando las acciones y algunos derivados" con el objetivo de que cada paso hacia su aplicación "se diseñe de forma que tenga en consideración que hay muchos impactos económicos sobre los que hay que ser muy cuidadosos".
Además, si algunos de los Estados miembros participantes en el acuerdo quiere gravar productos no incluidos en este acuerdo para mantener tasas nacionales existentes, estarán autorizados a hacerlo.
UNA TASA "PRUDENTE" PARA GUINDOS
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho que el acuerdo es un "mínimo denominador común" entre las posiciones de los países participantes y ha sostenido que la tasa será "prudente" y "cauta". "Vamos a analizar el impacto de la tasa en cada uno de los pasos que vamos a dar porque somos plenamente conscientes de las posibles consecuencias que esta tasa puede tener en los flujos de capital", ha apuntado.
"No queremos crear un instrumento que sea perjudicial para nadie, lo que vamos a hacer es tener una tasa racional que ponga orden en los mercados financieros", ha sostenido Guindos, que cree que otros países acabarán sumándose a esta cooperación reforzada
El ministro ha dicho que el retraso hasta 2016 "no trastoca absolutamente nada" de los planes presupuestarios del Gobierno, que había incluido en el plan de estabilidad ingresos ya para el año que viene de 640 millones procedentes entre otras partidas, de la tasa. Esta partida, ha explicado, es un "cajón de sastre" que incluye también otras tasas menores.
Guindos ha eludido precisar cuántos ingresos espera España cuando la tasa esté a pleno rendimiento porque todavía no se ha definido con precisión. "Se trata de conseguir la máxima recaudación posible con la mínima distorsión generada", ha señalado.