El grafiti hecho arte: del espray al agua y LED (FOTOS)

El grafiti hecho arte: del espray al agua y LED (FOTOS)

El grafiti es un arte efímero. Un día la obra está y al otro puede haber sido borrada, pero el grafitero sabe que su creación tendrá al menos unas horas de vida. El francés Antonin Fourneau ha transformado este arte en algo todavía más volátil con la creación de una nueva modalidad: los grafitis de luz y agua.

Su proyecto Water Light Grafiti, que ya ha recorrido más de una docena de ciudades europeas y Toronto (Canadá), sustituye los graffitis de pintura por otros hechos con luces LED; cambia el espray de colores por aerosoles de agua. Su fórmula consiste en un panel hecho con miles de LED que se iluminan al contacto con el agua. El dibujo no es para nada definitivo; con la evaporación, desaparece el mensaje.

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Pistolas de agua, pinceles, manos mojadas, espray con agua en su interior o cualquier objeto húmedo son las herramientas para dibujar o escribir mensajes que brillan como estrellas.

Esta modalidad de grafiti funciona gracias al agua. Al tocar los bordes del LED se crea un puente eléctrico que permite que la corriente fluya y que el LED se ilumine. Cuanta más agua, más intenso es el brillo. (Aquí puedes ver las fotografías del proceso de creación del panel de LED)

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El objetivo del parisino Antonin Fourneau (1980), profesor de Artes Digitales en ENSAD (Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas), es que la gente que pasea por la calle pueda expresarse en el espacio urbano sin deteriorarlo a través de estos muros inteligentes. Una manera de compartir mensajes mágicos y efímeros en la ciudad.

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