Muerte de García Márquez: guía con los mejores enlaces para conocer a Gabo
En sus 87 años de vida, Gabriel García Márquez tuvo tiempo de ordenar millones de palabras en las miles de páginas de sus 42 libros. El escritor colombiano concedió decenas de entrevistas, pronunció discursos históricos y su intensa vida y obra, traducida a más de 30 idiomas, ha dado de sí como para cubrir con papel de periódicos y tesis doctorales varias hectáreas. Medios de todo el mundo se han volcado en recordar y homenajear a Gabo, como se le conocía familiarmente, tras su muerte este jueves en México DF. Seleccionamos los enlaces necesarios para conocer a uno de los padres del realismo mágico.
GABO, EN UNA PARADA. Quienes mejor le conocen han recopilado sus fotos, sus citas, sus ideas, su obra, y sus enseñanzas. La Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano ha publicado un emocionante especial dedicado a su maestro y fundador. El periódico El País preparó un suplemento extra con firmas destacadas que también puedes leer en su web, coronado por este completo artículo de Winston Manrique Sabogal.
OBRA LITERARIA. Conocemos Macondo desde que "el mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo". El pueblo espejo de su Aracataca natal se convirtió en capital del realismo mágico -que en sus propias palabras narra historias que requieren como primera condición "que sea un hecho rigurosamente cierto que, sin embargo, parece fantástico"-, se puede localizar en este mapa de El Mundo. Sus personajes son también como parte de la familia -una familia muy extensa- para sus lectores fieles: Aureliano Buendía, Úrsula Iguarán, Santiago Nasar o Florentino Ariza y Fermina Daza son algunos de los que recuerda este reportaje de El País. Si no has leído ninguno de sus libros, Cien años de soledad, Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene que le escriba y El amor en los tiempos del Cólera son obligados.
OBRA PERIODÍSTICA. García Marquez era escritor de periódicos y maestro de periodistas. "Toda la vida he sido un periodista. Mis libros son libros de periodista aunque se vea poco. Pero esos libros tienen una cantidad de investigación y de comprobación de datos y de rigor histórico, de fidelidad a los hechos, que en el fondo son grandes reportajes novelados o fantásticos. Para él ser periodista era El mejor oficio del mundo, "una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida". Detestaba a los malos entrevistadores y las grabadoras, y defendía la pulcritud y la ética, como recuerda Alex Grigelmo en El País. Eso no le impedía, al parecer, exagerar e incluso inventarse noticias, según cuenta Néfer Muñoz en la BBC. Relato de un náufrago, y Noticia de un secuestro, son dos de sus grandes reportajes convertidos en novela. Hay más en Obra periodística completa, y Vivir para contarla.
ENTREVISTAS. Consideraba que no servían para nada, porque "ninguna persona se deja ver en una entrevista", y le incomodaba la atención que recibía y la fama, según explica su amigo Plinio Apuleyo Mendoza, también periodista y escritor colombiano, en este vídeo. Discrepamos porque a través de algunas sí hemos aprendido cosas sobre él: aquí hay un extracto de lo que él mismo contó sobre su vida, la ortografía -que le habría gustado ver enterrada-, y la muerte, y aquí hay otro recopilatorio de El Mundo. Cuando todavía era amigo del escritor peruano Mario Vargas Llosa y ninguno de los dos tenía aún el premio Nobel, se dejó entrevistar por este sobre el trabajo de escribir y América Latina. "Yo creo que particularmente en Cien años de soledad, soy un escritor realista, porque creo que en América Latina todo es posible, todo es real…", respondía Márquez a Vargas Llosa. Tan real y sencilla le parecía que las vueltas que le daba la crítica a la novela, que veía cosas que según él no había, hicieron que al final terminase odiándola, como contó a ABC en 1991. En cambio, los años en los que trabajó en El amor en los tiempos del Cólera los recordaba entre los más felices de su vida, según le dijo al New York Times. La última vez que concedió una entrevista fue a La Vanguardia en febrero de 2006, cuando anunció que había dejado de escribir.
CITAS. “La vida no es la que uno vivió sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”. Las citas de García Márquez circulaban con alegría en vida, y tras su muerte, han inundado la red. Muchas salen directamente de sus novelas: “Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra” (La mala hora), “Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra” (Cien años de soledad), "El amor es eterno mientras dura" (Sólo vine a hablar por teléfono), "Dice que se está muriendo por mí, como si yo fuera un cólico miserere" (Cien años de soledad). Han recogido sus mejores frases aquí, aquí, aquí, y aquí.
DISCURSOS. El más importante hasta ese momento en su carrera fue probablemente su discurso en Estocolmo al recibir el premio Nobel de la Literatura en 1982. Lo tituló La soledad de América Latina. Recordó a su maestro William Faulkner, habló sobre el continente que le vio nacer y la violencia que lo asolaba, y brindó por la poesía: "En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano". Otra de sus intervenciones más recordadas es aquella en la que abogó por "jubilar la ortografía, terror del ser humano desde la cuna". Fue en la inauguración del I Congreso Internacional de la Lengua Española en Zacatecas (México), en 1997.
EL BOOM Y BARCELONA. El Nobel a Cien años de soledad, cuando los premios nobeles no caían en América Latina, terminó de impulsar el boom de la literatura latinoamericana. Xavi Ayen publica en mayo un libro sobre el movimiento y su explosión en Barcelona -al amparo de la editora Carmen Balcells-, donde convivieron entre 1967 y 1976 García Márquez, Carlos Fuentes, José Donoso, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar. Hay que esperar unas semanas para leerlo, pero como aperitivo está este breve artículo sobre La última fiesta del 'boom' latinoamericano.
SU AMIGO FIDEL Y EL COMPROMISO POLÍTICO. Mauricio Vicent, Juan Carlos Pérez Salazar y Salud Hernández Mora escriben sobre la amistad que unía a García Márquez y al líder cubano Fidel Castro, al que conoció poco después de que este ganase la revolución. Él no se consideraba comunista, sin embargo: "No lo soy ni lo he sido nunca. Ni tampoco he formado parte de ningún partido político", contestó en una entrevista de Playboy Magazine publicada en febrero de 1983. Creía en el socialismo como ideología necesaria para América Latina, pero lo de Fidel era sobre todo una amistad personal. "En público y en privado era crítico con la burocracia y con muchas cosas del socialismo cubano que no le gustaban", recuerda Vicent. Sin militar en ningún partido, la política le preocupaba y participó en los procesos de paz en su país, como mediador en distintas negociaciones de paz entre Gobierno y guerrillas, y dejó claro su compromiso con la izquierda en la revista Alternativa.
LA BRONCA CON MARIO VARGAS LLOSA. Eran íntimos cuando vivían en Barcelona, a 50 metros de distancia. Hacía un año que no se veían y cuando García Márquez se acercó a abrazar a su colega peruano en la proyección de una película en México en febrero de 1976, este le estampó un puñetazo que le dejó un ojo morado. Como cuenta Dasso Saldívar en El Mundo, no volvieron a hablarse en la vida, pero tampoco hablaron nunca del tema ni aclararon el porqué del encontronazo. Las tesis sobre las causas varían: que si Vargas Llosa envidiaba del éxito de García Márquez -aunque hubiese rivalidad el Nobel de Literatura peruano era un gran admirador del colombiano y en 1971 escribió Historia de un deicidio, su tesis doctoral sobre García Márquez-, que si se habían distanciado ideológicamente -Vargas Llosa hacía la derecha, Gabo a la izquierda-, y la de los celos y la traición con la mujer de Vargas Llosa de por medio. Al conocer la muerte de García Márquez, Vargas Llosa ha enviado el pésame a su familia y ha señalado que "ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua".
LAS ÚLTIMAS VECES QUE LE HEMOS VISTO. Su última aparición pública fue el pasado 6 de marzo, con motivo de su 87 cumpleaños. Se asomó a la puerta de su casa en México DF, donde sus admiradores le esperaban para felicitarle y cantarle Las mañanitas. Dos años atrás pudimos verle celebrar sus 85 años bailando y catando emocionado la misma canción en una fiesta con amigos.