Así se cruza la bahía de San Francisco en una bicicleta acuática
Judah Schiller es de Mill Valley, al norte de la bahía de San Francisco. Padre soltero de tres hijos, siempre ha querido mostrarles que “todo es posible” si te lo propones, incluso montar en bicicleta sobre el agua. Eso es lo que hizo: cruzó la bahía de San Francisco sobre dos ruedas con el mar como único carril bici.
La idea de diseñar su propia bicicleta acuática le vino cuando descubrió que el carril bici del Bay Bridge (el puente que conecta Oakland con San Francisco) solo estaba disponible hasta la mitad del pasaje. “San Francisco es la mejor ciudad del planeta para moverse en bicicleta; tenía que encontrar la manera de cruzar de un lado a otro sin utilizar el puente”, explicó a The Huffington Post.
Schiller, diseñador y cofundador de Saatchi & Saatchi y de AIKO Agency, encargó a un artesano italiano la fabricación de un kit para adaptar su bici al agua: dos soportes hinchables, una pequeña hélice y un montaje de acero inoxidable para fijar la bicicleta.
“El kit cabe en una mochila y se tarda unos 15 minutos en montarlo. Todo el mundo puede hacerlo”, detalla Schiller. Una vez encajada la bicicleta, el ‘vehículo acuático’ se sostiene sobre aguas en calma o picadas.
“Veo el ciclismo de agua como una gran alternativa para los desplazamientos", dice Schiller, que sueña con que un día existan en la bahía de San Francisco carriles bici sobre el agua.
Cruzar en bicicleta acuática desde Oakland a San Francisco le llevó cerca de una hora, el mismo tiempo que se tarda en atravesar en coche el Bay Bridge (de ocho kilómetros de largo) en hora punta.
“Incluso si no se ahorra tiempo, es mucho más práctico y agradable que pasar una hora atrapado en un atasco sobre un puente”, asegura el estadounidense.
El proyecto BayCycle
Más allá de su reto personal, Schiller tiene un nuevo propósito: desarrollar nuevos kits de agua para la bici asequibles y prácticos para su distribución en el año 2015. El proyecto, bautizado como BayCycle, requiere de unos 50.000 dólares para su puesta en marcha. Schiller ha lanzado la campaña IndieGoGo para recaudar fondos.
“Qué mejor manera de empezar el día que montando en bicicleta sobre el agua… incluso si el trabajo te espera al otro lado”, comenta. De momento ya ha realizado dos travesías, la de la bahía de San Francisco y otra sobre el río Hudson desde Hoboken (Nueva Jersey) hasta Manhattan. Schiller quiere que su proyecto llegue a otras ciudades. Quiere que las fronteras de la bicicleta no terminen donde comienzan las del mar.